Me pareció oportuno referirme al valor (desde el punto de vista económico) por la petición enviada recientemente al gobierno de la 4T por 327 empresas manufactureras de EE.UU., en la que piden al gobierno no romper las cadenas de valor (El Economista).En la carta enviada, la Asociación Nacional de Manufactureros de Estados Unidos dicen: "Este es un momento crucial.Estamos trabajando con urgencia para dotar a nuestros proveedores de atención médica y otros trabajadores de primera línea de covid-19 con los recursos que necesitan para salvar y proteger las vidas de nuestros conciudadanos.Sin embargo, el cierre de las instalaciones de nuestras empresas y proveedores en México amenaza con socavar ese esfuerzo".Esto parece un interés genuino, pero, como dice el dicho, de noche todos los gatos son pardos.
En su obra cumbre El Capital, Carlos Marx demostró que los capitalistas crean su capital por medio de la utilización de la fuerza de trabajo (mano de obra), que es capaz de crear más productos de los que se le pagan al trabajador.Por ejemplo, un obrero produce a la semana 20 pares de zapatos, cada uno se venderá en unos 300 pesos.De la venta de los 20 pares, el dueño de la empresa obtendrá 6000 (20 x 300) de lo producido solo por ese trabajador, pero a éste le pagará alrededor de 123 pesos diarios (en caso de que se respete el salario mínimo); es decir, 738 pesos semanales (123 x 6).El patrón no le paga al obrero su trabajo completo, sino su fuerza de trabajo, esto es, lo que valen los productos que necesita el trabajador para recuperar las fuerzas gastadas, para existir y reproducirse.
El valor es una relación social, toda mercancía tiene valor y valor de uso (beneficio material que ésta proporciona).El valor se determina por el tiempo de trabajo socialmente necesario invertido en la producción de la mercancía, el valor de la fuerza de trabajo es bastante inferior al que el capitalista logra sacar de la fuerza de trabajo puesta en acción, pues en la jornada de trabajo ésta crea nuevo valor, que alcanza a cubrir el que le pagan en forma de salario y a ceder otro como trabajo no retribuido, que es la fuente de enriquecimiento de la clase capitalista.El objetivo del capitalismo es extraer ese plusvalor o plusvalía, aún a costa de la vida de los trabajadores, tal como lo muestra la historia de hace aproximadamente 500 años de existencia que lleva el capitalismo a nivel mundial.
Claro ejemplo de ello es el caso de EE.UU, bastión del capitalismo y epicentro de la pandemia de covid-19.Su gobierno y varios empresarios están obligando a los trabajadores a regresar a trabajar, mandan la misiva a AMLO para que los mexicanos regresen a las manufacturas del norte del país y las cadenas de producción estadounidense no se vean interrrumpidas.A decir de medios como Fox News y BBC Mundo, se están relajando las medidas de distanciamiento social y eliminando las restricciones a la producción no esencial; a partir del 1 de mayo en varios estados de EE.UU., se reanuda el trabajo.Las fábricas de aeronaves y automotrices han sido clasificadas como "esenciales" de modo que los trabajadores quedan obligados a incorporarse, a pesar de que institutos de salud dicen que se acelerará la propagación de la mortal pandemia covid-19.Para cerrar la industria automotriz a mediados de marzo hubo varias huelgas y acciones laborales por la negativa de los fabricantes, a pesar de que los trabajadores caían enfermos; ahora buscan "voluntarios" para reabrir las fábricas.A las empresas no les importa si vive o muere el trabajador, lo que buscan es continuar la producción para extraer plusvalía.Finalmente, si se mueren unos, afuera hay millones de desempleados que pueden suplirlos.
EE.UU., tiene más de un millón de casos con covid-19 y casi 65,000 muertes confirmadas, es el país más rico del mundo, con menos del cinco por ciento de la población mundial, pero representa un tercio de todos los contagios.La riqueza y poder de este país está concentrada en manos de contados hombres que son también los más ricos del mundo.La respuesta que han dado los gobiernos capitalistas en todo el mundo, y en México, a la pandemia del coronavirus, ha generado protestas populares con huelgas, manifestaciones, paros y otras formas de conmoción social.
En México no es tan distinto.Se destinan más recursos a los megaproyectos para favorecer a parte de la élite empresarial del país, Slim hará el segundo tramo del Tren Maya y Salinas Pliego no ha cerrado Elektra (empresa no esencial).El pueblo está obligado a quedarse en casa, que en muchos casos ni siquiera tiene.Diferentes organismos han planteado varias medidas para paliar esta crisis que nos azota; Oxfam México sugiere que debe ponerse en marcha un programa de subsidios para que las empresas mantengan su plantilla y para quienes viven al día sin seguridad social, es decir, se garantice un ingreso que ayude a cubrir las necesidades básicas; de lo contrario, 28 millones de trabajadores que trabajan en actividades no esenciales serán afectados con esta pandemia, lo que representa el 47 por ciento de la población económicamente activa de nuestro país.Además, el 60% de la fuerza laboral mexicana trabaja en el empleo informal sin salarios establecidos ni prestaciones sociales.
Al igual que antes, el gobierno se niega a usar el dinero del pueblo para el pueblo, hay un clamor generalizado en el país para que se instrumente un Programa Nacional de Distribución de Alimentos para la población sin ingresos fijos; dar subsidios a campesinos, pescadores y a las Micro, Pequeña y Mediana Empresas (MIPYMES).Por el contrario, nuestras autoridades mienten diario ofendiendo la inteligencia popular, tal como quedó exhibido el jueves pasado en la entrevista que le hicieron a la Dra.Magdalena Madero (Nefróloga del Instituto Nacional de Cardiología "Ignacio Chávez") que ubica al Instituto en situación de guerra.La Dra.declaró que hay muchos enfermos de covid-19 y no tienen ningún ventilador; que el personal médico está expuesto y desgastado para salvar vidas, no tienen material que los proteja.La 4T está cometiendo crímenes de lesa humanidad, dejando morir a los enfermos por covid-19 y exponiendo a los médicos.Por eso, debemos alzar la voz y formar la gran fuerza social que necesita México para cambiar a este sistema inhumano y a los gobiernos que lo continúan.
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