Estamos a escasos seis días de la inauguración del décimo cuarto torneo nacional de basquetbol que el Movimiento Antorchista realiza cada año en la ciudad de Morelia, Michoacán, después de que fue suspendido por la contingencia sanitaria por la pandemia de la covid-19.
La inauguración será el 25 de noviembre en la plaza Melchor Ocampo ubicada en el Centro Histórico de la capital michoacana, y los días 26 y 27 se llevarán a cabo los encuentros entre los equipos representantes de cada uno de los estados que se darán cita en este magno evento que se desarrollará en las instalaciones de la Unidad Deportiva Wenceslao Victoria Soto, un complejo deportivo moderno y funcional que cuenta con una alberca semiolimpica, tres canchas de futbol soccer con pasto sintético, una pista de atletismo de tartán y, las respectivas canchas de basquetbol y voleibol completamente techadas.
Este complejo deportivo es fruto del trabajo abnegado del antorchismo michoacano y bacional en el que se materializó, de manera concreta, un espacio en el que nuestra organización lleva a cabo la persistente tarea de promover e impulsar el deporte masivamente entre la niñez, la juventud y los adultos, como parte de su trabajo cotidiano de organización y concientización del pueblo mexicano.
La Unidad Deportiva Wenceslao Victoria Soto es un orgullo de los antorchistas y de los deportistas del poniente de la ciudad que acuden diariamente a ejercitarse en las instalaciones que fueron gestionadas con su participación y, que en los próximos días recibirá a cientos de jóvenes deportistas, entre los que se respira un ambiente de unidad, solidaridad y fraternidad, que no impide que sea un torneo muy disputado de un alto nivel competitivo.
Convencido estoy de que el Movimiento Antorchista es de las poquísimas organizaciones políticas, por no decir la única, entre las que podemos incluir a los partidos políticos, que realiza este tipo de torneos nacionales en diferentes deportes cada año, como el de voleibol que tiene su sede en el Puerto de Veracruz; el beisbol que se lleva a cabo en Culiacán, Sinaloa, entre otros, y, su competencia cumbre que es la Espartaqueada, una especie de olimpiada en muchas disciplinas deportivas que se realiza, cada dos años, en la cuna de nuestro movimiento, en Tecomatlán, Puebla.
Lo más meritorio es que todos estos eventos son organizados y realizados con los escasos recursos de nuestra organización y los jóvenes deportistas.
El deporte es un recurso fundamental que contribuye a la formación de hombres y mujeres esforzados, que al practicarlo elevan su espíritu, cultivan su inteligencia y se forjan una disciplina que les permite un desarrollo integral.
El deporte es una actividad que mejora las capacidades físicas e intelectuales de todas las personas, por eso es lamentable que más del 60 por ciento de la población de nuestro país no practique ningún deporte y más lamentable es que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador no lo tenga entre sus prioridades, ni a nivel académico, como parte de la formación de los estudiantes en los distintos niveles educativos, menos como una práctica de alto rendimiento, como quedó demostrado en la participación olímpica de Tokio 2020, al obtener sólo 4 medallas de broce que ubicaron a México en el lugar 84. El abandono del deporte, por parte del gobierno federal, si bien es cierto no es nuevo, también lo es, que la mal llamada Cuarta Transformación lo ha profundizado.
Los antorchistas nos hemos propuesto rescatar el deporte como una actividad de superación física e intelectual de hombres y mujeres, que al medirse con otros seres iguales se den cuenta de cómo están sus capacidades, dónde deben trabajar más, que aspectos de la práctica deben intensificar para ser mejores, de acuerdo con el objetivo histórico del deporte en los tiempos de la antigua Grecia, donde se competía por un premio simbólico, como una corona de laureles, que tenía un significado de gloria y honor para los deportistas y no un significado económico como en la actualidad en que el deporte está en manos de los grandes empresarios a nivel mundial que lo han convertido en un jugoso negocio y a los deportistas en simples mercancías, ante la indolencia de los gobiernos, como el nuestro.
El papel del deporte practicado masivamente es muy importante porque contribuye a la salud física, mental y espiritual de los ciudadanos, si fuera una preocupación genuina de las autoridades no tendríamos el primer lugar de obesidad a nivel mundial, ni una población enferma de varios males que se pueden prevenir, tampoco una juventud enajenada por los vicios, al contrario seriamos un país con ciudadanos sanos, despiertos, con inquietudes para rescatar a México del deterioro social en que se encuentra sumido desde hace décadas, para construir una patria más justa en cuanto a la distribución de la riqueza nacional, que es la madre de muchos problemas que padece México. Seguiremos perseverando para alcanzar la meta, en la que el deporte constituye una herramienta eficaz.
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