* El campo potosino está siendo seriamente afectado: la ganadería a nivel estatal, dañada porque los campos de cultivo enfrentaron un estiaje extremo, lo que ocasionó la escasez de forraje y, por ende, alza de precios
La sequía agobia al estado de San Luis Potosí (SLP) desde hace más de una década, pero en los últimos cuatro años golpea con mayor intensidad a las regiones Centro, Altiplano y Huasteca, donde ha mermado la producción agropecuaria y afectado la calidad de vida de las familias, afectando áreas como la salud, economía, turismo y agricultura. Los afectados han solicitado en reiteradas ocasiones el apoyo de las autoridades de los tres niveles de gobierno sin respuesta favorable.
La falta de lluvias ha provocado que en las presas descienda al 0.2 % el nivel de agua, por lo que el preciado líquido no llega a los hogares, ocasionado enfermedades estomacales e infecciosas en niños y personas de la tercera edad y obligando a las familias a pagar el servicio de pipas a través de tandeo al menos dos veces por semana.
Por otro lado, el campo potosino está siendo seriamente afectado; la ganadería a nivel estatal se vio dañada porque los campos de cultivo enfrentaron un estiaje extremo, lo que ocasionó la escasez de forraje y, por ende, el alza de precios, así como la muerte de ganado. Además, el estiaje prolongado ha causado que prácticamente se hayan secado algunas cascadas icónicas, como la de Tamul y la de Micos, en la Huasteca.
Obligados a comprar agua en pipas
La señora Paulina Hernández, habitante de la colonia Cecilia Occelli, reportó a buzos que tiene más de un año que no recibe agua potable a través de las tuberías del Organismo Intermunicipal de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (Interapas), “servicio” por el que cada dos meses le llega un recibo por casi mil pesos, monto al que debe sumar el dinero gastado en agua de pipa cada tercer día.
Explicó que en su colonia les cuesta hasta 900 pesos el servicio de pipa, pero por el alto costo sólo la piden cuando a otros vecinos les falta el agua, para cooperar y que el gasto sea menor, “por llenar un aljibe chico las pipas llegan a cobrar 200 pesos, aunque últimamente el costo se ha elevado a los 250, gasto que hacemos dos veces a la semana”:
“Pero no sólo nos enfrentamos a no tener agua y pagar el servicio de las pipas, y éstas en ocasiones no se dan abasto por la elevada demanda que tienen; ahora también ya hay problemas de salud derivados de la carencia de este importante recurso; en esta temporada de calor se vuelve aún más necesaria el agua, pues los niños ya presentan enfermedades estomacales como diarreas; los adultos mayores de igual manera se han visto afectados. Es por esto que pedimos nuevamente el apoyo de las autoridades para el abasto de agua en las colonias afectadas”.
El Gobierno estatal ha reconocido que la situación es crítica, ya que el acuífero del valle de San Luis Potosí y las presas El Peaje, San José, El Potosino y El Realito no alcanzan con esos niveles para abastecer a la población de la capital.
El ayuntamiento capitalino y el organismo operador de agua, Interapas, informaron que:
“… han realizado una inversión de alrededor de 300 millones de pesos, que incluye la perforación y rehabilitación de pozos, así como la reposición de infraestructura hidráulica que ha significado recuperar caudal con la reparación de casi ocho mil fugas, entre otras acciones para paliar la crisis hídrica”.
Pero estas medidas han sido insuficientes, e incluso tratan de abastecer agua con camiones-cisterna y tandeos, con la operación de nuevos pozos que se han rehabilitado o perforado.
Se ha dado a conocer que el acuífero potosino está vetado:
“… está limitado desde 1960, no es reciente y ahí sí hay una sobreexplotación, pero pues aquí es donde tenemos que entrar los tres órdenes de gobierno, para determinar de dónde traemos agua”.
La Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) había advertido, antes de que se tuviera la crisis de la presa El Realito, que la entidad potosina continuaría padeciendo sequía hídrica, pues el 25 % del agua que se consume proviene de fuentes superficiales y este año no se podrá contar con este recurso hasta que mejore el asunto de las lluvias.
Presas sin agua
En marzo de 2023 inició la crisis hídrica en la zona metropolitana de SLP. Un informe de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) reportó escasez extrema en las presas de la entidad y que algunas se hallaban casi secas, como era el caso de El Potosino que tenía apenas 0.2 %, es decir, dos metros cúbicos por millar.
La presa El Peaje disponía únicamente del 3.1 % de su capacidad; El Realito, 4.8 %; San José, 6.7; Cañada del Lobo, 20.9; La Muñeca, 24.7 y La Lajilla, 24.7 %.
Ese mes, a las 111 colonias que ya recibían agua potable a través de pipas debido al desabasto de la presa El Realito, se sumaron otras 40 y, por tal motivo, 151 colonias de la capital potosina enfrentaron graves problemas de escasez del vital líquido.
El 26 de junio de 2023, la capital de San Luis Potosí se quedó sin agua debido a fallas con la presa El Realito, que dejó de bombear. La obra hidráulica presentaba desde febrero de 2023 una fisura que puso en riesgo su capacidad de almacenamiento, “la ciudad de San Luis Potosí no va a tener agua. Llegó el día cero”, informaron las autoridades estatales en aquella ocasión. “Llegó el día cero” para la capital de SLP, cuando la presa El Realito ya no bombeó agua.
