Sabemos que actualmente México esta pasando por una 3era ola de contagios por Covid-19, y que en su mayoría afecta a jóvenes menores de edad. Mientras aumentan los contagios y crece la preocupación por esta tercera ola, el presidente Andrés Manuel López Obrador se desentiende de las consecuencias; pero daña nuestra salud con el regreso a clases presenciales sin dar vacunas a todos los estudiantes. Tomando en cuenta datos estadísticos que informo la Secretaria de Salud Federal, México continúa registrando nuevos contagios de Covid-19, así como un alza incontenible en el numero de casos; y es que, de acuerdo con el reporte estadístico, son ya 3 millones 671 mil 611 casos confirmados hasta el día primero del mes en curso, sin mencionar los posibles casos y muertes que siguen en aumento constante.
El Subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, hizo declaraciones desafortunadas, en el sentido de que los niños tienen menor riesgo de contagiarse de covid, lo que ha servido para que el propio presidente se haya desentendido y no haya girado instrucciones para que se vacunen los menores de 18 años, como ya ocurre en otros países. No obstante, cientos de miles de estudiantes del país se exponen tras el regreso a las aulas, mientras el número de contagios se ha disparado durante el último mes.
De acuerdo con datos del Sistema de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA), el 8 de agosto se registraron 693 muertes, y a sólo tres semanas del regreso clases presenciales se dispararon alarmantemente los casos de niños infectados, al pasar de 194 mil 876 a 232 mil 428, es decir, hubo un incremento de casi 40 mil. Además, se incrementaron los casos de niños que tuvieron que ser hospitalizados urgentemente en mil 373, al pasar de 8 mil 491 a 9 mil 864.
Sabemos que la situación en todo nuestro país es cada vez más grave, pues en la mayoría de los Estados no se cuenta con el suficiente recurso o materiales necesarios para seguir atendiendo a personas que dan positivo, pues se sabe que las cifras de enfermos aumentan cada vez más.
Ahora bien, pongamos el ejemplo del estado de Colima, que llegó a estar en código negro. Según el reporte con respecto a la ocupación hospitalaria, el porcentaje en la entidad sigue en aumento, los hospitales están sumamente saturados y no hay camas ni lugares en donde atender a todos los enfermos; las condiciones cada vez son más críticas, y así como Colima, hay muchísimos ejemplos más de diferentes Estados, en donde desgraciadamente los hospitales no cuentan con los recursos necesarios para poder atender a todos los enfermos.
Las probabilidades de que las muertes continúen en nuestro país, son cada vez más seguras, pues desgraciadamente seguimos sin contar con un plan de vacunación inmediata para toda la población menor de 18 años; esto, mencionando que ya se dio a conocer por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), que se puede vacunar a la población mayor de 12 años; sin embargo, el gobierno federal no contempla la inmunización de niños a menos de que éstos estén en riesgo al padecer diabetes o comorbilidad. Es importante mencionar que la variante Delta, corresponde a una variante del SARS-CoV-2, el virus que causa la covid-19 y que afecta en su mayoría a los niños y adolescentes; tomando en cuenta que la población joven sigue sin estar vacunados las probabilidades de contagio son mayores.
Es un hecho que el regreso a clases presenciales es de un alto riesgo, pues la decisión de volver a reabrir las escuelas sin antes estar inmunizada al menos el 70% de la población joven, tendrá consecuencias; es preciso tomar conciencia y exigirle al gobierno que antes de este regreso a clases, el sector estudiantil sea vacunado, pues está en juego la vida de miles de estudiantes.
La Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios “Rafael Ramírez” (FNERRR), tiene aproximadamente más de tres meses luchando, para que el proceso de vacunación sea agilizado y para que las vacunas lleguen a los jóvenes, pues estamos conscientes de los decesos que ha presentado nuestro país, y porque no queremos poner en riesgo nuestra salud.
Queremos vivir y estudiar, no estudiar y morir.
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