La calidad del aire en todo el mundo sigue deteriorándose debido al aumento de emisiones de los automóviles, compuestos químicos de las industrias y los incendios forestales, entre otros más que ponen en peligro la salud humana y agravan el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la contaminación y los desechos.
Los contaminantes más preocupantes para la salud pública son las partículas en suspensión, el monóxido de carbono, el ozono, el dióxido de nitrógeno y el dióxido de azufre. La contaminación del aire provoca enfermedades respiratorias y de otros tipos y es una de las principales causas de morbimortalidad, de acuerdo con información de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según la OMS, el 99 por ciento de la población mundial respira un aire que supera los límites de calidad establecido y pone en peligro la salud pública.
Aunque más de seis mil ciudades y 117 países dicen vigilar la calidad del aire, los habitantes de estos territorios siguen respirando niveles insalubres de partículas finas y de dióxido de nitrógeno.
Estos resultados han llevado a la OMS a subrayar la importancia de frenar el uso de combustibles fósiles y tomar otras medidas tangibles para reducir los niveles de contaminación atmosférica.
“Los problemas energéticos actuales ponen de manifiesto la importancia de acelerar la transición a sistemas energéticos más limpios y saludables”, señaló Tedros Adhanom Ghebreyesus, director General de la Organización, al dar a conocer los resultados de la actualización de la citada base de datos.
En el caso del estado de Guanajuato, la refinería "Ing. Antonio M. Amor" (RIAMA), también llamada refinería de Salamanca fue inaugurada en 1950, durante la administración del presidente Miguel Alemán Velasco, y es la refinería de Pemex más antigua construida por la misma empresa. Cuenta con alrededor de 40 plantas, 10 calderas, nueve turbogeneradores, cinco unidades de desmineralización, 10 torres de enfriamiento y una planta de tratamiento de aguas residuales.
La refinería de Salamanca genera el 80 por ciento de la contaminación por S02 en Guanajuato, de acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente estatal. La calidad del aire en la entidad resiente, desde hace más de 70 años, el impacto de las emisiones contaminantes de la refinería. En el municipio, en donde además existe una termoeléctrica, una de las estaciones de monitoreo de localidad del aire registraba hace unos días concentraciones de partículas PM2.5, las más dañinas para la salud, que excedían de siete a 10 veces el límite recomendable, de acuerdo con el sitio IQAir.
En reiteradas ocasiones se han detectado, en los últimos años, nubes de color amarillo con un fuerte olor a azufre que salen de las chimeneas de la refinería, que además coincide con altos niveles de dióxido de azufre reportados por el Sistema Estatal para la Calidad del Aire, lo que ha provocado que las personas presenten malestar en los ojos, garganta y vías respiratorias. Además, las principales fuentes de contaminación en el Río Lerma en Salamanca son Pemex y la CFE, a través de el derrame de combustóleo de manera negligente, han denunciado vecinos quienes aseguran que basta con observar correr el agua negra y aceitosa exterminando la poca vida de especies y naturaleza que pueda existir en el río.
La contaminación en el estado, generada por la refinería RIAMA y la termoeléctrica de la CFE, realmente ponen en riesgo la vida y la salud de las personas; y es urgente que las autoridades municipales y estatales actúen de de manera enérgica y no les tiemble la mano.
Mientras en el último decenio cerca de 100 países han progresado en su transición hacia la sostenibilidad para depender cada vez más de energías limpias, verdes y sostenibles para dejar de depender del carbón y los combustibles fósiles, en nuestro país, se hace oídos sordos y se continúa con una estrategia enfocada en la industria petrolera y busca aumentar su producción como parte de las metas del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Pemex está ubicada como la novena petrolera más contaminante a nivel mundial y la primera en Latinoamérica y durante este sexenio hay una falta de interés por el combate al cambio climático. Organismos de evaluación de políticas públicas, como México Evalúa, aseguran que el aumento de emisiones, que no se justifica ni con un alza en la producción petrolera, es el resultado de una baja en la inversión en las refinerías ya construidas y en la falta de mantenimiento.
La compañía ha llevado sus inversiones y gastos relacionados con medio ambiente a sus cifras más bajas al menos en dos décadas. Así, el gobierno que se dice ser el defensor de los pobres, en los hechos, no solo está provocando que se incremente el número de pobres y el nivel de su pobreza, también los está llevando a la muerte como consecuencia de una política que va en sentido contrario en la lucha contra el cambio climático.
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