Es por todos sabido que el próximo 24 de agosto será el retorno a clases, pero no a las aulas ya que el ciclo escolar iniciará a distancia, esto con el fin de evitar el contagio de covid-19 entre los estudiantes.De manera presencial será realizado sólo hasta que el semáforo epidemiológico se encuentre en verde, así lo informó el titular de la SEP, Esteben Moctezuma Barragán.Ante ello, la alternativa educativa será con clases a través de la televisión abierta, para lo cual, el gobierno morenista firmó un acuerdo con las cuatro televisoras del país: Televisa, TV Azteca, Milenio e Imagen para la transmisión de contenidos educativos dirigidos a 30 millones de estudiantes a través de seis canales de televisión y por lo cual la SEP pagará 15 pesos por cada uno de los 30 millones de estudiantes inscritos al ciclo escolar, dando la cantidad de 450 millones de pesos, que equivale al 22.67% del presupuesto programado de todos los medios públicos federales del 2020.
La televisión puede ser un sustituto para enseñar, sin embargo, es importante destacar que la televisión no puede educar a nuestra juventud.La palabra educar proviene del latín ducere, que significa "guiar o conducir" en el conocimiento.Educar, consiste en orientar a un individuo para que desarrolle facultades intelectuales y morales, formarlo de manera integral, crear hábitos de convivencia en su medio social, buena conducta, puntualidad, respeto, estudio, disciplina, etc.Estudios pedagógicos critican la eficacia y eficiencia de la enseñanza a través de la televisión ya que no garantiza que el alumno preste atención a la clase, el estudiante puede estar sentado frente a su televisor, pero no se tiene la certeza de que está atendiendo y comprendiendo lo que se le dice en la transmisión, además si le surge una duda ¿con quién la manifiesta? Sabemos que una gran parte de padres de familia en México tienen poco grado de estudio, por lo tanto, no se garantiza el aprendizaje. La televisión usada para enseñar, en el contexto del país va dirigida a dos tipos de alumnos: a los que viven en centros urbanos y comunidades rurales.Según la Encuesta Nacional de Consumo de Contenidos Audiovisuales 2018 del Instituto Federal de Telecomunicaciones el 11 por ciento de los hogares en las zonas rurales de nuestro territorio (aproximadamente 14 millones de personas) no cuentan con un aparato de televisión para acceder a la señal y la programación, si a ese dato le agregamos a los habitantes que debido a la pandemia no pudieron pagar su consumo de electricidad a causa de que se quedaron sin empleo el porcentaje se incrementa.Se debe entender que existen diferentes contextos, incluso en la misma zona urbana y esta diversificación empieza por el tema económico ya que en nuestro país existe una injusta distribución de la riqueza nacional.¿Qué hacer si sólo hay una televisión y hubiera tres estudiantes en educación básica? ¿Cómo hacer para que los hijos presencien las clases si coinciden los horarios? Con respecto a los 624,000 alumnos con capacidades diferentes que se atendían en las aulas ¿quién los atenderá? Las clases por televisión serán oficiales y tendrán carácter obligatorio, por lo que, serán evaluadas, pero ¿quién va a evaluar a los alumnos y calificar las actividades? Así como estas, hay muchísimas preguntas que hasta el momento no han podido ser respondidas debido a que la decisión de iniciar las clases por televisión fue improvisada.Las autoridades educativas tuvieron cuatro meses para planear con tiempo el retorno a clases, (acceso universal a la banda ancha y al internet, plataformas digitales que promovieran la interacción maestro-alumno) sin embargo no lo hicieron ya que no se encuentra dentro de los planes del gobierno y no desea ni quiere invertir en educación.
Otro problema que se está presentando en las familias mexicanas y que la SEP no ha tomado en cuenta es la violencia intrafamiliar, ya que según información proporcionada por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública de enero a junio de este año la violencia intrafamiliar aumentó en un 45.8 por ciento (131,224 incidentes), violencia provocada por las actuales condiciones económicas, debido también a que el gobierno de Morena se ha negado a implementar un programa alimentario para toda la población, hay jefes de familia que perdieron su empleo, trabajadores que sólo ganan la mitad de su salario debido a la pandemia, esto acarrea como consecuencia el problema alimentario, según la UNICEF México, el 55% de los hogares presentan algún grado de inseguridad alimentaria, es decir, no pueden satisfacer sus necesidades alimentarias mínimas durante un período prolongado, en consecuencia, la niñez y juventud mexicana sufre desnutrición, con lo cual, no se rinde en clases presenciales ni a distancia.De igual manera UNICEF México, comenta que el 7.1% de los más de 29 millones de niños que tienen entre 5 y 17 años, lo que equivale a 2.1 millones, realizan trabajos no permitidos, como labores domésticas en condiciones no adecuadas, así mismo, 1.2 millones lleva a cabo trabajo calificado como peligroso o con exposición a riesgo y 800 mil tienen menos de 15 años (edad mínima de admisión al empleo según legislación mexicana).Con lo que se concluye que, si los niños están trabajando para apoyar económicamente en los gastos del hogar, no podrán tomar sus clases.
No debemos olvidar que la educación ha tenido un carácter clasista a lo largo de toda su historia.La clase dominante otorga un tipo de educación a los hijos de la clase explotadora y otra a los hijos de los explotados.Desde que aparecen las clases sociales y por tanto la propiedad privada surge con ellos el Estado y este controla lo que se enseña.La clase social que ostenta el poder diseña su propio esquema educativo y se rehúsa a instruir al pueblo, eso ha ocurrido desde el esclavismo, el feudalismo y en el sistema que nos tocó vivir que es el capitalismo no se excluye.Hoy en día, debido al uso de maquinaria para producir lo que la sociedad requiere, se hace necesario que los obreros obtengan una instrucción mínima y la clase opresora se conforma con solo enseñarles a leer y proporcionarles cierto conocimiento de las técnicas de la producción en la industria y otros servicios principales, pero ocultan las leyes objetivas que rigen a esta sociedad para mantenerlos sumisos y que no se rebelen contra la explotación de que son objeto.
Antorcha Magisterial se une a las voces progresistas que claman que el gobierno encabezado por AMLO debe invertir recursos y medidas enérgicas para el control de la pandemia y solo hasta que la enfermedad esté controlada, y solo hasta entonces, retornar a clases.El uso de la televisión para educar a nuestra juventud, simplemente no funcionará.
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