Hace unos meses la voz firme de los estudiantes anunciaba al unísono un rotundo no al regreso a clases mientras que las condiciones para hacerlo no fueran las adecuadas. Esta exigencia no fue solo una muestra de descontento, pues se comprobó con cifras y estudios; es decir, con hechos científicos que el regreso a clases presenciales, en México, en las condiciones actuales, se convertiría en un foco grande de infección de la covid-19.
Aún con nuestras pruebas, los acostumbrados oídos sordos del Gobierno federal han hecho caso omiso a las exigencias de los aprendices y, sin embargo, eso no ha detenido la lucha y las movilizaciones que han encabezado a nivel nacional, mismas que se hicieron llegar hasta el extranjero. La voz fuerte de los millones de estudiantes que comparten con al FNERRR las mismas exigencias resonó en todas partes, menos en palacio nacional.
A la sazón de los acontecimientos, en algunos estados de la república y con sus “condiciones” se inició con el nuevo “plan” para el regreso a clases ¡A un mes de terminar el ciclo escolar! (Lapsus brutus) y como si se tratase de una condena fatal, los primeros casos de contagio por coronavirus se hicieron presentes. “Ya hay 3 casos reportados de covid-19, tan sólo en la primera semana, ¿cuántos esperamos para la siguiente semana?” Dice la nota de la FNERRR del pasado 11 de junio, “Detectan tercer caso de la covid-19 tras el regreso a clases presenciales en Iztacalco, El caso se dio a conocer en la Secundaria Diurna No. 61 de la alcaldía Iztacalco” dice otro encabezado de El Universal.
No se necesita de un intelecto muy elevado como para poder entender los graves riesgos que corre la población estudiantil (hablamos de alumnos, maestros, personal administrativo y claro, también padres de familia) ante el fallido regreso a clases presenciales en las condiciones actuales. Y éste no ha sido el único desacierto que ha costado vidas al actual gobierno, porque no hay un buen manejo de la pandemia, de la crisis financiera venidera, de los miles de contagios y fallecimientos (2,45 millones según cifras oficiales, hasta el momento)
Entonces restaría preguntar ¿Estamos preparados para un regreso a clases seguro?, en Chiapas, como en otros estados de la república mexicana, existen escuelas en las que hace falta el agua potable, hay un sobrecupo, aulas en las que deben atender a más de un grupo de estudiantes a la vez, etc. Dicho sea de paso, es también consecuencia de un mal manejo de los recursos del Estado, porque es éste quien debería garantizar las condiciones para el estudiantado como lo declara la constitución.
No es difícil, ante estas pruebas, compartir la consigna de la FNERRR por garantizar las medidas necesarias para el regreso a clases seguro. Pero la indiferencia del Gobierno federal solamente demuestra una vez más y de manera irrefutable, que este gobierno no está de la mano del pueblo pobre de México, y que se han convertido en un grupo lacerante que sólo busca su propio beneficio a costa de la salud, de la vida de todos los mexicanos.
Por ello, exigimos una vez más que ante las pruebas antes presentadas y las nuevas ya expuestas, se cree un verdadero plan para agilizar la vacunación del pueblo mexicano y se asegure las condiciones para un regreso a clases seguro, así y sólo de esta forma se podrá regresar a las aulas, hacerlo de otra manera será un homicidio colectivo, un foco grande de infección que no podrá detenerse como no se han detenido los anteriores, queremos que las palabras de los estudiantes se hagan escuchar, no que estas se conviertan en un fatal: ¡Se los dijimos! para todos, que valga.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario