Según los datos oficiales que da la Oxfam en un reciente informe sobre la profunda brecha entre ricos y pobres, afirma que los ricos equivales solo al 1 por ciento de la población mundial, el 6 por ciento cubre sus necesidades y un poco más y el 93 por ciento restante se encuentra en la línea de pobreza.Un ejemplo claro de esta desigualdad la podemos observar en el estado de Quintana Roo que, pese a su desarrollo turístico, es uno de las entidades más desiguales del país.Sin duda en Quintana Roo la pobreza y la riqueza coexisten y se polarizan cada vez más pues el reciente informe del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social señala que dos millones de mexicanos cayeron en la pobreza, estos datos llaman la atención si consideramos que el estado aporta a la federación el 50 por ciento del ingreso según la Secretaría de Turismo, pero la cantidad de pobreza rebasa los 600 mil, casi el 40 por ciento de su población.
De acuerdo con el informe de Pobreza y Evaluación, el estado ocupa el lugar 26 con mayor índice de pobreza extrema, sobre todo en localidades como XCabil, Huay Max, Tepich, Santa Rosa segundo, Salamanca, Kuchumatan, Mayabalam entre otras.Con estas cifras arrojas podemos darnos cuenta que el turismo no es el factor decisivo para la calidad de vida de los habitantes, sobre todo en comunidades de la zona maya, donde aún se encuentran incomunicados.En la comunidad de San José de los Lirios, por ejemplo, el transporte es escaso, la comunicación es deficiente, algo similar ocurre en las colonias populares ubicadas en los límites de la zona centro de Bacalar donde cientos de familias viven en chozas de madera con techo de palma, tampoco hay agua potable, energía eléctrica, es decir no cuentan con los servicios básicos indispensables.
Un ejemplo claro de marginación social, son las escasas obras y servicios básicos que falta en la Colonia "La Antorcha", ubicada en la periferia de la ciudad de Bacalar.Desde hace poco más de dos años las cerca de 100 familias de dicha colonia sufren por los escasos servicios básicos e inversión de obra pública, situación que impide que los habitantes tengan las condiciones de vida.Esto a pesar de las gestiones hechas al presidente municipal, Alexander Zetina Aguiluz, pues de él no se ha visto atención y ni la mínima intención de querer resolver la problemática.
Es necesario aclarar que después de reiteradas gestiones no queda de otra que utilizar el último recurso, el derecho a manifestarnos de maneras pacífica para solicitar nuevamente al edil, de manera respetuosa pero enérgica, mejorare las condiciones que aquejan a todos los pobres de colonias y comunidades marginadas y que solo se acuerdan de ellos cada vez que se aproximan las elecciones políticas.
En suma, es necesario precisar y entender que la pobreza no se acaba por decreto o con buenas intenciones, el problema nace de la desigualdad social, del cacicazgo político y por la mala distribución de las riquezas para con sus contribuyentes, fruto del sistema neoliberal dependiente del imperialismo que por un lado acumula inmensa riquezas y por el otro mantiene en la pobreza y desigual a millones de trabajadores.Hay que cambiar este sistema por uno más justo y equitativo para los desamparados, que son la gran mayoría, tarea que sin duda recae en la vanguardia del pueblo organizado.Por ello el Movimiento Antorchista Nacional le hace el llamado a los hombre y mujeres que quieran un cambio real a que se sumen en un frente nacional donde el pueblo tenga representación voz y voto para cambiar este panorama oscuro de desigualdad por uno luminoso de justicia social alado de la organización de los pobres de México.
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