Desde febrero de 2023 esta obra hidráulica presentaba una fisura que ponía en riesgo su capacidad de almacenamiento, informaron las autoridades estatales.
Después, Interapas dio a conocer que una nueva fuga se había presentado en el kilómetro 98 de la línea de conducción, cerca de la zona del Aguaje. A decir de la Conagua, seis presas del estado operaban por debajo del 50 % de su capacidad.
Ante esta situación las familias potosinas ya resentían la falta de agua en los hogares, vecinos de colonias como Himno Nacional, Balcones del Valle y Graciano Sánchez realizaron varias manifestaciones para solicitar el apoyo de las autoridades por la escasez del líquido, solicitando así el servicio gratuito de pipas con agua ya que, mencionaron, éste es muy caro y afecta indudablemente su economía.
“No tenemos agua desde hace meses, por ello hemos requerido el servicio de las pipas; pero éste es muy costoso: hasta 900 pesos cobran; por ello solicitamos que las autoridades municipales y estatales envíen el servicio gratuito de pipas. Es un recurso indispensable, lo pedimos con urgencia, ya que han sido más de seis meses que no llega una gota de agua por las tuberías de nuestros domicilios”, alertó públicamente uno de los afectados.
La Conagua pronosticó que 2024 sería similar a 2023 en cuestión de lluvias y que se agudizaría la crisis hídrica. En su más reciente monitoreo de sequía, emitido el 15 de enero de 2024, estimó que en 53 de los 58 municipios potosinos (91.4 % del territorio estatal) habría problemas serios de sequía.
A un año del día cero de la crisis hídrica en la zona metropolitana de SLP, los principales embalses que la proveen de agua siguen literalmente secos por la falta de lluvia y gran parte de sus habitantes consumen agua suministrada por camiones-cisterna.
Las presas San José, El Peaje, El Potosino y El Realito, esta última en territorio guanajuatense, solían abastecer del vital líquido a por lo menos el 30 % de la población potosina; hoy están fuera de servicio porque no tienen agua por falta de lluvias; como se mencionó, El Realito dejó de operar desde tiempo atrás, por fracturas en su cortina y en su acueducto.
Todas las fuentes de abastecimiento de agua en la zona metropolitana de San Luis Potosí, Soledad de Graciano Sánchez y Cerro de San Pedro han registrado algún tipo de falla o problema; y la falta de lluvia ha venido a agravar el problema de desabasto del vital líquido.
Según el reporte más reciente de la Conagua, 91.4 % del territorio potosino padece algún grado de sequía; el documento señala que 32 municipios potosinos enfrentan sequía excepcional (el nivel más alto), diez experimentan sequía extrema; seis, sequía severa; cinco, sequía moderada; y cinco se encuentran anormalmente secos.
Las colonias de la capital más afectadas son Nereo Rodríguez Barragán, toda la zona que se abastece del agua que sale de Los Filtros, especialmente Himno Nacional y la colonia Jardín. Además de la colonia Alpes, Azteca, Balcones del Valle, Cecilia Occelli, Colinas del Parque y Cumbres.
En el municipio de Soledad de Graciano Sánchez hay más de 30 colonias que no tienen agua, tales como: San Francisco, San Antonio, Rivas Guillén, La Virgen, Hogares Ferrocarrileros, Cactus, Quintas de la Hacienda, San Felipe, Fresnos, entre otras.
La población está preocupada y se cuestiona qué es lo que están haciendo las autoridades para resolver el problema; en el mes de febrero, el Interapas y el ayuntamiento de la capital informaron que se han perforado pozos y se ha sustraído a través de ellos agua del subsuelo, así como la distribución del líquido a través de camiones-cisterna; sin embargo, no llegan a toda la población, son insuficientes, por lo que habitantes de distintos sectores optan por comprar pipas para el abastecimiento del agua.
Crisis en agro y turismo
Investigadores del Colegio de San Luis, de la UASLP, explicaron que la crisis hídrica en la región del Altiplano se debe también a que el agua es acaparada por compañías privadas propietarias de enormes invernaderos de hortalizas y granjas avícolas y porcinas.
Los especialistas coincidieron en que la principal problemática social en la entidad es la severa falta de agua, que se acentuó en la Huasteca, donde existe preocupación de productores agropecuarios y empresarios turísticos por igual, debido a factores naturales.
El estiaje prolongado ha causado que prácticamente se hayan secado algunas cascadas icónicas, como la de Tamul y la de Micos, y por el acaparamiento y sobreexplotación de las concesiones federales de agua.
La misma situación se ofrece en el semidesierto potosino, donde los pequeños productores agrícolas y ganaderos de municipios como Catorce, Matehuala, Charcas, Villa de Guadalupe y Vanegas padecen el acaparamiento del agua a manos de los ricos propietarios de enormes invernaderos de hortalizas.
