El término gobernabilidad se refiere a la capacidad de gobernar una sociedad en un espacio geográfico y en un estado de equilibrio en el ejercicio del poder político, derivado de la solución de demandas sociales y la capacidad de los gobiernos de atenderlas de forma eficaz, estable y legítima.
Por tanto, un buen desempeño de gobernabilidad por parte de un gobernante se ve manifestado en la solución y atención de las necesidades de sus gobernados, además de que debe haber orden y tranquilidad.
Aclaro el concepto de gobernabilidad para hacer constar que hay manera de comprobar si un gobernante ejerce el poder bien o mal; si existe o no gobernabilidad en tal o cual lugar. Por lo tanto, cuando existe un total descuido en el ámbito social, se refleja en la seguridad o el abandono de instalaciones de un municipio que son para el uso y beneficio de la población. Cuando eso sucede, estamos hablando de falta de capacidad de gobernabilidad.
Conforme pasa el tiempo, en Ixtapaluca, este municipio del oriente del Estado de México va quedando más clara la poca visión con la que llegó a gobernar, Felipe Arvizu de la Luz, abanderado por Morena. Cuatro meses han transcurrido desde su toma del poder y cuatro meses han sido suficientes para ver claramente que los próximos tres años de gobierno dejarán más que un mal sabor de boca a los ixtapaluquenses.
Comenzó su gobierno con un masivo despido injustificado de más de 500 trabajadores del Ayuntamiento, entre ellos, maestras y maestros de la Escuela de Bellas Artes, de los Centros de Desarrollo Comunitario (CDI`s), fontaneros, secretarias y cualquier otra persona que incluso tuviera inclinaciones hacia otro partido.
Seguido a esto, la paz social y la seguridad de los ixtapaluquenses se ha visto empañada de sangre derivado de los más de 25 asesinados con violencia, algunos a plena luz del día, que se han sucitado en el municipio, por ejemplo, la masacre de cuatro personas en Tlapacoya, dos en la colonia Cañada, tres en Xocolines; en el bar La Terraza fallecieron tres personas después de una balacera; fuentes extra oficiales hablan que resultaron 17 heridos de los cuales cuatro más fallecieron para dar un total de siete víctimas de la violencia.
Las muertes no acaban ahí, hay que sumar otro asesinado recientemente en Tlapacoya, dos en la colonia el Molino, una persona acribillada a balazos en Santa Bárbara; además, quedó gravemente herida la pareja de esa persona, y la lista continua.
A pesar de tanta sangre derramada no hay un solo detenido por alguna de estas muertes; es más, el Gobierno municipal no ha emitido comunicado alguno en el que explique qué está haciendo acerca de estas muertes que a todas luces son muestra de la descomposición social, pero también de la incapacidad de un gobierno para combatir la delincuencia.
Ahora bien, pudieramos excusar al presidente municipal al no poder frenar la inseguridad que ha venido a la alza en Ixtapaluca, pero de lo que sí no lo podemos eximir es del abandono en el ha sumido al municipio; por ejemplo, antes de ser presidente municipal, manifestó en más de una ocasión la incapacidad del Gobierno municipal de ese entonces de no saber resolver la falta de agua potable en el poblado de Ayotla y prometió que una vez que fuera presidente municipal resolvería esta problemática, pero no ha hecho nada.
El resultado es que en tres ocasiones se han manifestado los habitantes de Ayotla e incluso han cerrado la vialidad para exigir que Felipe Arvizu cumpla su palabra, pues la escasez de agua potable en esta comunidad lleva más de cuatro meses y el Gobierno municipal no ha sido capaz de enviar pipas de manera gratuita y, por tanto, el gasto ha corrido por parte de los afectados.
Recientemente, Arvizu demostró su incapacidad para gobernar y resolver problemas urgentes que demanda la ciudadanía. El pasado jueves 5 de mayo, Ixtapaluca fue noticia nacional porque en la comunidad de Río Frío fue privado de su libertad un niño de nueve años; la familia y los habitantes se organizaron para exigir la intervención del Gobierno municipal para la búsqueda del menor.
La gente organizada bloqueó por 12 horas la carretera México-Puebla, pero ni la polícia municipal, ni el presidente ni ningún representante de este hizo presencia para ayudar a los que ahí se manifestaban, después de doce horas y de la intervención de la polícia estatal de Hidalgo y de la Guardia Nacional se logró encontrar al menor y liberarlo.
¡Ah! Pero eso sí, Felipe Arvizu y su Ayuntamiento, en plena crisis, no dejaron de promocionar su cartelera de la mal llamada Feria Nacional de Ixtapaluca que, por cierto, este año no será gratuita como en años anteriores. Esta vez, quienes quieran disfrutar de algún grupo o artista deberán pagar 40 pesos por la entrada, además de aportar un kilo de frijol y otro de arroz. ¿Cuál es el pretexto de Felipe para cobrar? Que este dinero será invertido en obras y servicios, toda vez que, dice, no tiene recursos para ello, ¿No hay recursos para obras y servicios pero sí lo hay para pagar grupos musicales? ¡Que contradicción! Además, ¿en qué invierte las participaciones estatales?
Así es como demuestra Felipe Arvizu y el propio partido de Morena, su incapacidad para gobernar. Los ixtapaluquenses deben informarse, cuestionar y sacar conclusiones.
En Ixtapaluca no hay gobernabilidad y no la tendremos los siguientes tres años, ¡que mala vida nos espera!
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