El pasado 10 de febrero en una columna Carlos Loret de Mola señaló: "Uno de los programas emblema de esta administración federal, Jóvenes Construyendo el Futuro, destinado a dar capacitación y empleo a quienes no estudian ni trabajan, se está desplomando. Las autoridades han tratado de tapar ese fracaso diciendo que “la reducción presupuestal se debe a que han cumplido los objetivos".
La Auditoria Superior de la Federación (ASF) puso bajo la lupa, nuevamente, la operación de Jóvenes Construyendo el Futuro, programa insignia de la 4T. En éste se encontraron irregularidades equivalentes a 28.1 millones de pesos.
En la misma columna Loret escribe: “¿Quiere usted recibir dinero del gobierno sin que nadie le pregunte? Bastante sencillo: invente que tiene, digamos, un café internet. Junte dos computadoras en la sala de su casa, acomode las sillas de su comedor como si fueran espacios contiguos para clientes, tome una foto, diga que es dueño de un café internet y que va a capacitar a dos jóvenes. ¿Quiénes? Pueden ser sus sobrinos. Nadie va a verificar nada: ni que exista el café internet, ni que los chavos sean reales, ni que vayan efectivamente a capacitarse".
Casos como este los hay por todos lados: falsos negocios con falsas capacitaciones a falsos ninis. Pero el dinero fluye. Y el engaño no sólo es externo: delegados y subdelegados meten como beneficiarios a sus trabajadores del hogar, choferes y familiares, hay quejas de que meten hasta a sus hijos. Se les permitían a manera de "ayuda económica extra". Todo esto fue denunciado ante la Secretaría de la Función Pública. Y no es la única irregularidad.
Se entregaron apoyos a 38 personas registradas como beneficiarias que fallecieron entre 2019 y 2020. El probable daño de esto equivale a 351,720 pesos.
Se benefició con el Seguro Social, de 3 a 12 meses, a 17,283 personas de las que no se demostró que estuvieran vinculadas a un centro laboral inscrito en el programa. El impacto de esto equivale a 3.2 millones de pesos.
Se le dio una beca a 1,315 personas que ya recibían apoyo de la SEP por estar inscritos en algún programa de educación superior, por lo que no cumplían con los requisitos para pertenecer a Jóvenes Construyendo el Futuro. El posible daño de esta acción equivale a 19.6 millones de pesos.
Se le otorgaron pagos a 41 personas que al mismo tiempo de la capacitación estaban registrados como funcionarios públicos en el ISSSTE. Esto equivale a una perdida de 153,400 pesos.
Se le otorgaron pagos a 71 personas que ya eran trabajadores de las empresas en las que se capacitaron y que estaban dados de alta en el IMSS. El impacto de esta acción es de 1 millón de pesos.
Se les pagó la beca a 252 beneficiarios que también estaban dados de alta en los centros de trabajo como tutores de los becarios. La perdida por esta acción equivale a 2.2 millones de pesos.
Se les pagó la beca a 106personas que estaban inscritas en el sistema como representantes de los centros laborales registrados para participar en el programa. El impacto de esta acción equivale a 1.5 millones de pesos.
En al menos 10,848 filiales de los centros de trabajo dados de alta no se respetaron los límites de becarios establecidos en las reglas de operación del programa, por lo que se solicitó a la STPS que inicie las investigaciones para definir las posibles sanciones administrativas para los funcionarios que no supervisaron esta falla.
En septiembre pasado, un reportaje de Animal Político exhibió que 322 mil “Jóvenes Construyendo el Futuro fueron contratados en las diferentes dependencias del gobierno, de los cuales 41 mil jóvenes en realidad fueron asignados como “Servidores de la Nación”.
En contraste, es importante resaltar que en nuestro país, 1 de cada 4 jóvenes de hasta 24 años, está desempleado.
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