Indiscutiblemente este mes, el gobierno de la 4T ha pasado aceite y sudado frío.
Primero. - El jaqueo de Guacamaya Links, realizado a los Centros Informáticos Militares del Ejército Mexicano en nuestro país, puso al descubierto, además de la pésima salud del presidente, Andrés Manuel López Obrador, la alta vulnerabilidad de nuestra seguridad nacional y también destapó, una serie de irregularidades, mentiras y circunstancias que, si bien es cierto, ya se sospechaba que existían, hoy, con claridad se puede afirmar que son ciertas,
Segundo.-. El libro “El Rey del Cash”, escrito por la exesposa de un íntimo allegado político del mandatario y en el cual narra hechos y circunstancias que ella vivió y testimonió de primera mano, en el cual evidencia y descubre fehacientemente la forma del financiamiento arbitrario, irregular, mafioso y delincuencial que ha venido llevando a cabo por años, López Obrador, junto con su de por vida cómplice, partido Morena.
Pero de todo este mar de información, lo más importante, creo yo, sería la relación política de amasiato tóxica y peligrosa, que se ha dado entre el gobierno civil de López Obrador y el grupo de poder militar que está a su alrededor.
Con base en el contenido, al tipo, y a la forma, de la información evidenciada por Guacamaya Links, algunos analistas han llegado a concluir que, no es el presidente que está haciendo uso del ejército para todo, sino que es el ejército, que de una u otra forma, usa al presidente para sus objetivos de poder.
Dichos documentos revelan que las mañaneras no son más que un portal de ideas planteadas y discutidas en la antesala por el ejército, y pareciera ser que el presidente solo recibe orden o línea política del verde olivo.
Otra de las importantes revelaciones, es que el ejército no para en tener todo lo necesario (ya sea de forma lícita o ilícita) para hacerse de absolutamente toda la información de la actuación de personas, grupos y organizaciones de oposición y de los grupos de la mafia organizada; de estos últimos tiene, teléfonos y direcciones, actividades planeadas, fechas y horas exactas de actos delictivos y de homicidios. Me quedo con la idea, de que el ejército pudiera ser capaz de resolver todo, sin el más mínimo de los problemas, puesto que, tiene la capacidad y la información necesaria para actuar ya sea promoviendo o deteniendo los actos, y que solamente está en espera de una orden.
Asimismo, el presidente encubre y solapa no solamente la actitud ilícita de espionaje del ejército, llamándola labor de inteligencia, (no olvidemos que el espionaje se ejerce no solamente a los grupos delincuenciales sino también, a personas, organizaciones y grupos de oposición), sino que también cual manto sagrado, los protege de todo mal, sobre todo de las acciones de tipo legal que atenten contra su personal militar de cualquier nivel ; ejemplo, el caso del general Cienfuegos, acusado por el gobierno Norteamericano de tener nexos con el narcotráfico, y que de un plumazo fue absuelto por el mandatario mexicano , o bien el caso, de la detención de las averiguaciones previas y órdenes de aprehensión levantadas en contra de una veintena de militares que resultaron ,ahora sí, estar involucrados en el homicidio de los 43 normalistas de Ayotzinapan.
Pero no sólo es encubrimiento y el solapamiento de estas acciones, sino que también el presidente, deliberadamente ha empoderado económica y políticamente al Ejército Mexicano, otorgándole el manejo y concesión de puntos de estrategia nacional, como el control y administración de Puertos Marítimos, Aeropuertos, Aduanas, se les ha involucrado en el área de la Construcción de Interés Nacional, como del Tren Maya, la Refinería Dos Bocas, el Aeropuerto Felipe Ángeles, (contraviniendo a nuestra constitución, todas estas concesiones están exentas de medidas de control, de fiscalización y de auditoría) y pareciera ser que también les cumplirá su ambicioso deseo de administrar hoteles de gran turismo y entregar totalmente en sus manos para su administración a la extinta Mexicana de Aviación. En fin, existe un total apapacho y preferencia peligrosa por ese verde olivo.
El mexicano común y corriente, el de a pie, podrá preguntarse ¿qué tiene de malo la militarización? ¿A qué se debe la militarización?, ¿Qué involucraría y sobre todo qué consecuencia tendría esta constante militarización nacional? Según los conceptos básicos de los expertos, la militarización no es otra cosa más que, la potencialización de las fuerzas armadas en las áreas de la política, la economía, la educación, la salud, las finanzas; de tal manera que los militares poco a poco y cada vez más, van participando, e incidiendo en la política y rumbo del país. Circunstancia de la cual la constitución política nacional evita; es decir, que los militares no deben hacer política, nuestra historia nacional y también la mundial ya nos enseñó, que es lo que pasa cuando los militares toman el poder político, no olvidemos a Porfirio Díaz o Victoriano Huerta, a Augusto Pinochet, a Benito Mussolini o a Adolf Hitler….