Hoy, los ganaderos del Altiplano y la Huasteca están a la espera de que el Gobierno Federal destine recursos a este sector después de que le solicitaron emitiera la declaratoria de desastre natural por sequía en 43 municipios potosinos; así lo informó Roberto García Nales, presidente de la Unión Ganadera de Tamuín, quien expresó sus necesidades y preocupaciones en torno a la problemática de crisis de agua:
“El sector ganadero ha sabido enfrentar los efectos colaterales de la sequía, y aunque esto haya implicado pérdidas, actualmente buscamos una solución permanente que nos permita seguir como productores”.
El prolongado estiaje del año pasado ocasionó escasez de forraje y, por ende, su alza de precio y la muerte de mucho ganado, lo que también obligó a algunos ganaderos a cambiar de rubro agropecuario.
García Nales exhortó a las autoridades federales a que mejoren esta situación, porque la sequía afectó mayormente la producción de ganado bovino, caprino y vacuno. “Necesitamos apoyar en la medida de lo posible al campo potosino”, enfatizó el ganadero.
La advertencia
Durante la celebración del VIII Congreso Internacional de Sustentabilidad, efectuado en febrero de 2020 en la Universidad Iberoamericana, los activistas Natalia Lever y Andrés Flores (partícipes en la mesa sobre Cambio Climático) aseguraron que en México el agua será el recurso que más se verá afectado por el cambio climático.
En ese mismo año, la delegación de la Conagua en San Luis Potosí emitió una declaratoria de sequía extrema para la entidad. Durante una sesión ordinaria del Comité de Cuenca del Río Valles se expuso que:
“… de acuerdo a los estudios hidrológicos, hacía 20 años no se presentaba una sequía tan intensa, a pesar de que en los últimos diez años las sequías se habían agravado tanto que incluso ya se marcaba un cambio de comportamiento en los ríos”.
La región del estado más afectada por las sequías en 2020 fue la Huasteca.
Como si todo lo anterior no fuera suficiente, según datos del entonces titular de la Unidad de Planeación Estratégica del Interapas, Alberto Rojas Ramírez:
“… el 50 % del líquido que se distribuye en las redes de agua potable se pierde en el subsuelo. Esto se debe a que los casi tres mil kilómetros de dichas redes tienen más de 70 años de antigüedad, y su estado físico se encuentra bastante dañado”.
En 2021, la Comisión Estatal del Agua (CEA) reportó que 18 de los 58 municipios que conforman la entidad ya presentaban escasez de agua; y en 2022, el Coordinador Estatal de Protección Civil en la entidad, Mauricio Ordaz Flores, reportó que al menos siete municipios potosinos se hallaban en riesgo de sequía extrema: Rioverde, San Nicolás Tolentino, Santa María del Río, Zaragoza, San Ciro de Acosta, Tierra Nueva y Ciudad Fernández.
Otros once se encontraban en situación de sequía moderada y el resto del estado fue declarado como “anormalmente seco”.
En 2023, la sequía reportó un drástico incremento en alrededor del 78 % del territorio nacional; entre los estados más afectados destacaron San Luis Potosí, Hidalgo y Chihuahua, que registraron su año más seco, según el Reporte Anual del Clima en México, publicado por la Conagua y el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
En los últimos quince años, San Luis Potosí ha padecido tres periodos de sequía: en el bienio 2011-2012, 2020 y 2023, siendo este último el de mayor intensidad y superficie de los registros históricos, ya que la sequía extrema se extendió a cerca del 80 % de su superficie, y la sequía excepcional en el 12 %.
La escasez de agua afecta también al sector educativo. El responsable de la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado (SEGE), Juan Carlos Torres Cedillo, declaró que, debido a la falta de agua en los más de ocho mil planteles de la entidad, se tomó la determinación de solicitar a la Secretaría de Educación Pública (SEP) que se adelantaran las vacaciones dos semanas, a fin de aminorar la problemática que se contempla a razón de que no había forma de abastecer a las instituciones educativas.
Hace aproximadamente un mes, en las universidades y las escuelas del Sistema Educativo Estatal Regular (SEER) y de la propia SEGE de la Huasteca potosina se cerraron los salones de clase porque no había agua para atender las mínimas necesidades de higiene de los estudiantes.
El pasado primero de mayo, la SEGE informó que el Gobierno Federal no ha respondido a la solicitud formal de adelantar dos semanas el cierre del ciclo escolar 2023-2024, aunque están a la expectativa de lo que responda, para disminuir de esa manera los posibles problemas de sanidad que pudieran presentarse por la falta de agua en los centros escolares de la entidad potosina.
Categorías de sequías
La Conagua identifica cuatro categorías de sequía en el país: moderada, severa, extrema y excepcional. El Monitor de Sequía de esta institución ha reportado que mil 621 municipios experimentan sequía excepcional (D4), la cual aumentó en Sonora, Chihuahua, Durango y San Luis Potosí, y surgió en porciones de Sinaloa y Guanajuato.
Al 15 de enero de 2024, el porcentaje de áreas con sequía de moderada a excepcional (D1 a D4) en todo el territorio nacional fue de 61.59 %, 6.75 % mayor que lo cuantificado a finales de 2023.
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