A pesar del optimismo presidencial, de que la economía mexicana “irá viento en popa” para este 2023, el panorama que se vive es desalentador en materia de ingreso y empleo, lo cual repercute en el aumento de la población en condiciones de pobreza y la menor posibilidad de que las familias mexicanas tengan mejores condiciones de vida; y ya ni hablar de la oportunidad a sus hijos de que sonrían por una ilusión como lo debieron haber hecho el pasado Día de Reyes cuando millones de niños esperaron con ansia porque reciben regalos en casa.
Sin embargo, los Reyes Magos no llegaron a millones de hogares, porque resulta que se encontraron con que la economía cerró en diciembre de 2022 con una inflación de 7.82 por ciento, una de las cifras más alta desde el año 2000, según el Índice Nacional de precios al Consumidor publicado, en días pasados, por el Inegi, lo cual trajo consigo el alza generalizado de todos los productos y con ello el encarecimiento de los juguetes que aumentaron sus costos al 70 por ciento y las rosas de reyes el 33 por ciento. Debido a esto, muchas familias se vieron en la necesidad de acotar el regalo de juguetes y la rosca de reyes dejando pasar el día de la celebración porque, simplemente, no les alcanzó a los reyes para comprar alguna muñeca o carrito. Existe un panorama triste y desolador para las familias vulnerables en este inicio de año.
Hay economistas que diagnostican que para este 2023 se espera una mayor inflación, la cual impactará no solo en el precio de los juguetes como ya se vio, sino de los productos de la canasta básica como el huevo que, ya ronda entre los 80 y 90 pesos por tapa o cono, como lo conocen las amas de casa; o el pollo, que ronda los 100 pesos por kilo, mientras que el poco empleo que se llegue a generar será de mala calidad (explotado y sin prestaciones, ni seguridad social), ante lo cual ni el aumento al salario mínimo, ni la política de subsidios de la 4T ayudarán a reducir la pobreza ni nis sacará del atolladero.
Mientras todo siga subiendo de precio (petróleo, mercancías, alimentos) y las autoridades no aseguren que la inflación baje; mientras no se garantice el empleo seguro y con suficientes salarios para cubrir las necesidades de los trabajadores y sus familias, va a ser muy difícil que los mexicanos que viven al día puedan sortear este año. Hay familias que no pueden solventar sus necesidades básicas de una semana.
El problema de los mexicanos es grave; el hambre, la necesidad, la mala política del presidente Andrés Manuel López Obrador y su partido de Morena para combatir la pobreza no está funcionando, muestra por doquier su incapacidad como gobierno, la demagogia que le caracteriza y que le fue muy útil para acceder al poder.
A López Obrador ya no le alcanza para gobernar bien a nuestro gran país; hay sordera ante las necesidades de la gente y debemos seguir exigiendo apoyo e inversión en beneficio de las mayorías, pero sobre todo debemos seguir luchando para construir, a mayor velocidad, una fuerza social organizada que capaz de gobernar bien a nuestra patria.
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