Hace muchos años, en una visita que tuvimos con nuestros abuelos a su pueblito, San Juan Teposcolula, en el estado de Oaxaca, caminando por la plaza principal, mi abuela Laura nos decía que había tres autoridades en el pueblo, uno era el presidente del pueblo, otro era el párroco y otro eran los maestros de la escuela. Le preguntamos que a quien se le respeta más y la respuesta fue que con cariño y reconociendo su trabajo, al maestro.
Dijo que muchos paisanos se fueron a Estados Unidos a trabajar y regresaban con otra religión y que el párroco había perdido poder, ahora hay muchas religiones que cualquiera te da el pase al infierno o al cielo, de acuerdo a cómo te portes y pues el presidente del pueblo, aparte de encerrar borrachitos, de organizar el tequio, poco hacía, siempre decía que no bajaba recurso del estado... entonces con esta explicación, los maestros del pueblo se ganaron con su trabajo educador, formativo, creador y tesonero el respeto de todo el pueblo.
Ya en estos años, la esencia del maestro en el aula ha perdido cierto valor, dado que las nuevas generaciones así lo demuestran. Hace poco fue muy divulgado el hecho de que una pareja de padres de familia golpeó y amedrentó a una maestra de preescolar ¡frente a su hijo! ¡Qué nivel de brutalidad de los padres de familia! Y lo más reciente es que la dotación de libros de texto gratuitos carece de la revisión, participación y diseño de la mano de los profesores, de esos que tienen toda la experiencia frente a grupo.
El gobierno de la 4T que tiene México ha dejado en manos del doctor Marx Arriaga, director de Materiales educativos, del licenciado. Sady Arturo Loaiza Escalona, director de Desarrollo e Innovación de Materiales Educativos y encargado de elaborar los nuevos libros de texto gratuitos, que implementará la Secretaría de Educación Pública (SEP) y a más 60 colaboradores en su proyecto educativo de la Nueva Escuela Mexicana, tanta gente y tantas observaciones…
Existe controversia por el diseño y contenido de los nuevos libros, salen a la luz cada vez más errores ortográficos, fechas erróneas de acontecimientos históricos, datos erróneos en el área científica y geográfica y sobre todo se ve disminuido el contenido de matemáticas, al grado de desaparecer el libro y solo incluir en los proyectos educativos algo de razonamiento matemático, etcétera, así de grande es el problema. Y los padres de familia y los maestros, ¿qué papel jugaremos en esta nueva etapa de la educación en México?, ¿nos vamos a callar?
A un año del regreso a clases presencial, a dos años del encierro y clases en línea a la que pocos alumnos tuvieron acceso, al rezago educativo evidente de nuestros hijos, jugarle a la nueva escuelita sin la participación de los docentes en el diseño de los nuevos libros de texto, éste deja mucho que desear.
A un año del regreso a clases presencial, a dos años del encierro y clases en línea a la que pocos alumnos tuvieron acceso, al rezago educativo evidente de nuestros hijos, jugarle a la nueva escuelita sin la participación de los docentes (de esos que están frente agrupo, de esos que tienen la experiencia a flor de piel, de esos que sí conocen la verdadera educación en escuela mexicana) en el diseño de los nuevos libros de texto, éste deja mucho que desear.
Profesor, no olvides tu esencia, no se te olvide que el primer líder ideológico de la niñez mexicana eres tú, que quien conoce las necesidades educativas, pedagógicas y de infraestructura de tu escuela y tus alumnos eres tú, quien conoce y sabe medir el termómetro social eres tú, ¿o no es así? Así, que el primero que debe aportar contenido pedagógico, basado en estrategias exitosas, en trabajo de resultados dentro del aula, en experiencia en cada grado escolar impartido, en conocer el desarrollo desde la infancia hasta la secundaria de sus alumnos es el maestro… ¿y entonces por qué dejar que le impongan un modelo educativo así, diseñado por entes externos a su ejercicio pedagógico?
Porque es más cómodo seguir instrucciones que dar las instrucciones, de modelo creador, pasamos a modelo observador con obediencia incluida, ¡qué barbaridad!
Ojalá que el magisterio, junto con los padres de familia podamos abrir los ojos y exijamos una educación de calidad, competitiva, formadora de conciencias críticas y sobre todo que responda a las necesidades de un verdadero cambio social.
Organicémonos, exijamos juntos que las cosas cambien. Nuestra sociedad está entretenida en otras cosas, muchos están amarrados de manos y boca porque los silenciaron con una beca. Órale. agarren la beca y luchen, que no compren su conciencia...
0 Comentarios:
Dejar un Comentario