En Jalisco y el país tras más de un año de suspensión de clases presenciales por covid-19, el pasado 30 de agosto arrancó el ciclo escolar 2021-2022 de forma presencial, pero este regreso a clases encuentra escuelas en deplorables condiciones. Los que hemos abrazado la profesión de enseñar, así como, padres de familia y alumnos encontramos las aulas en peor estado que antes de la pandemia. Muchos planteles fueron vandalizados, los ladrones se llevaron prácticamente todo y ahora no cuentan ni con agua para los baños, energía eléctrica, entre otros servicios.
La misma Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ) informa que 500 escuelas de 33 municipios de Jalisco, detectó que el 17.4% de los planteles carece de una conexión adecuada a Internet. Esto desde luego dificulta que se lleve a cabo el modelo híbrido y el modelo a distancia que fue anunciado por las propias autoridades. El organismo también informó que de las escuelas visitadas el 6.6% no tiene sanitarios funcionales, 6.5% carece de electricidad, poco más del 4% no tienen un sistema de drenaje adecuado y 2.2% carece de servicios básicos de agua potable, lo cual debería impedir llevar a cabo las clases presenciales en dichos centros escolares.
Ante las deplorables condiciones en que se encuentran las escuelas. Para los que buscamos, no solo educar, sino también cuidar la vida y la salud de los alumnos y sus padres, considero que debemos respaldar, sin titubeos las justas y legítimas demandas de un importante sector del magisterio nacional y organizaciones estudiantiles, entre ellos la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios “Rafael Ramírez” (FNERRR) quienes exigen que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador destine recursos del erario público para atender las carencias de los planteles afectados.
Cabe mencionar que, en Jalisco, la emergencia se hace más evidente en las costas de la entidad, que fueron afectadas primero por la pandemia y recientemente por los destrozos del huracán “Nora” en su paso por esta parte de la geografía estatal que ocasionó daños en la infraestructura carretera y obviamente la educativa pues, en la zona aún hay escuelas construidas a base de materiales de mala calidad como laminas y madera.
Además de las instalaciones en malas condiciones, la falta de mobiliario es otra de las cosas que prevalece en muchos planteles. Al no contar con pupitres suficientes, los niños tienen que compartir los mesabancos con lo cual se impide mantener la sana distancia que se recomienda en los protocolos sanitarios.
Con lo anterior ya no hay duda de que en muchos centros escolares no tienen las condiciones sanitarias que se requieren en este regreso a clases presenciales. Es por eso por lo que hoy más que antes se les exige a los gobiernos de los tres niveles, sobre todo al federal que equipen y arreglen adecuadamente las escuelas y aulas de Jalisco y el país y no solo impongan decretos a docentes y padres de familia a costa de la vida y la salud de los menores.
No está de sobra, reiterarle al presidente que los maestros, estamos totalmente de acuerdo en regresar a las clases presenciales; sin embargo, consideramos que es nuestro derecho y obligación exigir condiciones óptimas para desempeñar nuestra labor y al mismo tiempo garantías sanitarias para evitar contagios entre docentes y alumnos. En caso contrario al acatar ciegamente las indicaciones ejecutivas del presidente López Obrador, estaremos arriesgando a los futuros médicos, abogados, ingenieros. En este contexto no nos queda otra alternativa que aprestarnos a cuidarlos y defenderlos al precio que sea necesario. Todo por el futuro de nuestra patria.
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