* Con paciencia y perseverancia se llega a ser genio y gran declamador: Aquiles Córdova
Tecomatlán, Puebla. La niñez y la primera etapa de la juventud son las edades perfectas para crear amor por la declamación, por ejemplo se pueden aprender palabras nuevas y a pronunciar los versos correctamente, tal y como el poeta los escribió, señaló Aquiles Córdova Morán al dar los primeros lugares en la categoría "Juvenil A", en donde Puebla se coronó con el primer lugar.
En esta categoría, precisamente por se edades jóvenes, son adecuadas para que los maestros y asesores comprendan y tengan toda la disposición y ánimo para ver el trabajo que inician sus alumnos en este difícil arte de la poesía; los maestros deben señalar y guiar a la niñez y juventud, criticándolos y señalándoles dónde hay errores para que eleven su calidad en declamación."Aquí debemos crear la disciplina, la responsabilidad y la voluntad de hacer las cosas bien, debemos distinguir lo que está bien y lo que no, y a resolver las dudas e inquietudes que aparezcan; por ejemplo, aprender palabras nuevas o a pronunciar los versos correctamente", señaló.
Así, también señaló que el maestro debe ser responsable y enseñar al niño dónde hay versos para que no se corte la idea y se vuelva posible encontrar el tono y la emotividad; "el maestro también debe decirle al alumno que hay encabalgamientos, tropos y demás recursos literatos que se usan en la poesía…, romper el verso es romper la rima, no se le deben meter palabras o modificaciones a la poesía porque el verso está medido pues tiene un número determinado de sílabas.
A la juventud hay que decirle, "si te gusta declamar debes saber que la poesía no va a la inteligencia directamente: el poeta filosofa, narra, hace lógica, política y economía; primero llega a la sensibilidad y a la emoción; llega al corazón, al sentimiento y después al cerebro.El niño debe sentir y entender lo que está diciendo y sólo así será un buen declamador.
Al referirse a la forma para declamar enfatizó que la mejor manera de decir un verso es dejarlo caer por su propio peso, de manera natural, poniendo sólo lo que el poeta quizo decir en sus versos; "hay que centrarse en la poesía y ponerle toda la emoción que se requiera."
Por último, señaló que es en las primeras edades del hombre es en las que se debe sembrar y entonces habrá un fruto de excelencia.Con paciencia y perseverancia se llegar a ser grandes genios y grandes declamadores.", señaló.
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