Recientemente, la consultora McKinsey & Co dio a conocer la lista de 10 países que concentran el 60 por ciento de la riqueza a nivel global, entre los que, en el número nueve, se encuentra México con tres billones de dólares.
Otro dato importante que aportó la consultora es que China desplazó a Estados Unidos del primer lugar de este listado y ahora, el también denominado “Gigante asiático”, encabeza a las naciones más ricas del mundo con 120 billones de dólares (bdd).
Actualmente, esta es la repartición de la riqueza en el mundo: China,120 bdd; Estados Unidos, 50; bdd; Alemania, 14 bdd; Francia, 14 bdd; Reino Unido, siete bdd; Canadá, siete bdd; Australia, siete; bdd; Japón, tres bdd; México, tres bdd y Suecia, dos bdd.
Sumado a esto, tenemos que en nuestra época hay más multimillonarios que nunca. En 1996 había 423 en todo el mundo, mientras que, según la revista Forbes, en marzo de este año eran 2.095; o sea, cinco veces más.
Sí, hay más multimillonarios, pero no es cierto que exista el “efecto derrame o goteo”; es decir, que si a unos les va bien, también les irá bien a todos. No, eso no es verdad, pues en tanto hay más súper ricos, hay más súper pobres, según lo demostró una investigación de David Hope y Julian Limberg de la London School of Economics and Political Science.
Es falso que sea bueno para la economía que haya superricos y que sus fortunas estén cada día más exentas de impuestos. Después de estudiar lo ocurrido en 18 países pertenecientes a la OCDE, durante los últimos 50 años, se concluyó que hay más desigualdad allí donde han bajado los impuestos a los ricos. En su investigación comprobó que menores impuestos a los ricos y más desigualdad va unido a menos crecimiento económico y a más desempleo, de donde deducen que no hay que tener miedo a subir los impuestos a los superricos porque eso no va a producir menos actividad o menos empleo, sino todo lo contrario. (Forbes).
México está dentro del 25% de los países con mayores niveles de desigualdad en el mundo, a pesar de que se encuentra entre los más ricos del mundo.
Y la pobreza aumenta con el hecho de que el Presupuesto de Egresos de la Federación 2022 no etiquetó recursos para que los municipios realicen obras para beneficio de la población más necesitada. Por el contrario, AMLO honra su compromiso con los grandes magnates que construyen sus obras que darán sello a su sexenio: aeropuerto Santa Lucía, refinería de dos bocas, Tren Maya y Corredor Interoceánico-Itsmo de Tehuantepec.
Por tercer año consecutivo, el gobierno de la 4T secuestró los recursos de los mexicanos para dar satisfacción a los caprichos del presidente López.
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