Ninguna novedad representa para los mexicanos el Presupuesto de Egresos de la Federación que presenta el Gobierno morenista de Andrés Manuel López Obrador. Algunos economistas le han llamado un presupuesto “inercial”; es decir, que no propone grandes cambios en comparación con los anteriores presupuestos, pero ello indica que seguirán faltando obras de drenaje, de agua potable, de luz eléctrica, de instalaciones deportivas, de pavimentaciones, de salud, de infraestructura educativa, etc., pues no regresará el desaparecido Ramo 23 en sus proyectos de desarrollo regional.
No es de extrañar que los recursos públicos se vayan nuevamente a concentrar en las tres megaobras de este gobierno: el Tren Maya, el Aeropuerto de Santa Lucía y la refinería de Dos Bocas. Asimismo, el incremento en los montos relativos a los programas de entregas directas del presidente que, más bien, han servido para la compra de conciencias, de votos y para generar pobres.
Por el lado de los ingresos, se consideran las variables generales que, según algunos analistas, se estiman muy optimistas y, por lo mismo, si son la base de la recaudación, entonces, no se alcanzarán las metas y, por tanto, no alcanzará las metas estimadas de gasto en el presupuesto de egresos. Veamos. Se estima un crecimiento del 4.1% de la economía; sin embargo, las estimaciones más optimistas nos colocan entre el 2.5 y el 3% de crecimiento. Se estima una inflación a la baja de 3.4%, pero dadas las disminuciones al campo mexicano y el incremento de las exportaciones de alimentos, entonces, se encarecerán los productos de la canasta básica y con ello incrementará la inflación, por tanto, la expectativa es baja. Se estima un tipo de cambio promedio de 20.3 pesos por dólar, lo cual parece racional siempre que no se toquen las reservas internacionales. La tasa de interés sube de 4.3 a 5% en promedio, lo cual significa un incentivo para que haya más ahorro y recaudación de moneda nacional o extranjera; sin embargo, encarece el precio del dinero si se quiere desarrollar la inversión. El precio promedio por barril lo estiman en 55.1 dólares, lo cual parece sensato; sin embargo, no parece sensata la meta de producción pues se la proponen en 1.826 millones de barriles diarios, ya que en el presupuesto pasado se proponían llegar a 1.9 millones de barriles diarios, sin embargo, cerrarán este gobierno con una producción diaria de sólo 1.5 millones de barriles, es decir, 400 mil barriles menos de los estimado y dadas las deudas de PEMEX, se ve muy lejos que se alcance la meta.
Se estiman ingresos por 7.088 billones de pesos de los cuales 3.9 provienen del rubro de impuestos. En el papel se espera contar con esos montos, pero la realidad histórica ha mostrado que así no va a suceder.
Por el lado de los egresos, “el gasto programable es aquel que usa el gobierno para proveer bienes y servicios a la población, así como el gasto en programas sociales y todo aquello necesario para la operación de las instituciones gubernamentales. El gasto no programable del gobierno federal es aquel que usa para financiar el pago de sus obligaciones. No corresponden de manera directa a la provisión de bienes y servicios públicos a la población”[1].
La programación general del gasto se refleja en los siguientes datos: A) Ramos Autónomos (donde se encuentra el Poder Legislativo, el Poder Judicial, el INE, la CNDH, etc., se asignan 139 mil 232 millones de pesos, respecto a la asignación del año pasado subió sólo un 1.59%; llama la atención la reducción respecto al año pasado del presupuesto del INE, pues pasó de 27 mil 689 a 24 mil 649 millones de pesos, una disminución de 3 mil millones de pesos en términos absolutos, que representan una caída del 10%. ¿Será que quieren golpear al INE a como dé lugar para minarle su autoridad y por ser un órgano autónomo que no ha seguido fielmente los caprichos de la 4T?
B) Ramos administrativos, en el que se incluyen la oficina de la Presidencia de la República, Gobernación, y las demás dependencias. El monto asignado es de 1,506 millones de pesos. Respecto al presupuesto pasado se observa un incremento del 21%. Donde se promueve con vehemencia la austeridad, es decir, en la Presidencia de la República, el presupuesto que se asigna subió de 805 a 833 millones, un 3.4% de incremento. Educación pública ve incrementado su presupuesto al pasar de 338 a 364 mil millones de pesos, 7.6% de incremento respecto al año pasado. En salud hay un incremento al pasar de 145 a 192 mil millones, es decir, 32% de incremento. Pero donde se notan los incrementos es en la secretaría de Bienestar al pasar de 189 a 296 mil 858 millones de pesos, es decir, un incremento del 56%, por lo visto, se prepara este gobierno para seguir entregando dinero en efectivo para sortear las elecciones en Oaxaca, Coahuila e Hidalgo, lo mismo que las del Estado de México. Pero llama también la atención que la secretaría de Turismo incremente sustancialmente su presupuesto al pasar de 38 mil a 65,670 millones de pesos; pero, no se crea nuestro amable lector que se va a tener un incremento significativo en la inversión al turismo, la inmensa mayoría de los recursos asignados a turismo van a ir a parar al Tren Maya.
C) Ramos generales. Pasó de 3.4 a 3.78 mil millones de pesos. Aquí se encuentran las aportaciones a la seguridad social, provisiones salariales y económicas, aportaciones federales a las entidades federativas y municipios. El rubro que tiene un incremento importante es el de aportaciones federales para entidades federativas y municipios, pues pasa de 777 mil millones de pesos a 830 mil.
D) Entidades sujetas a control presupuestario directo. IMSS, ISSSTE, pasan de 1.275 a 1.407 mil millones de pesos, es decir, un incremento a la seguridad social mexicana de apenas el 10%, que si le quitamos la inflación, tendrá un incremento real del 5% y una buena parte de este incremento se va a pensiones, en otras palabras, este gobierno no está impulsando la salud pública desde el presupuesto, lo cual significa que estamos muy lejos de llegar al sistema de Dinamarca y, peor aún, más bien parece que este gobierno está favoreciendo la salud privada, pues en gobiernos anteriores la gente gastaba el 14% de sus ingresos en gastos de salud, ahora el 40%. Esa es la 4T.
E) Empresas productivas del estado, PEMEX y CFE, sube el presupuesto al pasar de 1.133 a 1.258 mil millones de pesos. El incremento se nota más en PEMEX, al pasar de 544 a 636 millones de pesos.
Se estima, así, un gasto neto total de 6.295 billones de pesos, pero nuevamente quedan fuera las obras y servicios para la gente humilde de nuestra patria. Seguirá la política de entrega de dinero directamente a la gente y las megaobras de este gobierno. Con ello deberá conformarse el pueblo. Se trata de un incremento en el gasto social, pero un incremento que genera más pobres y que no promueve la inversión directa en las comunidades y pueblos de México. Morena con ello demuestra que no sabe gobernar.
[1]https://www.mexicoevalua.
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