Una red social es caracterizada como una plataforma digital de enlaces con gente común que llega a tener coincidencia de acuerdo con ciertos intereses compartidos entre los agentes que, detrás de un monitor, entregan a estas plataformas datos importantes de su vida cotidiana, sin embargo, desde su origen, mucho se ha hablado acerca de la libertad que prestan estas plataformas y de los riesgos latentes que existen al hacer un solo clic.
Si bien, es cierto que la cercanía existe, al menos de manera artificial, pues se rompen las barreras de la distancia, el idioma etc. Parece ser que el uso del internet y su ventana a la contemplación de las actividades ordinarias de la comunidad digital nos han quitado poco a poco, la capacidad de interactuar con nuestros semejantes aquí, en la vida real.
¿Cuánto tiempo se dedica a las redes sociales? Un informe último sobre el tiempo que consume un dispositivo móvil entre aplicaciones, juegos y uso del internet, ha arrojado que, al día, en promedio, un joven mexicano utiliza 8 horas su teléfono celular, esto quiere decir que, durante 8 horas al menos, el joven es abstraído de la realidad circundante y es llevado al mundo digital en donde puede informarse, comunicarse. Pero también puede sufrir las consecuencias negativas del mal manejo de estas redes.
La educación ha sufrido grandes cambios, uno de los últimos procesos fue el modelo pedagógico, a través de los mecanismos digitales que permitieron, en su momento, acercar el conocimiento de las ciencias a casi cualquier parte del mundo con un acceso prácticamente ilimitado, así nacen los modelos “e-learning” con el apoyo de las TIC para la formación profesional de los individuos, “b-learning” en donde estas tecnologías ahora son la base del conocimiento y, por último el modelo “m-learning” que utiliza precisamente estas plataformas, juegos, aplicaciones y demás para poder apoyar en la formación profesional de las personas que así lo decidan.
Es notable el avance y las ventajas que encontramos al menos en los aspectos educativos, con el uso de las redes sociales, ahora incluso, y derivado de la pandemia, pudimos darnos cuenta de las ventajas innegables que obteníamos con el uso de las redes y sus funciones de transmisión en vivo, creación de grupos cerrados, foros de discusión, proyección de conferencias etc. Las redes sociales mostraron que podían ser, y lo son, una ventana al mundo, pero a veces a aproximarse al mundo cibernético nos alejaba más de este, el material.
Son incontables los casos también de ciberacoso, fraudes, fake news, el terrible “grooming”, acceso a contenido inapropiado, masificación de la información privada, robo de identidad, provocado también del uso excedente y sin conciencia de las redes sociales, al mismo tiempo se ha manifestado que, cada vez más, un sector de la población creciente es prácticamente absorbido por el manejo de las redes sociales, provocando una menor interacción con sus pares, es decir, prefieren vivir en el mundo de la realidad virtual, en donde los filtros y reels hacen ganar popularidad y abandonar el mundo terrenal.
Otros de los casos más sonados han sido precisamente el de los males derivados del uso excesivo de estas herramientas, tantas que han llevado a jóvenes a tomar decisiones sobre su estilo de vida, forma de comportarse e incluso pensar en poner fin a sus días por la afectación que las redes provocan en ellos, con comentarios negativos o en la idea del porqué no se ha podido generar tanta afluencia de “likes” en las publicaciones que generan.
Al final de todo debemos entender que las redes sociales, son una herramienta más creada por el hombre, para poder hacer de nuestra vida algo más sencillo, y si sabemos cómo usarlas y dominar el tiempo que utilizamos navegando en internet proyectándolo a algo de utilidad, seguramente nuestra perspectiva en torno al uso y manejo de las redes sociales podrá cambiar.
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