El año pasado nos dejó atónitos a muchos, que, en medio de la tercera ola más grave de la pandemia, el Gobierno mexicano decidiera invertir más de 500 millones de pesos en una consulta popular para preguntar al pueblo si desea enjuiciar o no a los expresidentes y así poderles encarcelar.
El ejercicio no hubiera sido tan imprudente si no se hubiera planeado y ejecutado en medio de una pandemia acrecentada por la falta de vacunas, medicinas, personal e infraestructura.
¿Cuántas vacunas se hubieran podido comprar con lo que se gastaron en la consulta? ¿Cuántas vidas se hubieran podido salvar comprando medicamentos para los enfermos con cáncer? ¿Cuántas escuelas se hubieran podido reparar? Ninguno de esos temas importó tanto como ganar popularidad, jugando con los sentimientos del pueblo. ¿En qué nos benefició a nosotros, que sí se vayan a enjuiciar o no a los expresidentes?, ¿acaso disminuyó la pobreza, acaso regresaron lo que se llevaron esos ladrones y lo repartieron a los más pobres? Por supuesto que no.
No conformes con tirar nuestro dinero a la basura con esa consulta, ahora se hará un ejercicio parecido disque para desarrollar una democracia participativa, aunque ni siquiera estamos seguros de que exista la democracia, pues sigue siendo una falacia en los hechos.
La consulta por la revocación de mandato es un invento más para argumentar la diferencia entre estos y los otros. Es un abuso de los que tienen el poder, pues antes de preguntarle a la gente si quieren o no que el presidente deje su cargo y se vaya a su rancho, mucho han hecho por comprar sus conciencias y por adormecer su sentido común, con el poderoso don dinero, ese es el truco del presidente, Andrés Manuel López Obrador: repartir dinero a todos, separar al pueblo.
Pero el dinero en las manos del pobre mediante los Programas de Transferencia Directa cura solo el sentimiento de pobreza, pues el que tiene y sabe que es suyo, se siente menos pobre, aunque después de que se lo acabe, siga padeciendo la pobreza más crudamente. Cuando eso pasa, la realidad se manifiesta y nos presenta los datos que López Obrador no dice con claridad: la educación en México, nunca había tenido tanta falta de atención, pues actualmente se le invierte solo el 3.1 por ciento del PIB, es decir, 883,929 millones de pesos (mdp) el nivel más bajo a partir de 2010, (https://expansion.mx/
Evidentemente también, a los estudiantes que se vieron afectados directamente, pues más de 3.6 millones de niños y niñas recibirán menos horas clase, dejarán de recibir su comida del día, y dejarán de practicar asignaturas que desarrollaban en ellos una educación más integral, esto, debido a la cancelación de las Escuelas de Tiempo Completo (ETC). Con base en datos del Banco Interamericano de Desarrollo, hubo una deserción de al menos 628 mil estudiantes entre seis y 17 años al inicio de este ciclo escolar, estas cifras quieren decir que al día 20 estudiantes aproximadamente, abandonan la escuela.
Y en salud no estamos mejor; el famoso INSABI no ha terminado de concretarse, nos dijeron que este instituto iba a crear un acceso universal a los servicios de salud, que iba a mejorar el sistema, pero en concreto no ha sucedido nada de eso. Prueba de ello son los 5 mil niños y niñas, aproximadamente, que murieron por falta de medicamentos.
Según el CONEVAL, la carencia por acceso a los servicios de salud tuvo un aumento considerable, pasando de 20.1 por ciento al 35.7 por ciento; es decir 35.7 millones de mexicanos no tienen como curarse. Y si a eso le agregamos la falta de empleo y los bajos salarios, podemos entender que una pensión económica no será suficiente si no hay mejores condiciones.
Así pues, votar porque López Obrador siga en el poder, es votar en contra de la educación y en contra de la salud de todos los mexicanos. Votar porque la 4T nos siga gobernando, es convertirnos en cómplices de la actitud autoritaria, insensible y hostil que han tenido hacia el pueblo que dicen defender y priorizar. Es atentar contra nosotros mismos. No caigamos en el engaño, una revocación de mandato en un país donde no hay condiciones de democracia, es solo una pérdida de tiempo y de mucho, mucho dinero.
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