Ciudad de México.- De entre los casi nueve millones de capitalinos, hay miles de familias que han sido beneficiadas con servicios públicos y programas sociales gestionados por los luchadores sociales del Movimiento Antorchista Nacional (MAN), organización política que arraigó en esta ciudad hace más de 28 años.
Con un sólido proyecto de nación, los dirigentes del MAN han ido concientizando a los habitantes de las delegaciones Gustavo A.Madero, Iztapalapa, Tláhuac, Xochimilco, Venustiano Carranza, Iztacalco, entre otras, para que llegado el momento se lancen a la conquista del poder político.
Sin embargo, la lucha ha sido difícil en esas tres décadas, pues comunidades y líderes sociales han tenido que enfrentarse a los oídos sordos, la insensibilidad social y la represión contra familias en condiciones de pobreza extrema de gobiernos perredistas, panistas y priistas.
Pero ninguno de estos obstáculos ha detenido la marcha de los antorchistas capitalinos hacia el progreso.Hoy los resultados son palpables en sus colonias, donde las viviendas dignas, los predios regularizados, los servicios de agua potable, drenaje, pavimentación, alumbrado público, las lecherías y las escuelas de nivel básico y medio superior hacen la diferencia con otras comunidades urbanas.
Desde sus escombros, se levanta la colonia 6 de Junio
En junio de 1984, Antorcha comenzó a labrar su inacabable camino de lucha en una de las ciudades con mayor desigualdad social en el país y el mundo.
Las laderas del cerro del Chiquihuite fueron testigos de la primera lucecita que alumbró la colonia Ampliación Benito Juárez, en la delegación Gustavo A.Madero.En aquel entonces, los primeros luchadores sociales del Movimiento Antorchista en la capital Angélica Villa, Darío Candelas, Mario Núñez, Carmen Velázquez, María de la Luz Sifuentes, Guadalupe Villalobos y Humberto Gutiérrez- reunieron al primer grupo de solicitantes de terreno para vivienda.
Una oferta de alfabetización fue el camino para acercarse a los habitantes de la colonia Benito Juárez.Los más curiosos respondieron a este primer llamado y se acercaron a la organización para no alejarse jamás de ella porque en la llama de Antorcha hallaron la calidez y la confianza que no habían encontrado en las autoridades locales ni delegacionales, quienes desde entonces han respondido con insensibilidad a sus demandas de obras y servicios públicos.
"A la fecha hay que picotear en las costillas a las autoridades, pues no hacen caso de las necesidades de la gente.Si ha habido mejoras en estos años, ha sido gracias a la intervención de Antorcha mediante el trabajo del comité vecinal y el pleno", asegura Pascuala Ramírez, originaria de Guanajuato y una de las habitantes fundadoras del MAN en esa delegación.
Así pasaron seis años de hacer trabajo en esa zona, hasta que el 19 de septiembre de 1990 se fundó la colonia 6 de Junio, la primera creada formalmente por cientos de familias que tenían urgente necesidad de un hogar propio.
La 6 de Junio siguió este proceso: Primero un grupo de solicitantes de vivienda adquirió un predio para edificar sus casas; posteriormente vino la introducción de servicios básicos redes de agua potable, drenaje, pavimentación, etc- escuelas, servicio médico y demás infraestructura urbana.
Todo se logró gracias a la lucha organizada de los propios vecinos, dirigidos por Humberto Gutiérrez y María de la Luz Sifuentes.
Pascuala, hoy de 85 años, cuenta que en aquel entonces, para emparejar las calles de su emergente colonia, usaron el cascajo de los edificios colapsados en el terremoto de 1985.
"En la nochecita llegaban los camiones de volteo llenos de cascajo, descargaban allá abajo.Y la gente, en su mayoría mujeres y niños, tenía que acarrearlo con cubetas y botes.La mano de obra para construir el drenaje también la pusieron las mujeres, porque nuestros maridos tenían que trabajar y no estaban en el día para que continuaran con el trabajo.No nos quedaba de otra más que darle duro", recuerda Pascuala.
