Estamos en el quinto año del Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO). En pocos meses se llevará a cabo la elección federal, no sólo para elegir al nuevo titular del ejecutivo, sino también para renovar ocho gubernaturas y el congreso de la unión. Por ello, este año es decisivo para el rumbo que tomará nuestro país.
Por todos es sabido que los candidatos, cuando se encuentran en campaña, realizan grandes declaraciones que se traducen en promesas, muchas de ellas irrealizables, sólo con la intención de cautivar y llegar al puesto de elección que están buscando. Esta práctica no es nueva, y no es solo del Gobierno actual; desafortunadamente, es una forma de engañar al electorado que tiene esperanzas en una mejor calidad de vida para los suyos.
Como lo escuchamos cuando era candidato y ya como presidente: “Al diablo las instituciones”, efectivamente, AMLO cumplió con eliminar instituciones autónomas, como el Inai y la CNDH.
México, como un país en vías de desarrollo, siempre ha tenido candidatos que, a lo largo de su historia democrática, han hecho promesas que, a primera vista, parecieran ser la receta mágica para resolver los problemas añejos de nuestro país. Sin embargo, también la historia se ha encargado de desmentir esta demagogia.
Nuestro país ha llegado al absurdo de que, cuando algún candidato llega al poder, incluso utilizan propuestas o promesas de los candidatos opuestos que en algún momento fueron criticadas, y no obstante, las emplean como su plan de trabajo y dejan de lado sus propias propuestas.
En la conferencia mañanera del 11 de enero de 2024, el presidente dijo: "Yo creo que 98 de los 100 compromisos ya los hemos cumplido". Pero veamos cuáles son las promesas cumplidas más importantes de este Gobierno. Entre ellas destacan la eliminación de las instituciones autónomas, pues como lo escuchamos cuando era candidato y ya como presidente: “Al diablo las instituciones”. Y efectivamente, se fueron todas las instituciones autónomas, quedando eliminadas o incapaces de funcionar. Ejemplos de ello son el INAI y la CNDH.
Otra promesa cumplida fue la cancelación del aeropuerto de Texcoco, a pesar del alto costo que implicó pagar a las empresas que tenían los contratos, así como las pérdidas por lo que ya estaba construido y la falta de responsabilidad civil o penal a los funcionarios por corrupción, cuyo argumento fue el motivo fundamental para dicha cancelación. Aunado a esto, los platos rotos los pagarán los trabajadores con sus impuestos.
Una más, también prometió y cumplió eliminar todos los fideicomisos. Sin embargo, hasta el día de hoy, no hay ningún funcionario del antiguo Gobierno en la cárcel por cuestiones de corrupción, pues esta también fue la razón principal de la eliminación. Pero en los hechos, solo utilizó los recursos para financiar sus obras faraónicas.
Ahora echemos un vistazo a los temas pendientes de este Gobierno. Entre las promesas incumplidas está hacer realidad el derecho a la salud, ya que prometió siempre que tendríamos un sistema de salud como los Países Bajos, como Dinamarca, un sistema de salud de primer mundo. Sin embargo, cifras del Coneval señalan que hay una reducción en los servicios de salud, pues pasaron del 16.2 % en 2018 al 39.1 % en el 2022. Y no olvidemos que México fue uno de los países con más muertes en la pandemia. Cancelar el Seguro Popular afectó a los más pobres de México, quienes, según su lema de campaña y Gobierno, “primero los pobres”, se entendería que eran prioridad. Sin embargo, han sido los más afectados y ni con la súper mega farmacia, anunciada con bombo y platillo, se ha podido atender a los miles de mexicanos enfermos crónicos que no tienen el medicamento en sus clínicas.
Otra promesa incumplida es la seguridad de México. A pesar de que se creó la Guardia Nacional e instrumentó la política de abrazos y no balazos, ninguna de las dos ha funcionado. Posiblemente eso obligó a este Gobierno a darle un giro a su política y tomar una medida más, consistente en acusar a los delincuentes con sus padres y abuelos, pero tristemente tampoco ha tenido resultados.
Recordemos el desabasto de gasolina que este Gobierno generó con el pretexto del huachicoleo, problema que sigue vigente. En el área de educación, la reforma que se impuso modificó al sistema educativo desde la educación básica hasta la superior y resultó altamente improvisada.
Hay muchos otros temas pendientes que deja este Gobierno y que la sociedad debe tener en cuenta, pues en este recién iniciado quinto año solo hemos visto fracasos y más escándalos. Se quedan muchas promesas pendientes, como la disminución de la pobreza, el crecimiento prometido del PIB al 6 %, la disminución del precio de la gasolina, la verdadera seguridad y la desaparición de los feminicidios, entre muchos otros.
Estemos atentos y cuestionemos a todos los candidatos que vendrán a pedir nuestro voto. Y cuando sean Gobierno, exijamos que cumplan sus promesas de campaña.
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