Con Morena en el poder en la Ciudad de México, en 2020 se retrocedieron diez años en cuanto a satisfactores de la población: seguridad, educación y acceso a servicios de salud, etc. De 2018 a 2020, la pobreza extrema en la capital del país aumentó 163 por ciento, alcanzando a más 400 mil capitalinos.
De 2.7 millones de pobres que en la Ciudad de México había en 2018, esta cifra ascendió a 3.9 millones en 2020; muestra que desnuda la realidad que se vive en esta gran urbe, “ejemplo de desarrollo y bienestar”, pero sobre todo deja al descubierto que las políticas públicas implementadas por la jefa de Gobierno, la morenista Claudia Sheinbaum, no han servido para erradicar la pobreza, vaya, ni siquiera han logrado disminuirla un poco o ya tan siquiera atenuarla, sino que ha crecido dramáticamente; otro gran descalabro para Sheinbaum.
La Ciudad de México hoy es una de las más desiguales del país, con graves problemas en acceso al agua potable, seguro social, además de la inseguridad desbordada e insuficiencia en servicios básicos, y ni las cifras maquilladas que ofrecen al público pueden ocultar la triste realidad que padecemos y la falta de gobernabilidad que hay en la CDMX, con una regenta en su momento, que solo obedece las órdenes precisas de López Obrador o calla cuando así se lo han indicado desde Palacio Nacional, caso como ejemplo con lo ocurrido en la línea 12, donde a pesar de que el hecho se suscitó en la Ciudad de México y que el gobierno de la morenista tenía que responder por ello, se limitó a decir públicamente que el único autorizado para hablar del tema era precisamente el presidente.
Pero eso sí, la jefa de Gobierno anda ya anda en plena campaña con sus mejores poses en los diarios nacionales e internacionales. Estos últimos días en la BBC, empresa de medios establecida en Londres, Inglaterra, y en otro importante medio inglés y también internacional, The Economist, y en el diario español El País Semanal, que también tiene alcance internacional, -medios que por cierto cobran muchos miles de dólares, así como favores para sus negocios o los de sus socios-, mientras la CDMX continúa sumida en sus graves y numerosos problemas sin resolver. Sheinbaum ya no gobierna si no desgobierna la CDMX y ahora está empecinada en ser la señora presidenta.
Aunado a esto, en medio de una crisis sanitaria provocada por la mala administración en el Sector Salud en la CDMX, la falta de atención y los pocos recursos invertidos por las autoridades del gobierno capitalino para contener no solo la pandemia de Covid-19 que padecemos, donde se han infectado 941,156 personas y han fallecido más de 40 mil por esta enfermedad, sino otras graves enfermedades, la morenista Claudia Sheinbaum presenta un subejercicio de 2,500 mdp en materia de salud. Además de que es indignante que la jefa de Gobierno no ejerciera 30 mil mdp del prespuesto asignado a la CDMX para este año, para atender necesidades básicas de todos los capitalinos ¿dónde quedaron esos recursos? Es criticable que morena y Claudia Sheinbaum se guarden esos recursos que, además, son producto de nuestros impuestos que debieron de ser ejercidos para resolver problemas.
La capital del país está hundida en la inseguridad sin que las autoridades hagan nada por resolver, no se invierten recursos en mantenimiento de las vías de transporte como el metro, por eso pasan accidentes tan graves como el ocurrido en la línea 12 el pasado 3 de mayo, en donde fallecieron 26 personas, así como muchas colonias capitalinas padecen la falta de infraestructura para llevar una vida digna y no se garantizan los servicios básicos como el agua potable, luz eléctrica, drenaje, vivienda, entre otros.
Es urgente que los capitalinos conozcan la clase de gobernantes que tiene la capital del país, a los que no les importan los más humildes, formen un frente progresista para no permitir más atropellos y exijan cuentas claras y que los recursos sean destinados para construir vivienda, hospitales, escuelas, en fin, obras que vengan a generar progreso entre los mexicanos, y no que desde la cúpula del poder se decida gastárselos en las obras capricho del presidente que solo sirven para alimentar su ego, y representan un desperdicio de recursos.
Urgente y necesario que todos los mexicanos no se dejen engañar con promesas vanas, que a tres años de los gobiernos fallidos de Sheinbaum y de López Obrador ya vimos que no se van a cumplir.
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