En esos años de lucha, cuando la Gustavo A.Madero dependía directamente del Departamento de la CDMX hoy Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México (CDMX)- el trabajo social y político estuvo encabezado por Everardo Lara Covarrubias, Rodolfo de la Cruz, Estanislao López y Omar Carreón Abud.
En años más recientes, este liderazgo recayó en Homero Aguirre Enríquez y Gloria Brito Nájera, orientados por el líder nacional del MAN, el ingeniero Aquiles Córdova Morán, y por Rosa María Dávila y Javier Montaño en el nivel regional.
Uno de los primeros frutos de la lucha por la infraestructura educativa en la delegación Gustavo A.Madero fue la creación de la escuela primaria Wenceslao Victoria Soto, que abrió sus aulas de manera provisional en 1991 y hoy atiende a más de 800 alumnos.Guadalupe Villalobos, junto con los padres de familia, fue quien gestionó y logró que ese plantel educativo tuviera las condiciones adecuadas para educar a los niños de esta comunidad.
Otras dos obras sociales básicas de la colonia 6 de Junio son una lechería y una clínica de salud, que han subsistido gracias a la administración y el financiamiento del Movimiento Antorchista.Pascuala recuerda que la clínica inició sus servicios hace más de 20 años con un médico general: "El doctorcito es muy bueno en su trabajo, pero aun así estamos trabajando con la organización para conseguir el subsidio para la contratación de médicos especialistas y la ampliación de las instalaciones de este centro de salud", agrega.
La colonia Tlacaélel nació entre lodo y aguas negras
Otro episodio de los comienzos de la lucha organizada de Antorcha en la CDMX fue la fundación de la colonia Tlacaélel en 1994, a iniciativa de un grupo de trabajadores de una empresa galletera que necesitaban con urgencia viviendas para sus familias.
La colona y activista Leonor Macías Naranjo cuenta que Tlacaélel nació en medio del lodazal y una zanja de aguas negras."Durante mis quince años de solicitante de vivienda fuera de Antorcha, nadie respondió a mi petición.En cambio la organización sí se movió y sí cumplió.Antorcha no engaña a nadie, como sí lo hicieron líderes perredistas que tentaron con promesas de vivienda a algunos compañeros de lucha y solo fueron estafados".
En 1997, apenas tres años después, se inició la gestión para construir una unidad habitacional, proyecto que se concretó e inauguró en 2002 con casi 200 deparmentos y con el nombre de Jorge Obispo.Hoy la unidad cuenta con más de 450 familias.
"Siempre era un no; no hay dinero, no habrá nada y ponían muchas trabas para que no se nos construyera la unidad habitacional", señala Leonor Macías Naranjo, recordando que entonces el gobierno de la CDMX estaba encabezado por Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
La dirigente comenta que desde esos años, entre 1997 y 1999, el gobierno perredista se mostraba muy agresivo y calumniador hacia los trabajos de gestoría realizados por el MAN; como botón de muestra recordó la agresión brutal contra el líder antorchista Everardo Lara Covarrubias y varios dirigentes más, así como el desalojo violento perpetrado la madrugada del 17 de septiembre de 1998 contra un plantón que se había instalado poco antes del informe de gobierno de Cárdenas Solórzano.
"Llovía a cántaros, eran como las tres de la mañana, de repente llegaron los policías destruyéndolo todo; golpearon a las compañeras, las tiraron al piso y las arrastraron; los compañeros que trataron de ayudarlas también fueron golpeados.El resultado fueron 20 heridos de gravedad, entre ellos varios de nuestros dirigentes.Los policías nos sacaron de la plaza a punta de fuetazos", recuerda indignada doña Leonor, quien aseguró que ni los golpes la hicieron claudicar de su lucha por los precaristas de vivienda.
