Hace ya casi tres años, Omar Fayad Meneses tomó protesta como gobernador constitucional del estado de Hidalgo, comprometiéndose como los hacen todos- a respetar la Constitución General de la república y la del estado de Hidalgo así como las leyes que de ellas emanen.No hizo falta que transcurriera mucho tiempo para que los ciudadanos que acudieron a las urnas y lo favorecieron con su voto, empezaran a desengañarse de que sus promesas y compromisos empezaran a quedar en el olvido.Entre los hidalguenses que le favorecieron con su voto, destacan varios miles organizados en las filas del Movimiento Antorchista hidalguense que aleccionados por la escuela de la vida, hace ya rato que han dejado de confiar en las promesas y por lo mismo se mantuvieron atentos a la evolución de los acontecimientos.Una vez instalado el nuevo gobierno, acudieron en tiempo y forma a solicitar una audiencia con el señor gobernador a quien le hicieron llegar un pliego de demandas de obras y servicios que contiene necesidades básicas de agua, luz, drenaje, caminos, construcción de escuelas, etcétera.
Después de varios meses de espera, una representación de la Dirección Nacional logró entrevistarse con el señor gobernador en octubre del año pasado, en la que se comprometió a revisar el pliego de demandas y a volver a reunirse en los primeros días de enero del presente año; hasta ahora los hidalguenses organizados en Antorcha no han encontrado respuesta a sus demandas más sentidas y después de la represión de que fueron víctimas el pasado 10 de abril por parte de la policía estatal que bloqueó todos los accesos a la ciudad capital buscando impedir una marcha de protesta de 40 mil antorchistas; mantienen desde hace ya más de un mes un plantón afuera de palacio de gobierno sin ninguna solución por parte de quien declaró públicamente respetar la ley.
Importa destacar que los demandantes de obras y servicios son hidalguenses que habitan las regiones más pobres del estado como son: la Huasteca, Sierra Gorda, Región Otomí-Tepehua, Valle del Mezquital y la ciudad de Pachuca y su zona conurbada.Conviene agregar además, que lo que demandan del gobierno del estado son obras de agua potable, electrificación, pavimentación de caminos, apoyos para mejorar sus viviendas, etcétera; no se trata de invenciones o caprichos de algunos líderes como se intenta hacer creer a la opinión pública en un intento por desacreditar la lucha legítima que sostienen alrededor de 100 mil familias que lo único que buscan es mejorar sus condiciones de vida.Solo a título de ejemplo y para ilustrar la justeza y racionalidad de las peticiones importa destacar la pavimentación de caminos en los municipios de Tenango como el tramo San Nicolás- San Pablo el Grande, Santa María Temaxcalapa- Progreso; en San Bartolo los tramos San Miguel-San Jerónimo y Santiago-Palo Gordo; en Huehuetla el camino Acuautla-San Ambrosio que no son más de 20 km y el de Acuautla-San Esteban.No hay duda de que con la pavimentación de por lo menos estos tramos carreteros se impulsaría el desarrollo económico y la calidad de vida de miles de hidalguenses mejoraría sustancialmente.Otro ejemplo ilustrativo es la falta de infraestructura educativa para un buen funcionamiento de los telebachilleratos comunitarios de San Ambrosio y San Gregorio, este último funciona en instalaciones poco adecuadas a pesar de que la comunidad puso a disposición de la Secretaría de Educación Pública del gobierno del estado un terreno que con mucho esfuerzo adquirió.
Como resulta evidente para cualquiera menos para el gobernador- la lucha de los hidalguenses está plenamente justificada no solo desde el punto de vista legal, sino también desde el punto de vista social, por eso se impone la pregunta: ¿Por qué entonces el señor gobernador se niega a resolver? ¿Por qué se persigue con tanta saña y represión a humildes familias que lo único que demandan es una mejor calidad de vida? La respuesta no puede ser más que una: al gobierno del estado poco le interesa cumplir con sus promesas de campaña, poco le importa la suerte de 1.5 millones de hidalguenses que padecen algún tipo de pobreza; le molesta que sea la propia gente quien se tome la iniciativa y reclame que el dinero de los impuestos que pagamos los contribuyentes se regrese en forma de obras y servicios para beneficio de las mayorías empobrecidas que son en última instancia las que producen la riqueza de este país y del estado.Imitando la política del presidente de la república, el gobernador no sólo viola los derechos de organización y petición consagrados plenamente en la Constitución general de la República sino que además se niega a atender las demandas de la gente organizada pensando que con ello desmantelaran la organización antorchista.
Frente a esta embestida en contra de la organización popular, los antorchistas de Hidalgo cuentan ya con el apoyo y la solidaridad del antorchismo nacional que a través de pintas, difusión de volantes y cadenas humanas empieza a desplegarse en las capitales de todos los estados del país.Mientras tanto, el plantón permanecerá en plaza Juárez el tiempo que el gobernador del estado decida.
Es esto lo que están aprendiendo los humildes de Hidalgo con su lucha.
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