El semanario “buzos de la noticia” del 24 de enero de 2021 publicó en su página virtual la nota titulada: “La CFE en quiebra” en la que señala: “El presupuesto de la CFE para este año es 8.6 por ciento menor; en 2021 recibirá 417 mil 145 millones de pesos (mdp); es decir, 39 mil 292 mdp menos que en 2020. Es decir, en lugar de aumentar su gasto, disminuirá y no contará con el dinero necesario para ofrecer el mantenimiento adecuado a la infraestructura que se encuentra en riesgo”. Víctor Ramírez vocero de la Plataforma México, Clima y Energía, destacó que “El gobierno no tiene dinero para sus proyectos y no permite invertir a los privados y va más allá: los quiere frenar a toda costa”, “En el año 2019, la generación de la CFE a partir de fuentes limpias representó el 16 por ciento de la energía neta generada por la CFE”.
Este semanario que se ha ido destacando por la objetividad con que informa, anticipó con tiempo el riesgo que corre la CFE. Esta información tiene gran relevancia ahora que el señor Andrés Manuel López Obrador pretende imponer su “contra reforma eléctrica” a como dé lugar, llegando al absurdo de amenazar a los legisladores que voten en contra, de exhibirlos públicamente.
Por otro lado, El Heraldo de Aguascalientes en su versión digital del 7 de octubre del año en curso, en la sección México y El Mundo, cabeceó la nota de Claudia Salazar y Martha Martínez, corresponsales de la Agencia Reforma con el título: “Pone plazo Morena para avalar reforma”; ya en el cuerpo de la nota se dice que “Morena puso como plazo máximo para discutirla y aprobarla hasta diciembre.” Que “el coordinador de la bancada morenista, Ignacio Mier… dijo que su partido está de acuerdo en que se organice el parlamento abierto que pide la oposición”. “Ya hicimos parlamentos abiertos, con la participación de todos los sectores, con la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica el año pasado”.
Me llama la atención y me congratula que la bancada morenista manifieste que hasta diciembre se discutirá y probablemente se apruebe la reforma energética. Me llama la atención porque con la anterior legislatura, la aplanadora morenista con su mayoría absoluta (calificada) no necesitaba tiempo para discutir temas de su interés, simplemente recibían la orden y las reformas se aprobaban vía fax trac sin importarles las inconformidades de la gente; por tener mayoría absoluta, hacían y deshacían con las leyes a su antojo. Esta vez los morenistas se toman su tiempo para discutir la propuesta de reforma; claro, seguramente la discusión consistirá en cabildear con los legisladores más inescrupulosos de la oposición y lograr así la mayoría calificada.
Sobre los “parlamentos abiertos” que hicieron, según dice el coordinador de los legisladores de Morena, realmente no se han hecho; tuvieron reuniones con algunas personalidades pero no se hicieron con la participación de especialistas que orienten a todos los sectores de la población; el pronunciamiento morenista es solo una salida por los cuestionamientos que se le hacen a la reforma eléctrica; si realmente pretendieran hacer parlamentos abiertos, tendría que abrirse una fase de información en la que los especialistas de cada grupo social den a conocer los estudios que avalan sus planteamientos en una forma y con un estilo entendible por la gente poco informada para que pueda opinar al respecto; lo otro, es una forma de los morenistas de dar a entender que ellos son los únicos capaces de pensar, que pueden y deben hacerlo por todos y los demás solo debemos obedecer.
Ya Buzos de la noticia lo dijo citando a Víctor Ramírez, la tendencia del actual gobierno es suprimir la inversión privada en la producción energética, y lo poco que se conoce de la actual reforma es que va contra las empresas que producen electricidad a base energía solar y con la fuerza del aire, energías poco contaminantes y mucho más baratas que la producida a base de carbón y de combustóleo propuestas por el gobierno.
El Gobierno de la 4T ha fracasado en todo lo que ha implementado como, por ejemplo, en la promesa de que el precio de la gasolina bajaría a menos de 10 pesos, igual con su gasera del bienestar para regular los precios ignorando las leyes del mercado; y, ahora, Pemex y la gasera venden a precios más caros que muchas empresas particulares. Si a eso le agregamos que el actual gobierno se destaca por asignar sin licitar las obras, podemos comprender que la urgencia de aprobar la reforma eléctrica tiene como fondo, el interés del actual gobierno de aprobarla antes de que se debilite más, y así, puedan asignar las concesiones a sus allegados sin ningún obstáculo. El interés del pueblo es lo que menos les importa.
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