Afirmó que los 20 años de gobierno de izquierda no han cambiado nada en la capital de la República, pues continúan las agresiones contra los activistas "y, para colmo, estos gobiernos desobligados, muy quitados de la pena, olvidan las demandas de los ciudadanos".
El trabajo de organización social y política de aquellos años en la Gustavo A.Madero fue la mecha que encendió el espíritu progresista de los colonos capitalinos, que después se extendió a otras delegaciones.
"Poca relevancia tendría si nuestra labor se hubiese limitado a una sola colonia.Al contrario, el trabajo se dirigió hacia otras delegaciones.Fue una lucha intensa, pero nuestro ideal de combatir a nuestro enemigo, la pobreza, estaba de por medio; además estábamos entusiasmados por crecer, no queríamos abandonar a esta ciudad colmada de problemas.Estos motivos nos impidieron claudicar, a pesar de las carencias que teníamos como grupo naciente", puntualizó Everardo Lara Covarrubias, dirigente de los colonos fundadores en la Gustavo A.Madero.
De Cartolandia a Wenceslao Victoria
En 1995, el predio baldío conocido entonces en la delegación Iztapalapa como Cartolandia albergaba a 20 familias humildes, la mayoría dedicadas al comercio ambulante.Sus casitas estaban construidas con cartón, plásticos, láminas y otros materiales perecederos en un paisaje desolador para personas extrañas, pero no para sus fundadores, quienes guardaban ahí sus escasas pertenencias y soñaban con escribir la historia de lo que hoy es la colonia Wenceslao Victoria Soto, uno de los asentamientos del antorchismo en esa región de la CDMX, junto con la Unidad Habitacional Antorcha Popular I, Unidad Habitacional Margarita Morán Véliz, Mariel y Ejército de Agua Prieta.
La colona Leticia Alverde Varas recuerda con lágrimas en los ojos que su asentamiento en este predio no fue fácil, pues fueron blanco constante de la represión de las autoridades capitalinas y las inundaciones durante las temporadas de lluvia."Nos mandaban a gente para que derribara nuestras casitas y destruyera todo lo que estuviera a su paso.Iba con mis niños corriendo a pedir ayuda a quien se pudiera e incluso a medianoche.Otra batalla que teníamos que dar era con la lluvia; ahí nos veías sacando el agua encharcada de nuestras viviendas a las dos de la mañana".
Los sentimientos de doña Carmen Cante Nieto son iguales a los de su vecina Leticia: "Sufrimos a causa del sol, la polvadera y la lluvia.No fue fácil.
Recuerdo que mi hijo estaba como de cinco añitos y cuando alguien me buscaba y no me encontraba en mi casa de lámina, él le decía a la gente: ‘Mi mamá fue a pedir limosna a Eje Central’, comenta con risas y llanto alternado, para luego explicar: "El motivo de mi ausencia era porque colectaba o cumplía tareas de la organización; es decir, de la mano de Antorcha andábamos en pie de lucha por lograr una vivienda ¡Y así seguiremos con Antorcha!".
En 2004, los colonos de Cartolandia salieron de la clandestinidad, cuando se reconoció su derecho a viviendas dignas y se logró la lotificación del asentamiento que hoy es conocido como Wenceslao Victoria Soto o Wences, como le llaman cariñosamente.Esta conquista social fue obtenida gracias a la intensa gestión de Antorcha ante la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) de la capital.
La GAM e Iztapalapa progresan con Antorcha
Es un hecho lamentable, pero cierto, que muchas colonias populares han nacido en asentamientos irregulares, lo que desde luego no se ha debido a que los mexicanos pobres quieran infringir las leyes sino a que, urgidos por sus apremiantes necesidades individuales y familiares, han tenido que recurrir al uso de su derecho humano a una vivienda como lo marca la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Estos mexicanos han tenido que enmendar el ejercicio irregular, ineficiente e insensible de las autoridades encargadas de la vivienda en esta ciudad, quienes sistemáticamente hacen caso omiso de la necesidad elemental de la gente humilde a disponer de un techo para protegerse de la intemperie, del frío, del calor o de la lluvia.
