El Movimiento Antorchista Nacional ha denunciado una y otra vez, desde hace dos años, que hemos sido víctimas de persecución política y linchamiento mediático a través de ataques y calumnias por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien sin tomarse la molestia de aportar absolutamente ninguna prueba, nos acusa de huachicoleros, de pedir moches, de enriquecimiento ilícito, en una palabra, de ser delincuentes.
También hemos sostenido que esta conducta del Gobierno federal atenta contra el Estado de Derecho y conculca las garantías constitucionales de petición, organización y libre expresión de las ideas, que en nuestro país fueron instauradas en 1917 por el Constituyente de Querétaro, para que el pueblo tuviera un mecanismo de defensa ante los abusos del poder público, como los que estamos presenciando y sufriendo hoy en día por el gobierno morenista, que criminaliza la organización popular, para desaparecer a sus detractores, imponiendo una forma dictatorial de acallar las protestas, por su mal gobierno.
Esta línea de acción del Gobierno federal es imitada fielmente por varios gobiernos en distintos estados y municipios del país, como es el caso de Puebla con Miguel Barbosa, quien cada vez con mayor ferocidad abusa de su poder, golpeando a sus oponentes de diferentes maneras como lesionando su honor, violentando la paz y la seguridad de sus personas, a través de calumnias, injurias y difamaciones, así como con investigaciones amañadas en contubernio con la Unidad de Inteligencia Financiera, para congelar cuentas y fabricar delitos, como en el caso de la compañera Rosario Sánchez.
Otro caso, es el del gobernador veracruzano Cuitláhuac García Jiménez, quien por cierto, junto con Barbosa, está calificado por sus gobernados como uno de los peores gobernadores del país.Este aprendiz de dictador, ante su incapacidad para gobernar y su fobia hacia la lucha legitima del antorchismo de aquel estado, que desde el inicio mismo de su administración, le presentó un pliego de peticiones que contiene demandas de necesidades elementales, de colonias, comunidades campesinas y escuelas de diferentes zonas y municipios de la geografía estatal, en vez de atender y resolver como es su obligación, ha emprendido una cruzada de terror contra nuestros compañeros; primero, mensajes anónimos de amenazas de muerte a los teléfonos celulares de jóvenes artistas, deportistas, activistas y líderes antorchistas; en seguida, intentos de aprehensión de dirigentes, sin previa orden judicial; después secuestro de cuatro compañeros cuyo desenlace fue su liberación ante la contundente respuesta de difusión y denuncia del antorchismo nacional y; por último, un asalto a mano armada de la tienda de abarrotes ubicada en Paso del Toro, municipio de Medellín de Bravo, todas estas acciones gansteriles, se dan siempre después de que los antorchistas veracruzanos realizan alguna denuncia o protesta ante el pésimo gobierno morenista.Fascismo puro en el estado Jarocho.
Otro ejemplo claro, de este proceder represivo, persecutorio y dictatorial de los gobiernos de la 4T, es el caso de Fernando Vilchis, alcalde de Ecatepec, Estado de México, quien al igual que los gobernantes mencionados anteriormente, ante la falta de resultados de su gobierno, emplea la misma receta, ataca y persigue a sus oponentes que le exigen solución de las demandas de los más necesitados de su municipio, que por ser el más grande de Latinoamérica, los tiene y muy agudos, en aspectos como la pobreza, la inseguridad, la salud, la falta de empleo, la marginación, de agua potable y drenaje.Estos y no los antorchistas, son los verdaderos enemigos a vencer por parte del presidente municipal, pero él no lo entiende así, por eso arremete contra nuestros compañeros encarcelándolos, cuando por la falta de soluciones, se atreven a manifestar y difundir las necesidades y la nula respuesta del edil.
Los ejemplos aquí denunciados, nos llevan a concluir que el gobierno mexicano en tiempos de la 4T viola un día sí y otro también, la Constitución Política y nos arrastra aceleradamente hacia una dictadura.
Las dictaduras se caracterizan por su desprecio hacia el estado de derecho, la vida y la integridad física de los ciudadanos, los gobiernos de este tipo, consideran que ante su infinito e ilimitado poder, el individuo debe subordinarse dócilmente en todo su actuar, que incluso, debe renunciar a su dignidad y a sus derechos humanos, políticos y sociales más elementales, que han sido conquistados por el pueblo mismo, ofertando en casi todos los casos, la vida misma.Este es el pensamiento y la práctica cotidiana del actual gobierno federal que encabeza la autollamada Cuarta Transformación.
Los gobiernos realmente civilizados y democráticos, por el contrario, tienen como característica esencial su lealtad de principio a la voluntad popular y al derecho establecido, buscan siempre, que la norma, que es un ideal y, por tanto, una meta difícil de alcanzar, se acerque lo más posible a una práctica cotidiana, en la medida en que las circunstancias y las deficiencias humanas lo permitan.
Este es el tipo de gobierno por el que los mexicanos debemos luchar para nuestra patria, para lo cual debemos unirnos todos los sectores de la sociedad que estamos siendo víctimas de la escalada dictatorial de la cuarta transformación y detener su avance el próximo año, en las elecciones intermedias, debemos impedir que vuelva a tener la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados, para detener la destrucción acelerada de las instituciones que muchos años le costaron al país construir y restablecer el estado de derecho.
De ahí la imperiosa necesidad, de organizarnos en número suficiente y tomar conciencia de que sólo el pueblo, bajo estas dos premisas, puede realizar la verdadera transformación social que requiere nuestro país, que consiste en terminar con el principal problema que nos aqueja a la inmensa mayoría de los mexicanos, que es la pobreza.No hay más.
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