Hoy más que nunca, y con todo el traperío sucio que le han sacado al sol al presidente, vuelve a ser cada vez más insistente la idea de que en México se está gestando un golpe de Estado de tipo Suave o Discreto.
Para entender con mayor claridad, es necesario saber qué un golpe de Estado es un acto de toma del poder político a través del uso de la fuerza o a través de otros medios aparentemente legales y que son encabezados por fuerzas militares o por fuerzas civiles o por ambos. Existen 8 tipos de golpes de Estado: el golpe Militar, el del pronunciamiento o manifiesto militar, el autogolpe de Estado, el golpe de palacio, el golpe electoral, el tácito, el golpe de Estado democrático, y, por último, el golpe de Estado suave o blando.
El golpe de Estado suave o blando se caracteriza porque no es violento, al menos al inicio, es conspirativo y tiene como objetivo desestabilizar al gobierno y ocasionar su caída, de tal manera que aparezca que no hubo golpe. Los golpistas de este tipo de acto consideran el golpe de estado tradicional como peligroso o pasado de moda, usan estrategias aparentemente legales para camuflar su objetivo fundamental, de tal manera que no parezca un golpe de estado.
En este tipo de golpe, se crean acciones para generar y promover un clima de malestar social, se visibiliza la escasez, la pobreza, la inseguridad, la crisis económica, la falta de seguridad social, la ineptitud gubernamental, la ingobernabilidad en el país, etcétera. Se responsabiliza al gobierno de todo ello, y se patentiza su incapacidad de gobernar, se promueven campañas en la defensa de la libertad de expresión, de prensa y de los derechos humanos, y al mismo tiempo se acusa al gobierno de acciones totalitarias.
Por último, se va forjando la renuncia del presidente mediante revueltas callejeras u otros medios, paralelamente se va preparando el terreno para una intervención militar basada en la ineficacia gubernamental del presidente y de su estado de gobierno civil. Se impone la idea de que es necesario una mano dura para poder enderezar la catastrófica situación gubernamental a la que ha orillado la ineficacia del mandatario, habrá o no, ocasiones en que se podrá desarrollar una guerra civil corta o prolongada…. (fuente: de la dictadura a la democracia. Gene-sharp).
Si nuestra realidad no es igual al planteamiento anterior, al menos es muy parecida,
• El ejército cada día y de forma discreta y camuflada ha tomado fuerza, no solo en los términos descritos arriba, sino que también, hoy más que nunca maneja inmensas cantidades de recursos económicos no solamente para compra de armas, uniformes, infraestructura etc. Sino también se suman la de los jugosos contratos, que se generan en las construcciones que se les ha designado, y todo esto sin ningún tipo de fiscalización o regulación de auditoría. Por cierto, cada vez más aparecen militares o exmilitares que surgen como empresarios proveedores o de otro tipo, es decir cada vez más aparecen camarones verde olivo, que a río revuelto hacen su riqueza. El problema de todo ello no es el haber empoderado económica y políticamente al ejército verde olivo , sino ahora, el problema será como des empoderarlos y habría que preguntarse si ellos ¿estarán en la disponibilidad de ceder nuevamente todo lo que se les ha otorgado?
• No sólo visibilizamos, sino que vivimos en carne propia ,la pobreza, la inseguridad, los asesinatos, las extorsiones, los desplazados de sus pueblos y sus hogares , la carestía, la constante inflación, la falta de medicinas y de seguridad social, al menos todos tenemos un amigo o familiar dentro de los 500 mil muertos por covid-19, vemos con claridad la ineptitud, la indiferencia y el cinismo gubernamental para con las promesas y compromisos de campaña con los mexicanos, pero por el otro lado de la moneda, vemos cómo la clase política y la familia de la clase política y sobre todo la del mandatario no tiene
dispensó en los gastos onerosos y excesivos para con ellos.
• La imagen política del presidente y de su partido, evidentemente han venido a la baja, aunque sus defensores dicen lo contrario, el último proceso electoral lo demostró, en menos de tres años perdieron 15 millones de votos, de los 30 millones que lo apoyaron, al mismo tiempo, las intenciones de alianzas, con partidos políticos como el P.R.I. , demuestra también, que el Presidente hoy ya no se siente tan seguro, además, los pleitos y grescas, la división y la formación de tribus en Morena, de las cuales cada una jala agua para su molino, trae como consecuencia un debilitamiento al unidad política que en antaño presumía ese partido. Hoy la 4T es una vil y exacta copia de la pésima y agónica salud presidencial.
• Si a esto le sumamos el hecho de que no existe una oposición política seria y honesta, y sobre todo que pueda ser defendida con verdadera dignidad, pero sobre todo seguida con verdadero entusiasmo representativo, el resultado de todo ellos es que, tenemos un panorama que ante cualquier militar con cierta ambición política (y claro que los hay) pudiera hacer pensar que el gobierno civil evidentemente es altamente ineficaz y por tanto lo que hace falta es una mano dura para
corregir la catastrófica situación a la que ha llevado este gobierno de aventura.
Ojalá me equivoque
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