Los techos de lámina y asbesto confunden este inmueble entre cientos de casas en obra negra que se levantan en Lomas de San Sebastián, una colonia popular al oriente del Estado de México, en la parte alta del municipio de La Paz.Es el Centro Escolar "Benito Juárez", al que se llega entre calles sin pavimentar, entre la polvareda como sendero.En salones de 4 por 4 hay hasta 50 niños.La lista de asistencia no deja lugar a dudas.

Este centro educativo forma parte del 30% de inmuebles escolares que no estaban construidos con fines educativos, registrados en el Censo de Maestros, Escuelas y Alumnos de Educación Básica y Especial 2013, realizado por el INEGI.Tres años después, la SEP, a través de su titular, Aurelio Nuño, no da un plan integral de inversión para subsanar sus carencias, en medio de un escandaloso sub ejercicio de sus programas estrella.

La reforma educativa del presidente Enrique Peña Nieto planteó "contribuir a la disminución del rezago en condiciones físicas de escuelas públicas de educación básica y al fortalecimiento de la autonomía de gestión escolar para mejorar la prestación del servicio educativo con calidad, equidad e inclusión".

"Ahora les dan taller, poesía, canto, lectura, por todo esto vale la pena" nos dice Sulan Alexis Terrones, ama de casa e integrante del comité de padres de familia de la colonia Margarita Morán, recordando la fundación de este centro escolar en San Juanito Itzícuaro, localidad a una hora de Morelia.

"Iniciamos muy mal, no teníamos nada.Ahora nos falta un aula, ponerle techo al patio, traer juegos para los niños, todavía son varias cosas" comparte Sulan mientras recuerda cómo junto con su esposo y alrededor de 100 padres de familia más han levantado el plantel educativo, el cual ha brindado educación a 3 de sus hijos.Las cooperaciones, faenas, resultaron insuficientes desde hace cuatro años por lo que acudieron a las autoridades locales y estatales, pero sin ninguna respuesta.

De acuerdo con Florentina García Miramón, investigadora del área de educación del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) es evidente que las escuelas más pequeñas "no tienen apoyo, ya que no hay recursos focalizados que se dirijan o que atiendan sus principales carencias", a lo que se suma la incomunicación y la carencia de servicios.

"Para los maestros, en realidad no tenemos escritorio" así explica las condiciones en que debe atender a 50 niños la maestra del primer grado de primaria Ericka Sánchez Venancio.Así han trabajado los 3 años de existencia del Centro Escolar "Benito Juárez" y antes era peor, afirma la maestra mexiquense.

Desde su fundación, el apoyo del Ayuntamiento ha sido nulo.Ni mobiliario, sanitarios, malla perimetral ni siquiera pipas de agua han logrado, deben buscarlas por otros medios.Los tres niveles educativos están divididos por una plancha de concreto, plaza cívica y área de recreo a la vez.

"Trabajábamos en carpas y llegó a venir personal de la SEP, nos sacaron fotos, pero nunca han traído nada" refiere la docente de la escuela donde llegan al menos 500 niños entre preescolar, primaria y secundaria diariamente.

Se requiere que cada nivel educativo tenga sus propias instalaciones reconoce la maestra Sánchez Venancio.Explica que los grupos son muy grandes debido al crecimiento poblacional; muchos padres trabajan en la CDMX y los hermanos deben cuidarse unos a otros."Hay mucha demanda, le hemos tenido que decir que ya no hay cupo, y hay gente esperando" agrega.

Datos del CIEP reportan que el Estado de México es la segunda entidad con más recursos para la educación pública, solo superado por la Ciudad de México a la que se le destina 33% del presupuesto nacional por la cantidad de estudiantes.

Gasto educativo sin ejercer

En 2016, la SEP recibió más de 723 mil millones de pesos.Este es mayor gasto anual que realiza el gobierno federal pues 30 millones de estudiantes del país dependen de la inversión pública para cursar sus estudios.Es el servicio con más demanda a nivel nacional.Además programas como el de la reforma educativa reciben anualmente recursos de hasta 50 mil millones de pesos.

Datos del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, indican que el 98% del gasto educativo se utiliza en nómina, magisterial y administrativo, y apenas 2% para el mantenimiento de la infraestructura existente y nuevas adquisiciones.

Sin embargo, en lo que va de 2016, la SEP no ejerció un 90% de los recursos de la reforma educativa, su programa "prioritario".Hasta septiembre, había gastado 270 millones de los 809 millones destinados a "contribuir a la disminución del rezago en condiciones físicas de escuelas de educación básica".

"La Secretaría de Hacienda y Crédito Público junto con la SEP dentro del marco legal no tienen la obligación de dar rendición de cuentas de por qué no se ha ejercido el 100% o no se han ejercido más del 5% de los recursos de los programas.Y si no se ejerce el presupuesto de una gran cantidad de programas que son claves para implementar la reforma educativa, pues entonces no se está llevando a cabo" explica la investigadora del CIEP.

Para ejemplo, el denominado Escuelas al cien atendió a 9, 418 centros educativos, solo el 28% en su primer año de operación.La SEP calcula que será en 2018 cuando cumplan su primera meta de remodelar 33 mil planteles de los tres niveles, pero con los sub ejercicios, asegura la especialista, la meta se retrasará nuevamente.

Padres de familia, el próximo movimiento contra la SEP

En el foro "Social Mobility Summit", el secretario de educación pública, Aurelio Nuño Mayer, habló de 100 mil escuelas de educación básica que concentran el 14 por ciento de la matrícula escolar a los que buscará "reconcentrarlos" para lograr "un gasto mucho más eficiente".

El discurso oficial parece querer borrar de tajo los largos años de abandono institucional de estos miles de centros atribuyéndoles a ellas mismas las carencias históricas de infraestructura y las largas batallas con las burocracias locales para acercarse el servicio educativo.

Esto ha generado gran inconformidad entre los padres de familia.Afirman que lejos de apoyar los esfuerzos hasta ahora alcanzados en cobertura e inclusión, el funcionario no habla de sub subsanar sus carencias, sino obligarlos a reubicar a sus hijos, lo que impacta en su economía familiar y su dinámica laboral.

Las próximas protestas, adelantan, ya no serán de maestros, sino de padres de familia, quienes están dispuestos a seguir adelante peleando infraestructura y programas efectivos.

"Como aquí siempre hay clases, tendremos que marchar y los maestros saben que los apoyamos en todo lo que se pueda.Si lo hacemos por la colonia, pues imagínese con los maestros, con mucho más razón, es la educación de nuestros hijos" afirma la madre michoacana, quien sabe que no será fácil exigirle a la propia SEP federal."No les gustan las marchas en la Ciudad de México, es lo que he visto en las noticias, pero ni modo"

"Lo que nosotros pedimos como cualquier padre de familia es educación para nuestros hijos, eso es lo único, si para hacernos caso tenemos que ir a la Ciudad de México, ahí estaremos" adelanta también el padre neolonés, quien por la distancia tampoco se inmuta."Se supone que estas escuelas son del gobierno, pero solo de nombre, porque nadie se ha venido a parar aquí".