Nuestro estado tiene una población étnica variada: coras, 31 mil 798 hablantes; huicholes, 29 mil 599 hablantes; tepehuanos del sur, 2 mil 672 hablantes; mexicaneros, mil 866 hablantes de náhuatl, de acuerdo con el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).
Las tradiciones y costumbres de los pueblos originarios los hacen únicos, sus fiestas, la creación de sus artesanías ha logrado que cada uno de ellos sea reconocido y valorado en el país y a escala mundial; las danzas, la música, cada uno de ellos lo vuelve especial.
Podemos ver que, al caminar y llegar a algunas comunidades como Jesús María, Mesa del Nayar Santa Teresa, en la sierra Del Nayar, las dificultades en las que vive la gente son muchas: a los indígenas – a la gran mayoría- le hacen falta los servicios básicos elementales a los que todos los mexicanos tenemos derecho.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que en varias ocasiones ha visitado el estado ha dado a conocer el aprecio que tiene hacia los pueblos originarios, pero ya vemos que esto no es suficiente para que la gente viva mejor.
En enero de 2023, el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI) instaló mesas de trabajo en Nayarit como parte de las acciones para aterrizar el plan de justicia de los pueblos tradicionales en esta región.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que en varias ocasiones ha visitado el estado ha dado a conocer el aprecio que tiene hacia los pueblos originarios, pero ya vemos que esto no es suficiente para que la gente viva mejor.
En el contexto del día de los pueblos originarios, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, firmó un decreto mediante el cual el gobierno de México reconoce, preservan y salvaguarda sitios sagrados y rutas de peregrinación de los pueblos originarios Huichol, Cora, Tepehuano y Mexicanero en los estados de Nayarit, Durango, Jalisco y San Luís Potosí (nota del portal Contralínea.com)
Pareciera que el decreto firmado por el presidente hará su trabajo por sí solo, pero debemos recordar a través de este pequeño documento, que las comunidades y rancherías en las que habitan los indígenas carecen de lo mínimo necesario para que las familias vivan adecuadamente.
Los indígenas de la sierra Del Nayar no tienen empleo, por lo cual deben bajar a la costa en busca de un trabajo que les permita tener para comer; abandonan allá, en su localidad, una casa sencilla, los poquitos animales que tienen y bajan a emplearse en el campo con largas jornadas de trabajo.
Los indígenas de la sierra no sólo Del Nayar, también de Huajicori, La Yesca, Rosamorada, Acaponeta, carecen de medicinas, centros médicos equipados donde se les atienda desde un piquete de alacrán hasta que se brinde asistencia a una mujer que dará a luz, todo eso es importante para la vida de los indígenas; pero podemos añadirle la buena alimentación, escuelas de calidad para que los niños y jóvenes puedan prepararse para enfrentar las dificultades de la vida,
Para hacer justicia a los pueblos originarios del estado y del país, es necesario más que decretos, hace falta un gobierno sensible y realmente ocupado en las necesidades de la gente, que invierta dinero, millones si es necesario, en el cuidado y educación de su gente. ¿Logrará este decreto presidencial reducir de manera importante la pobreza y la necesidad de los pueblos originarios? ¿No será una cortina de humo del gobierno morenista para simplemente sacar provecho político de ellos?
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