El Palacio Nacional es un recinto que además de poder admirarse por su grandiosa arquitectura, guarda un legado histórico importante.Los orígenes de este bellísimo palacio se remontan a tiempos prehispánicos; justo donde ahora está la construcción, se encontraba el Palacio de Moctezuma Xocoyotzin, que desafortunadamente fue destruido durante la Conquista de Tenochtitlán, y que en su lugar se inició la construcción en 1522 de un gran palacio para que fungiera como residencia de Hernán Cortés.Más tarde, en 1562, la hermosa construcción fue vendida a la Corona, por su hijo Martín Cortés.Esto se hizo con el fin de contar con nuevas instalaciones para la administración del Virreinato de la Nueva España.El primer virrey en habitarlo fue Luis de Velasco y el último fue Juan O´Donojú quien llegó a la Nueva España cuando Agustín de Iturbide acababa de pactar la Independencia de México en 1821.Justo en ese año, el palacio fue entregado a Iturbide, quien encabezó el primer Imperio Mexicano.
Después, en 1824 cae Iturbide y se firma la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos en la que se decreta que todos los lugares que tuvieran la designación de "imperial" fueran sustituidos por "nacional" y así es como el Palacio adopta el nombre con el que se le conoce actualmente.
Tras 40 años de luchas, el recinto se designó como sede del poder del Segundo Imperio Mexicano dirigido por Maximiliano de Habsburgo.Y a su caída, el palacio se convirtió en residencia del entonces presidente Benito Juárez, quien falleció en este lugar en 1872.Durante décadas, el Palacio fue hogar de muchísimos personajes históricos como Santa Anna y Guadalupe Victoria; el último en habitarla fue Porfirio Díaz.
Doy este contexto histórico porque poco se sabe del lugar, puedo afirmar que el 80% de los mexicanos no conocemos físicamente este recinto, mucho menos sabemos su historia, pero basta con echar un vistazo a las fotografías que circulan en internet y ahora en las redes del "Gobierno actual" que es adicto de tomarse fotos y videos desde las salas, oficinas, patios y del jardín de dicho Palacio; y es en esta parte precisamente donde cabe parte del título de este escrito.El "presidente" Andrés Manuel López Obrador (AMLO), desde que inició su periodo de desgobierno, manifestó que su deseo era habitar el recinto del Palacio Nacional, porque para él, vivir en la residencia de Los Pinos era una ofensa para la ciudadanía; según él, dicha residencia era muy lujosa, no podía ser que el pueblo viviera en la miseria y los funcionarios en la opulencia, debo reconocer que en esta parte estoy de acuerdo, pero, pregunto, ¿AMLO es auténtico, sincero, consecuente con lo que dice y hace? Yo mismo me respondo que no es así, desde su campaña que duró 12 años hasta ahora, el "mandatario" se ha conducido con mentiras, es el padre de los mitómanos, está trastornado, a tal grado que necesita ayuda profesional (lo digo sin ironía), es un cínico desvergonzado, es un chango viejo que siempre sale con nuevas maromas; esto que estoy diciendo es comprobable, hay evidencias de mis afirmaciones, para botón de muestra, basta ver por una vez su circo llamado mañanera (no es por lo de la mañana sino por las mañas).
Los mexicanos somos testigos de cómo el "señor presidente" ha tenido injerencias en todo: en los organismos autónomos, en las diferentes partes de la "división de poderes", para acabar pronto: se mete hasta en la cocina para dar visto bueno al guiso que le preparan; en otras palabras, lo que este señor ha pretendido es tener el poder absoluto, quiere el control hasta del movimiento de la hoja de un árbol, su soberbia y prepotencia es tal, que se cree el mismísimo Luis XIV (el rey sol) encarnado, por eso, su empecinamiento de vivir en el Palacio Nacional y actuar como tal.Es cierto que en nuestro país no hubo monarcas, sino representantes de los reyes, es decir, Virreyes, que significa "en lugar del rey", como ya mencioné más arriba, estos fueron principalmente los que usaron como residencia dicho recinto.
Hablando precisamente de soberbia, prepotencia y despotismo en el poder, desde que AMLO empezó a "gobernar", en sus primeras giras, abusando del poder y de los medios masivos de comunicación, inició la campaña de linchamiento mediático del Movimiento Antorchista Nacional.Todos escuchamos y vimos cómo se refería a la organización política más importante en nuestra nación, acusándola de todo y poniéndole el epíteto de "La Antorcha Mundial" que, confieso al respecto, para los antorchistas no es ninguna ofensa que nos llame así, todo lo contrario, nos enorgullece, porque nuestra lucha, nuestra bandera, que es la defensa del proletariado, es efectivamente a nivel planetario.Pero no es por esto por lo que me pronuncio, sino porque de todo lo que nos ha acusado, calumniado e inventado, nada ha comprobado, y como es muy fácil calumniar, ahora, cualquier chairo sin mente sana se atreve a lanzar lodo para manchar nuestra imagen y honorabilidad; esto se ha vuelto tan común y tan repetido y nosotros no queremos que pase como suele suceder cotidianamente, cuando la mentira se repite demasiado, se va imponiendo y después la toman como verdad.
Como decía anteriormente, se ha vuelto común y cobarde que señalen, acusen al Movimiento Antorchista de cosas que no pueden probar, es el caso de Miguel Barbosa, que por cierto, de manera siniestra y eso sí, a costa de lo que fuera, quería la gubernatura del estado de Puebla, actualmente a dos años de ingobernabilidad, este señor se cree gobernante elegido por Dios, está borracho de poder, piensa que nadie ni nada lo puede quitar, se cree el inmaculado del Santo Oficio, y como buen y severo "Inquisidor" con la venia del amantísimo "Virrey", ha ordenado que el "Verdugo" viole los derechos constitucionales (que tiene cualquier ciudadano mexicano) por ser antorchistas rebeldes, herejes de la politiquería de la "Santísima Cuarta Transformación"; Barbosa persigue a los antorchistas poblanos sin antes haber investigado, primero busca el encarcelamiento y después la causa (mientras termina de fabricar los delitos que ningún antorchista ha cometido).Ese es el plan retrógrado y cobarde de los señores feudales, quieren encarcelar a nuestros dirigentes, hombres y mujeres que son ejemplo de trabajo y honorabilidad, con una conducta intachable.Queremos decirle a todo los mexicanos, que los antorchistas no nos amedrentamos con las patadas de mula, ni con el croar de un sapo, vamos a defendernos con todo con lo que está a nuestro alcance, con nuestra fuerza popular, con la unión y la fraternidad del antorchismo nacional y eso se demostrará si el día de mañana el "Verdugo" de Santiago Nieto, se atreve a tocar a uno de nuestros dirigentes o compañeros antorchistas; no es amenaza, nosotros no somos de esa calaña, pero tampoco somos masoquistas ni estamos mancos.
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