Lo que determina la eficacia del oficio como modo de resistencia es el conocimiento y el control de los operatorios industriales. El Monopolio ciertamente «fraccionado», «señalizado» entre las diferentes profesiones, pero monopolio, y lo esencial es que los patronos están excluidos de él. La vertiente «económica», la “exclusividad” de los modos operatorios es lo que hace posible el interminable control obrero de los tiempos de producción. Esta situación en la que el obrero de oficio impone sus normas y sus tarifas es tanto más intolerable para el capital cuanto que el «mercado» del trabajo ha sufrido un enorme cambio desde Wakefield y Merivale. Desde 1815, los Estados Unidos ven cómo se produce, en oleadas sucesivas, el mayor movimiento de inmigración de la historia moderna, Que va a alterar el conjunto de las condiciones de la acumulación del capital. El descubrimiento de unas diferencias sociales eminentes en las características de las fuerzas de trabajo cuya inteligencia es decisiva. Pues las dos «oleadas» de emigrantes se diferencian a la vez por lo que concierne al «país» de origen, las raíces y las condiciones de acogida dispensadas en los Estados Unidos. Primera oleada: De 1815 a 1860, un total de cinco millones de personas desembarcan en los Estados Unidos. En el origen de esos inmensos desplazamientos de población está la revolución industrial, la expropiación del pueblo campesino, ya sea el resultado de medios simplemente «económicos» o de expulsiones violentas «legalmente» organizadas. La formidable inmigración condujo así a alterar totalmente la composición técnica de la clase obrera, en tanto que su representación seguía siendo prácticamente idéntica. En este «hueco», este desfase producido por la diferencia entre la composición técnica de la clase obrera y su composición política.
En el origen de la cadena, violencia calculada, sistemáticamente aplicada contra el trabajo de los hombres, La producción de flujo continuo, de todos los sistemas desorganización del trabajo. La cadena vista desde Francia, tal como la presenta en sus comienzos Renault, Singular crónica en la que, de número en número, se desgranan las técnicas americanas de control sobre el trabajo obrero. Renault no brilla ni por su gusto ni por sus modales. La guerra le ha permitido llevar a cabo una racionalización a marchas forzadas. La marcha hacia el frente y las necesidades de la unión sagrada han dejado la fábrica vacía de su fuerza y de su alma, haciendo posibles unas racionalizaciones. En el Boletín de las fábricas Renault, la lección americana está centrada en torno a ese principio central de la nueva fábrica se le presentan posibilidades de utilización. Consisten en asegurar la circulación de un conjunto de piezas ante los obreros quietos en sus puestos de trabajo. Las verdaderas dificultades, que retrasarán la introducción de la cadena, no se presentan en él montaje, sino en el mecanizado.
Las nuevas normas de productividad intentamos designar los progresos que asegura la línea de montaje en lo que concierne a las técnicas de extorsión del plus trabajo. Desde el punto de vista del valor de uso, se puede decir que lo propio de la línea de montaje es haber asegurado las condiciones del paso a la producción en serie de mercancías estandarizadas.
En el mismo momento en que se apodera del taller y del ejercicio del trabajo, la norma nueva se extiende a nuevos objetos. Tener sujeto al obrero por el salario parece ser ya a principios de siglo el medio menos arriesgado. El salario sigue siendo un instrumento patronal de estímulos al garantizar mediante el salario una garantía mejor que la que pueda ofrecer la adhesión al sindicato y a sus prácticas de resistencia bajo. Apartar al obrero del sindicato exige ofrecer al obrero una garantía, durante y fuera de los períodos productivos. De simple instrumento de estímulo al trabajo. Se convierte en instrumento de reproducción del trabajador. Y si se convierte en eso, si sufre esa metamorfosis.
El five dollars day el acuerdo general sobre los salarios.
La puesta en marcha por parte de Ford del five dollars day debe comprenderse dentro de este marco y este contexto nuevos. En 1914, Ford anuncia un fuerte aumento del salario nominal (de 2.5 dólares diarios a 5 dólares). A finales del siglo XIX, Detroit, se de la Ford Motor Company, perpetuaba una política antisindical, En Detroit reina un verdadero clima de violencia: suciedad, trabajadores inmigrados, corrupción y violencia los accidentes eran cosa corriente. Terreno ideal para el sindicalismo y el radicalismo. El aumento del salario pretende romper este estado insubordinación crónica. El five dollars day instaura una influencia en las condiciones de existencia de la vida obrera.
El «salario alto» es un imperativo del nuevo proceso de acumulación, del nuevo modo de consumo de la fuerza de trabajo obrera. “Los salarios más altos que se hayan pagado hasta el presente están lejos de ser tan elevado como deberían... si se tiene en cuenta … sus fatigas y el inevitable desgaste de sus fuerzas.
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