En días pasados, en un artículo de opinión, el ingeniero Aquiles Córdova Morán, dirigente de millones de ciudadanos que conforman el Movimiento Antorchista, desveló con la profundidad que le caracteriza, de manera clara, la verdadera debilidad de la alianza constituida entre el PRI, el PAN y el PRD en su lucha por derrotar al partido Morena y sus satélites en las próximas elecciones en las que se decidirán la composición de la Cámara de Diputados de la Federación y de varias legislaturas locales, se elegirán cerca de la mitad de las gubernaturas y cientos de ayuntamientos municipales.
Todos sabemos que muchos personajes de la política nacional, lo acepten o no, siempre buscan en las opiniones del ingeniero Aquiles un referente para sus propias posturas y no es para menos. Por ejemplo, en el artículo mencionado, después de retomar las críticas de Joseph Stiglitz por las fallas del sistema económico mundial que hoy prevalece, cita también las palabras del presidente ruso Vladímir Putin, que en la reciente edición del Foro Económico de Davos, criticó la absurda concentración de la riqueza en los últimos años frente a los millones de seres humanos no tienen lo esencial para subsistir y desarrollarse de manera decorosa.
Así, el maestro Córdova Morán concluye que la verdadera debilidad de la alianza de los tres partidos mencionados inicialmente se debe no sólo a que quieren derrotar al partido que hoy gobierna con cartuchos quemados, con los mismos políticos de siempre; que muchos partidos (en especial el PRI, digo yo) pretenden hacer creer al pueblo que la solución a la catástrofe actual es la vuelta al pasado. Pero más allá de eso, dice el gran dirigente social, la debilidad de dicha coalición de partidos consiste en la ausencia de ideas nuevas, de propuestas para solucionar los grandes problemas nacionales, tales (pienso yo) como la pobreza, la insalubridad, la inseguridad generalizada, la violencia y, sobre todo, la falta de un rumbo claro para superar la pandemia y la crisis económica, consecuencia de la errática política gubernamental.
Muchos coincidimos absolutamente con dicho análisis. Pero a mi parecer, esta debilidad no sólo priva en dicha alianza, sino que se presenta de manera más marcadamente en el Partido Revolucionario Institucional, y es más evidente (por lo grotesco) en las zonas serranas e indígenas, donde los cacicazgos se apoyan en la ignorancia y la pobreza del pueblo para someterla a sus designios (directa o indirectamente) y, por lo mismo, más difícil de superar en dichas regiones.
Hago aquí referencia al municipio de Xochitlán de Vicente Suárez. Enclavado en la agreste Sierra Nororiental de Puebla, este municipio, a pesar de ser destino turístico reconocido por sus importantes cascadas, sus montañas hermosas y una exuberante vegetación es, a la vez, uno de los más pobres del estado. Según datamexico.org: "En 2015, el 55.5% de la población se encontraba en situación de pobreza moderada (2.21% superior al 2010) y 26.7% en situación de pobreza extrema (léase, sin casa y sin comida). La población vulnerable por carencias sociales alcanzó un 15.7%, mientras que la población vulnerable por ingresos fue de 0.74% (0.36% superior al 2010). Las principales carencias sociales de Xochitlán de Vicente Suárez en 2015 fueron carencia por acceso a la seguridad social, carencia por acceso a los servicios básicos en la vivienda y rezago educativo”. Hoy, la pandemia ha agravado enormemente dicha situación.
Por ejemplo: los campesinos han disminuido su producción (el más fuerte medio de ingreso económico); muchos trabajadores expulsados de las ciudades por la caída del empleo, han regresado, pero tienen a sus familias sin los ingresos necesarios para subsistir; las artesanas que vendían sus bordados para las camisas que se venden en el municipio cercano de Cuetzalan, comentan que las ventas han disminuido hasta casi desaparecer.
En este contexto, hace unos meses, ciudadanos de varias comunidades, organizados en el Movimiento Antorchista, dirigieron oficios y acudieron al H. Ayuntamiento a solicitar despensas periódicas para paliar el hambre, así como apoyos para vivienda (consistente en pisos, techos y muros), debido a que en la época de fuertes lluvias sus míseras viviendas (jacales) se volvían inhabitables. Después de varias vueltas y pláticas, insistiendo en la necesidad con argumentos, ¿qué lograron? Nada, excepto altanería y prepotencia por parte del presidente municipal.
Cerca del fin del año pasado, el profesor Leandro Pantoja Aldama, alcalde priísta de Xochitlán atendió a una comisión representativa de los peticionarios, y ante la refutación de todo tipo de argucias que expuso, terminó irritándose y diciendo (véase el parecido con el discurso morenista): que no tratará con grupos, sino sólo con personas. Y resaltó que no daría ningún tipo de apoyos, a menos que se dirijan personalmente con él, pues él "es el presidente municipal", con un alto sentido patrimonial y patriarcal del poder.
He ahí un ejemplo claro de lo que decíamos al principio. Está claro que muchos, aún no han entendido la causa de que buena parte de México votó en 2018 por Morena. No lo hizo sólo por el discurso populachero de López Obrador, sino porque el pueblo rechaza las formas autoritarias que usan los servidores públicos. Y los políticos que consideran al pueblo como niño de pecho, al que se le puede tratar de la forma más rupestre, está cobrando conciencia poco a poco.
Pasados dos meses, llamo al señor alcalde mencionado a reflexionar para recomponer su actitud hacia los ciudadanos que siguen teniendo los problemas planteados, arriba expuestos. Asimismo, el PRI debiera estudiar bien a sus próximos candidatos, ya que algunos alcaldes pretenden reelegirse regalando baratijas (cuestión que luego trataré), mientras desatienden los problemas más graves de su pueblo.
Finalmente, llamo a todos mis compañeros a redoblar esfuerzos en nuestra lucha contra la pobreza (la verdadera enemiga de Antorcha). La prepotencia y la altanería no deberán menguar nunca nuestra decisión de lucha. Que no nos importe qué partido o personaje se oponga a nuestro deseo de combatir la injusticia social. Recordemos lo que dijo alguna vez Ernesto "Che” Guevara: si el presente es de lucha, el futuro es nuestro. ¡Ni un paso atrás, compañeros!
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