Por ello, en las delegaciones Gustavo A.Madero e Iztapalapa, así como en otras demarcaciones, el MAN ha puesto, desde hace más de 20 años, su mayor esfuerzo para mejorar las viviendas y los servicios básicos de los capitalinos más pobres de la CDMX.En las dos primeras demarcaciones, por ejemplo, éstos han sido los logros más relevantes:
Recientemente, los diputados federales de Antorcha lograron etiquetar seis millones de pesos para la techumbre de la cancha deportiva de la colonia 6 de Junio y otros seis millones de pesos para construir el auditorio de la secundaria Wenceslao Victoria Soto, ambos en la delegación Gustavo A.Madero.
Próximamente también se remodelará el Centro de Salud de la colonia Ampliación Benito Juárez; gracias a la gestión del Comité Vecinal antorchista se instalaron juegos infantiles en la colonia Tlacaélel y con el presupuesto participativo de 2016 se construirá la Casa de Cultura de la escuela primaria Wenceslao Victoria Soto.
En materia de programas sociales, decenas de familias han sido beneficiadas con la tarjeta Capital Social; becas escolares, decenas de familias humildes han recibido cobijas e iniciado trámites para la escrituración de terrenos, para que en adelante puedan tener seguridad jurídica sobre su patrimonio.
En el rubro de educación se logró la Clave de Cetro de Trabajo (CCT) para la escuela secundaria Wenceslao Victoria Soto.
En Iztapalapa, el antorchismo también ha cosechado varios frutos: con una inversión de más de cuatro millones de pesos, gestionados por los legisladores federales del MAN en la Cámara de Diputados y 230 mil pesos logrados ante la delegación, se inauguraron la techumbre y escaleras de la Unidad Habitacional Antorcha Popular I y la velaría de la Unidad Habitacional Margarita Morán Véliz.
Además, cerca de tres mil familias han resuelto su problema de vivienda en las colonias Wenceslao Victoria Soto, Mariel Huerta Zamacona, José Guadalupe y las Unidades Habitacionales Antorcha Popular y Margarita Morán; con seis millones de pesos se han mejorado viviendas en las unidades habitacionales antorchistas de la delegación y con otros dos millones de pesos más también se les ha brindado mantenimiento.
En otras áreas de Iztapalapa, se han electrificado las viviendas de 500 familias y se les ha provisto de alumbrado público; se han construido cuatro techumbres metálicas para espacios deportivos; con cinco millones de pesos se abrieron espacios con juegos infantiles y un salón de usos múltiples, pavimentado varias calles, construido pies de Casa, conseguido becas escolares y apoyos para recién nacidos.En 2015, mediante la lucha jurídica y política, se evitó el desalojo de 150 familias del predio Rojo Gómez 1320; se logró la regularización de los comerciantes de la zona norte del parque Cuitláhuac, que hasta antes eran agredidos por caciques del comercio informal.
Con estos avances no se termina la pobreza, ni la arrogancia de los gobiernos insensibles a las necesidades del pueblo pobre, y tampoco, por supuesto, la lucha del MAN por superar los graves problemas del país.Con estos logros, Antorcha llega cumple 28 años de trabajo; por eso el pasado 20 de mayo reunió a 40 mil antorchistas en la Plaza de Toros México; 28 años iluminando el corazón del país.
El MAN tiene presencia en todos los estados de la República y para el futuro inmediato se plantea ganar el poder político de México para así combatir de fondo la pobreza, el enemigo a vencer de nuestra organización, acentuó la dirigente antorchista en la capital del país, Gloria Brito Nájera.
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