A pesar de que hay quienes afirman que ser político no es negocio, todos sabemos que en México y quizás en el mundo, solo hay dos formas de hacerse de poder y riqueza, con un plus de honorabilidad: o explotar a la clase trabajadora, como hacen los dueños de los medios de producción, o convertirse en político de cualquiera de los partidos tradicionales, como el PAN, Morena, el PRI, PVEM, y demás partiditos satélites que van colgados a ellos.
Atrás quedaron los tiempos en que los políticos tenian palabra, vergüenza, orgullo y convicción. Y no es que no hubiera corrupción, pero había más recato. Ahora, como podemos ver en las elecciones que se aproximan en el mes de junio, por delante, va siempre el chantaje; hoy son de un partido, mañana de otro y al siguiente día, si no ven ganancia, se convierten en militantes de otro partido.
Veamos. Según un artículo publicado en marzo de 2021 por la periodista del diario Excélsior, Leticia Gómez de la Rosa, en el proceso electoral de ese año, el fenómeno de los políticos “chapulines” se potenció al máximo saliendo de sus partidos de origen, 16 mil políticos sin importar siglas ni colores, y por lo que se ve, en la próxima elección del 2 de junio, este fenómeno se ha multiplicado.
A continuación señalo sólo algunos ejemplos, pues relatar la lista completa abarcaría dodo un libro. Eugenio Hernández Flores, ex gobernador de Tamaulipas que recientemente recuperó su libertad, luego de permanecer encarcelado seis años por presuntos vínculos con el narcotráfico y con solicitud de extradición firmada por el gobierno de Estados Unidos, es postulado por el PVEM al Senado, con el respaldo de de Morena y el PT, para gozar de fuero e impunidad.
Los empresarios y políticos priistas poblanos, José Chedraui Buidib, ex coordinador de financiamiento de Peña Nieto en 2012, busca la presidencia de la capital poblana, la alcaldesa de Xicotepec, Guadalupe Vargas, hija de Ardelio Vargas Fosado, ex delegado del desaparecido Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) y jefe de seguridad en el Estado, es precandidata a diputada federal por Morena, y Jorge Estefan Chidiac, postulado por el PVEM para ocupar la alcaldía de la capital, o una diputación federal.
Jorge Carlos Ramírez Marín, expriista y aspirante a gubernador de Yucatán, se incorporó al PVEM para ser candidato al Senado. Y como todos ellos, el ex gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila Villegas, y las ex dirigentes del PRI y PRD, Claudia Ruiz Massieu y Alejandra Barrales, respectivamente.
El empresario, ex Presidente Nacional de Coparmex, y promotor del frente opositor a Andrés Manuel López Obrador, Gustavo de Hoyos, es ahora uno de sus candidatos a la Cámara de Diputados. El partido naranja, recibió en sus filas a 14 ediles chapulines de PRI y del PAN en Monterrey, y postulará al Senado a Carlos Herrera Tello, ex secretario de Gobierno y socio del ex gobernador perredista de Michoacán, Silvano Aureoles.
Veracuz, como todos las entidades de país, no es ajeno al chapulineo de la 4T. Anilú Ingram Vallines renunció al PRI y anunció su incorporación al PVEM, igual que Fernando Kuri. De Morena se pasaron al PRI, Rafael Echazarreta Torres, tras su fallido intento de postularse a la alcaldía de Mérida, etcétera.
Lo triste es que todo esto es a costillas de los más de 98 millones de ciudadanos integrantes de la lista nominal, y de manera especial de la gente buena, de bajos recursos económicos, que precisamente por su condición humilde y en no pocos casos por su ignorancia, son víctimas del engaño y la manipulación de los políticos deshonestos y comerciantes de la política, que los enbaucan por una miserable despensa, un tinaco, un calentador, o un “apoyo económico”.
¿Vale la pena que a cambio de esto, la inmensa mayoría de los mexicanos soportemos tanta burla y humillación y nos convirtamos en esclavos de estos personajes acostumbrados a vivir de nuestro trabajo y nuestro esfuerzo?
0 Comentarios:
Dejar un Comentario