El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronostica que para 2022 solo las economías avanzadas recuperarán los niveles de crecimiento económico que presentaban antes de la pandemia. Además, señala, China es el país que más se acercará a su tendencia prepandémica seguido por los países llamados emergentes y las economías en desarrollo (entre las que se encuentra México) y, que, como era de esperarse, los países que menos se recuperarán serán los más pobres.
¿Y cuál es su pronóstico para México? Aunque el pasado mes de julio la institución dio a conocer sus primeras proyecciones del desempeño de nuestra economía, actualmente las ha ajustado a la baja y se ubican en 6.2% y 4%, para 2021 y 2022, respectivamente; adicionalmente, el FMI vislumbra que la producción mexicana perderá impulso y que hacia el 2026 crecerá apenas 2% (el crecimiento promedio en las últimas cuatro décadas es de 3.6%).
Al respecto es importante notar que: 1) ubicar el pronóstico anterior en contexto y en perspectiva permite ver su significado y su alcance, 2) para el caso mexicano es fundamental notar la diferencia entre crecimiento económico y desarrollo económico cuando se habla de bienestar social y, 3) en general, la política económica de la “cuarta transformación” no ha fomentado ni el crecimiento ni el desarrollo.
El contexto al que me refiero es que el crecimiento económico de nuestro país al final del primer año del actual sexenio, 2019, cayó un -0.1% y, que para 2020, presentó otra reducción en 8.5% debido a la pandemia y al tratamiento que a ella dio el gobierno. Es decir, el desempeño de nuestra economía entre 2019 y 2020 tuvo una caída importante que provoca que una vez que las condiciones se hacen menos desfavorables el pronóstico del FMI sea esperable. Así, tomando en cuenta que el crecimiento anual (al que aquí nos hemos referido) mide el cambio porcentual en la producción nacional de un año a otro, vemos que, después de dos años de contracción, y una vez eliminadas ciertas restricciones (tanto en el contexto nacional como en el internacional), resulta lógico esperar un crecimiento positivo y relativamente significativo, aunque en términos absolutos este sea pequeño e incluso aunque no represente recuperación. Una mirada más sobria a los datos muestra que en realidad, con el crecimiento pronosticado, tendremos un nivel de producción similar al de 2017, es decir, que a finales de 2021 estaremos peor que en 2018 y 2019.
Ahora, una vez entendido el crecimiento y aclarado además que el desarrollo se entiende como la mejora del nivel o la calidad de vida de la población, podemos entender que el cambio en el nivel de producción por sí solo no refleja de modo completo el éxito o el fracaso de una economía debido que mide el crecimiento, pero no el desarrollo. Es decir, el valor del crecimiento económico no siempre (aunque sí a veces) implica desarrollo pues nos dice cuánta riqueza se produjo, pero no cómo se distribuyó; aunque el crecimiento sí es una condición indispensable para que haya desarrollo. Los resultados de la actual administración muestran, por un lado, que el crecimiento se ha deprimido y, por otro, que en el periodo de pandemia el desarrollo padecerá una pérdida promedio de 16 años de progreso (De la Torre, 2021).
Lo anterior es importante porque durante la pandemia la pobreza y la desigualdad entre los mexicanos aumentaron y se espera que se agraven y, la política económica de la 4T más que transformación es de continuación. Los economistas con poder de decisión, los consejeros y secretarios de la 4T (y de los gobiernos anteriores) aconsejan invertir recursos en programas de transferencias monetarias para sacar a los pobres de su atraso, dicen que esa es la mejor manera de lograr mejores niveles de vida. Sin embargo, a pesar de su larga data, en general, estos no han tenido resultados plausibles: en la década anterior a la 4T, de 2008 a 2018, el número de personas en situación de pobreza pasó de 49.5 millones a 52.4 millones (Coneval, 2019) y, entre 2018 y 2020, la pobreza creció dos puntos porcentuales (Coneval, 2021). Y la causa de tal fracaso no reside en la corrupción y el lucro de “intermediarios”, como quiere hacer creer el presidente; la razón del fracaso de las políticas sociales se debe a la concepción errónea que se tiene del problema: se piensa que se trata de un problema de carácter individual originado por la carencia de capital humano en las personas. La esencia del problema hace mucho que fue develada y se deriva de la estructura económica capitalista (con las particularidades del caso mexicano).
Con base en todo lo anterior, podemos ver que, aún si concediéramos que el crecimiento económico recuperará sus niveles anteriores a la pandemia, dichos niveles no tendrían mayores implicaciones en la calidad de vida de las mayorías mexicanas, como no las han tenido hasta ahora. Entonces, mejorar en términos de desarrollo no demanda únicamente recuperar los niveles de crecimiento; dicha mejora demanda, que al mismo tiempo que se generen mayores niveles de crecimiento, la política del gobierno mexicano dé un viraje que modifique la posición de nuestra economía en el contexto del capitalismo mundial y que, además, combata la pobreza y la desigualdad. Sin embargo, también hace mucho fue develado el hecho de que todo esto no vendrá por la voluntad de la clase en el poder, ni de sus aliados, ni de caudillos inspirados (ni aunque se trate de algún presidente). Hoy confirmamos, una vez más y quizá con mayor claridad gracias a la ilustración que nos proporcionó la pandemia, que la organización social es la salida. Y, todo esto es, precisamente, lo que se echa en falta en los discursos laudatorios que de su desempeño hace la “Cuarta Transformación”.
Fuentes
Coneval. (2019, agosto). 10 años de medición de pobreza en México, avances y retos en política social. Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social. Retrieved from https://www.coneval.org.mx/
Coneval. (2021). Informe de pobreza y evaluación 2020. Octubre 18, 2021, de Coneval Sitio web: https://www.coneval.org.mx/
De la Torre, Rodolfo. (2021). Desarrollo, movilidad social, desigualdad y pandemia. Recuperado en: septiembre 31, 2021, de Nexos Sitio web: https://economia.nexos.com.mx/
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