Es del conocimiento general el papel tan relevante que juega el personal de salud en el combate de la epidemia del nuevo coronavirus.También es ya conocida por toda la gran efectividad con que el virus se propaga, por lo que los equipos de protección se vuelven necesarios para atender a los pacientes.A pesar de todo esto, en México, a diferencia de otros países, la dotación de equipos de protección para el personal que se encuentra en la primera línea de batalla contra la enfermedad no parece tener la importancia necesaria para el gobierno federal.Esto ha provocado que día con día crezca el número de casos de infectados, no solo entre la población general, sino entre el mismo personal de salud.
Está comprobado que el contagio del personal es inevitable, pues pasan muchas horas en contacto con los pacientes.En Europa, por ejemplo, en los países en los que médicos jubilados tuvieron que regresar a laborar motu proprio, la tasa de contagio de los profesionales sanitarios asciende al 20%; sin embargo, estos países ya han pasado por la peor etapa de la pandemia.En México, por otro lado, no habíamos llegado a la etapa de ascenso rápido de los contagios, cuando ya escuchábamos de varios casos positivos en los hospitales públicos, tantos, que las universidades se vieron obligadas a retirar a sus estudiantes de los hospitales para evitar el contagio.
La cifra de trabajadores del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que se han contagiado de coronavirus y muertos por la misma causa, aumenta cada día en diversos estados de la República; según datos oficiales difundidos el pasado 14 de abril, sumaban ya 535 trabajadores de la salud que habían dado positivo al COVID-19, nueve defunciones y cuatro mil 148 en cuarentena, cifra que ha desencadenado cuestionamientos por la problemática que viven hospitales durante esta crisis pues es insuficiente la cantidad de personal sanitario para la atención de enfermos.
Es bien sabido que, durante el mes de marzo, la falta de insumos para atender los primeros casos de pacientes sospechosos de coronavirus provocó que los médicos tratantes fueran enviados a cuarentena, igual que quienes tuvieron contacto con éstos.Así, quedaron áreas sin un solo médico o con menos personal para atender pacientes con coronavirus
La sociedad civil y algunos gobiernos estatales tomaron las medidas necesarias para evitar el contagio por covid-19; los hospitales tuvieron que hacer reconversiones en sus instalaciones para hacer frente a la pandemia porque ya había casos positivos entre el su personal y no porque el gobierno federal los hubiera instruido para actuar así o los hubiera dotado del material necesario para atender a los pacientes sino porque la situación así lo exigía.
En varios estados del país las protestas de médicos y enfermeras no se hicieron esperar: denunciaban la falta de insumos que existe en la mayoría de los hospitales de México, al grado de carecer hasta de cubrebocas, guantes, batas y demás equipo básico, indispensable para realizar sin mayores riesgos su trabajo; sin embargo, pese a lo reiterado de las manifestaciones, las autoridades de salud no han resuelto estas legítimas demandas, a pesar de que el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador y Zoé Robledo Aburto, director general de IMSS, han reiterado que el problema de insumos está resuelto.
Ante esta situación ya de por sí complicada, generada por la carencia de material de protección que provocó un alto número de contagios entre el personal sanitario, en algunos sectores de la población se ha formado la falsa idea de que son precisamente los trabajadores de la salud quienes propagan el virus.Esta paranoia ha derivado en los graves e injustos ataques verbales y físicos de los que últimamente han sido objeto médicos y enfermeras; el hostigamiento, insultos y agresiones, se han vuelto tan comunes que las autoridades federales han tenido que pedir a la población que muestre un poco más de solidaridad y ponga fin a las amenazas.
Si bien estos lamentables ataques, insultos y agresiones a trabajadores sanitarios se han presentado en otros países, en México su tendencia al alza resulta verdaderamente preocupante ya que pone en peligro la vida de los profesionales de la salud.Nada justifica ni los ataques, ni la falta de protección a hombres y mujeres que exponen su salud e incluso su vida para salvar la de miles de mexicanos contagiados de coronavirus; es una actitud verdaderamente criminal dejar a su suerte a quienes luchan en todo momento por derrotar la enfermedad.
En estos días en que se ha decretado la fase 3 de la contingencia sanitaria, es de vital importancia la dotación de equipo de protección necesaria para todos los hospitales y clínicas, pues solo así se evitará que una mayor proporción del personal se infecte y se incapacite, restando activos a la lucha contra el coronavirus.De cubrirse dicha necesidad, les quitaremos un peso de encima a ellos, pues muchas veces se aíslan de sus familias por temor a contagiarlos y, además, se demostrará al resto de la población que no son ellos los malos de la película sino, al contrario, que son los únicos capaces de ayudarnos a superar esta epidemia.
Todo nuestro apoyo y solidaridad a médicos y enfermeras que valiente y diariamente luchan por salvar la vida de miles de mexicanos infectados de covid-19.Los antorchistas de todo el país nos sumamos a su exigencia de que las autoridades federales responsables del combate a la pandemia, en particular el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Dr.Hugo López-Gatell, de manera inmediata realicen pruebas de Covid-19 al personal sanitario, capaciten a éste en el protocolo adecuado para el tratamiento de pacientes con el nuevo coronavirus y se haga entrega del material adecuado y en cantidad suficiente para salvaguardad la existencia de los únicos que pueden salvar la nuestra en estos momentos críticos.
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