Todos sabemos que el actual presidente de México logró en un momento determinado aglutinar la simpatía de muchos mexicanos, prometiéndoles que combatiría la corrupción y que sería el gobierno de “primero los pobres”, por eso llegó al poder; pero, ya vamos para el cuarto año de su gobierno y el país en vez de mejorar se atrasa, ahora hay mayor número de feminicidios, homicidios dolosos, más pobres; en la educación estamos peor, los programas de ayudas a los más desvalidos han desaparecido, hay casi nada de inversión en obras y servicios para los municipios, y la corrupción, que es la bandera de la 4T, sigue vivita y coleando pero ahora ya se presenta cínicamente.
En pocas palabras, ahora estamos peor y no podía ser de otra manera, ya que quienes tratan de hacernos creer que estamos ante una revolución son los mismos que gobernaron en el pasado y por lo tanto no pueden dar resultados diferentes.
Ahora bien, ¿por qué decimos esto actualmente del presidente y su partido?, pues porque como organización social y de lucha de los pobres de México siempre hemos estado orientando a la gente, explicándole quién y por qué en un momento determinado le conviene al país para que gobierne pensando siempre en que se mejore la calidad de vida de los ciudadanos. Eso se le ha explicado a los antorchistas y a todo el mundo que nos ha escuchado, pero también hemos sido incisivos en que la única opción verdadera para los males del país es que la gente humilde se organice en Antorcha y juntos, llevar al poder a gente que sí represente a los más pobres.
Por ejemplo, cuando en el año 2000 el panista Vicente Fox Quezada se lanzó para la presidencia de la República se generó toda una campaña nacional para hacernos creer a la opinión pública nacional que Fox era la salvación, cuando estaba claro que los grupos de poder viendo ya el gran desprestigio del PRI optaron por el panista porque él protegería los intereses de la clase económica gobernante. Esa era la tarea de Fox, proteger los intereses de la burguesía mexicana y no un cambio que buscara el bienestar de los mexicanos. Esto es lo que dijimos en ese momento y la historia nos dio la razón.
En el caso de López Obrador en el 2018, también lo expresamos públicamente, que él no era un líder genuino del pueblo pobre, sino que era un lobo con piel de cordero que sólo buscaba congraciarse con los más marginados para obtener sus votos, pero que una vez ya en el poder íbamos a ver lo que realmente era, un representante más de la burguesía mexicana que no ha sentido rubor alguno por traicionar a los sectores más pobres que lo encumbraron.
Es en este contexto donde quiero ubicar los ataques del presidente Andrés Manuel López Obrador contra Antorcha, porque como él se siente iluminado (persona inspirada por un poder sobrenatural para emprender una acción, predecir un acontecimiento, etc., o que cree estar en posesión de la verdad absoluta y tener conocimientos superiores a los demás) cree que tiene la razón, aunque diga mentiras y disparates.
Desde que tomó el poder constantemente ha dicho públicamente sin argumentar nada, que Antorcha es una organización social que es intermediaria entre el gobierno (programas sociales) y los beneficiarios, y que nuestra organización se queda con un moche, es decir, que le recorta a los programas y a la gente finalmente le llega menos. En los últimos días dijo que a los líderes de Antorcha el gobierno anterior les entregaba 15 mil o 20 mil pesos al año y sin dar pruebas. O sea, nos acusa de tranzar con los programas de la gente, de lucrar y ser corruptos.
Nosotros por nuestra parte todo el tiempo hemos dicho que los recursos para programas y obras Antorcha nunca los ha manejado, que solo somos gestores de tales obras o programas, pero nunca ejecutores, nunca el dinero ha pasado por nuestras manos, siempre ha sido una realidad que el gobierno es el que entrega los programas y ejecuta las obras. Entonces, ¿por qué no se dicen casos concretos, programas, lugares y quiénes violaron la ley?
Pero ¿por qué se insiste tanto en atacarnos sin dar argumentos?, ¿cómo se explica que teniendo él todo el poder del Estado en sus manos, y así como abusa del poder, no presente pruebas en sus acusaciones, y que a casi cuatro años de su gobierno ningún líder de Antorcha este en la cárcel por corrupción? La respuesta es que López Obrador actúa así, acusándonos de corruptos sin presentar pruebas, sin presentar una denuncia penal en donde corresponda, porque él sabe que no tiene pruebas para sustentar lo que dice.
Alguien preguntará, y si no tiene pruebas ¿por qué lo hace, por qué acusa sin fundamento, violando él el debido proceso? Responder a esto es la esencia del problema. Se nos ataca, se nos calumnia porque quiere echarnos encima la opinión pública y que se desprestigie nuestro movimiento.
Segundo, se nos calumnia porque en el fondo López Obrador sabe que Antorcha es la única organización social auténtica, genuina, con presencia real en comunidades y colonias por todos los estados del país, con una cohesión interna fuerte que le ha permitido sobrevivir a los embates del actual presidente (lo que demuestra que no vivimos de los moches) y que sí representa un contrapeso en su política social.
Tercero, que cuenta con un liderazgo inteligente, con un instinto político muy agudo, representado por el ingeniero Aquiles Córdova Morán quien ante las mentiras del presidente actual y de los pasados, siempre ha explicado los problemas y la situación real del país de manera objetiva, clara y precisa, de tal manera que con su opinión queda claro en el pueblo, desde el primer momento que le lee, quién miente, quién engaña, quién traiciona al país, y sobre todo, quién le brinda una alternativa de país para sustituir al actual gobierno.
Como podemos ver pues, los ataques de AMLO entrañan el miedo que le tienen a la fuerza de Antorcha y a su dirigencia, sabe que representa la oposición real de clase a su proyecto político que solo lleva al hundimiento del país, esa es la explicación de los ataques, no lo olviden.
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