El sector primario de la economía nacional aporta 8% al PIB, y genera más de 34 mil millones de dólares en divisas, un poco más de lo que aportan las remesas de los inmigrados.De este sector dependen 22 millones de mexicanos que habitan el medio rural.
Pues bien, a pesar de ser un sector estratégico para la economía nacional y para alcanzar la autosuficiencia alimentaria, al menos desde enero 1994, año en que se firmó el Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN), ningún Presidente de la República le ha dado un impulso suficiente que garantice una mejora en el nivel de vida de las familias que se dedican a esta actividad y, para que sea a su vez, palanca del desarrollo de los demás sectores de la economía.Campaña política tras campaña, siempre es lo mismo, los partidos y sus candidatos, prometen sacar del estancamiento a este importantísimo sector productivo y, al final, todo queda en un señuelo solo para atraer votos.
Los Presidentes en turno, en la mayoría de las veces, no le dan continuidad a los programas de su antecesor, por el contrario, queriendo pasar a la historia como "innovadores" en la solución de la enfermedad endémica del campo, elaboran programas que venden a los productores como la panacea.Así, Salinas de Gortari, además del programa Solidaridad estableció el Procampo como un mecanismo de subsidio a los campesinos, para compensar su desventaja competitiva con los agricultores norteamericanos principalmente, los sucesivos presidentes mantuvieron el Procampo, hasta la llegada de Obrador.
El actual presidente de la república, desde hace 18 años que empezó sus campañas para ocupar el máximo cargo del país, siempre en la mayor de las veces, con justa razón, fue un crítico severo de las políticas neoliberales hacia el campo, un día sí y otro también exhibía a los presidentes por el escasísimo presupuesto al sector y su canalización preferente al sector de la agricultura y ganadería comercial; prometía que en su eventual gobierno cambiarían las cosas en favor de los hombres del campo…
¿Y qué vemos a año y medio de su llegada al poder, en cuanto a su política con el sector rural?
En primer lugar un recorte del 30% en el presupuesto 2020, más de 17 mil millones de pesos le fueron quitados a la Secretaría de Agricultura, dicho recorte representó la desaparición de muchos programas que beneficiaban a la agricultura de autoconsumo y a la comercial.De un plumazo desapareció en gran medida el Procampo y solo para disminuir la inconformidad social se le dejó en algunas zonas del país pero con mínimos recursos, los campesinos cada día reciben de este programa cantidades muy insignificantes; desapareció el Program, que apoyaba a pequeños y medianos ganaderos, igual suerte corrió Acerca que apoyaba a la agricultura comercial.Tal situación levantó una ola de protestas en todo el país, mismas que fueron ignoradas por el presidente y bancada en el Congreso.
Hoy con la pandemia, la situación de los hombres del campo es sumamente difícil, lo poco que tenían lo invirtieron en alimentos y medicinas para sus familias, muchos de ellos no tienen cómo reiniciar el ciclo agrícola, en muchos lugares de la república donde ya iniciaron las lluvias, es cosa común ver en la prensa nacional y en las redes sociales, a los pequeños productores pidiendo ayuda en semillas, fertilizantes y otros insumos, sin que nadie los escuche.En Sinaloa, sucede lo mismo, en días pasados, las protestas campesinas se hicieron presentes a lo largo del estado, para exigir al director general de Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), Ignacio Ovalle Fernández, (por cierto, alto funcionario en el gobierno salinista, al que tanto critica el presidente Obrador), hiciera efectivo el acuerdo del subsidio federal a la comercialización del maíz, los 4,150 pesos por tonelada; mismo que fue publicado en el diario oficial de la federación y fue publicitado ampliamente como un gran logro del gobierno morenista, y que hoy, pretenden desconocer.
Mientras sale a la luz esta colaboración, el director de Segalmex, anunció la ratificación del apoyo federal de los 4,150 pesos, pero hasta que termine la cosecha.Es conveniente advertir a los productores de Sinaloa que no se confíen, pues este gobierno de la 4T, ha hecho de la mentira una costumbre.Ya lo hizo una vez, en su pasada campaña aseguró que pagaría a 7 mil pesos la tonelada del maíz (hay videos, por si sus defensores lo niegan) y ahora, a regañadientes, y sólo a raíz de las protestas de los productores se compromete nuevamente a pagar los 4,150 pesos.
A los antorchistas no nos asombra esta política del nuevo gobierno hacia el campo, es la misma que han venido aplicando sus antecesores, e incluso peor, que ante las exigencias de E.E.U.U.para la firma del nuevo T-MEC, se sacrifica nuevamente al campo como moneda de cambio, para "beneficiar" a otros sectores de la economía
Los antorchistas llamamos al pueblo de México, incluido al de Sinaloa, a ver en Antorcha una alternativa honesta y viable para hacerle frente al abandono en que este gobierno autodenominado de la 4T tiene al pueblo de México, no sólo en el sector agropecuario, sino en salud, empleo, educación, vivienda y seguridad.
Es necesario decirle a toda la clase trabajadora que debemos unirnos y por la vía democrática vencer las malas políticas de este gobierno que encamina al país a una situación económica y social como no se había visto en décadas y, en esta lucha no deben faltar los productores del campo, aislados cada quien, por su lado, seguiremos siendo presa del autoritarismo morenista, pero juntos, todos los sectores sociales podemos revertir las cosas a nuestro favor.Las elecciones del 2021 están a la vista, además del cambio de gubernaturas en varios estados, se renovará el Congreso Federal, no permitamos que Morena continúe con su mayoría absoluta, pues ya vimos que no la usa para beneficiar al pueblo, sino para satisfacer los proyectos faraónicos del presidente Obrador, en perjuicio de un desarrollo más equilibrado de la economía nacional.
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