En los 48 años que lleva de existencia el Movimiento Antorchista Nacional, se ha convertido en la organización más grande y mejor estructurada en México, dirigida atinadamente por Aquiles Córdova Morán, un hombre que dedica su vida y que ha sabido conducir a los más desprotegidos de nuestra patria, pues día a día nos indica el rumbo por el cuál debemos de caminar con la finalidad de liberar a los explotados, para conducirlos hacia el porvenir más justo y fraterno.
El camino emprendido por Antorcha, a través de la lucha y la educación, es y será siempre para la emancipación del pueblo trabajador, para defenderse de los embates de los gobiernos indispuestos a resolver sus necesidades elementales y, detrás de ellos, intereses económicos muy poderosos que no están dispuestos a compartir con la clase trabajadora, quienes, a final de cuentas, son el motor de la producción, estos viven en condiciones deplorables, sus hijos no tienen buena alimentación, ni buena salud ni escuelas dónde estudiar dignamente, debido a que en nuestro país hay una injusta distribución de la riqueza nacional.
Reiteramos que Antorcha es la organización de los pobres de México, es el resultado de la lucha tenaz, constante del pueblo organizado y educado, mexicanos que luchan porque tienen el anhelo de que en este país existan mejores oportunidades, que una nueva clase social, por la vía democrática, conquiste el poder político y aplique el proyecto económico que propone Antorcha que es: empleos, mejores salarios, impuestos progresivos y la justa repartición del gasto social, pero la instrumentación de este modelo tiene como requisito que el pueblo lo respalde y luche organizadamente para lograrlo.
Pero nuestra lucha no es bien vista por los enemigos del progreso, ha sido constantemente atacada, pues al ver perjudicado sus intereses, los que se creen dueños del poder político, se lanzan como bestias todos los días por todos los medios para propagar estiércol contra Antorcha y contra sus líderes. Los tinterillos de los poderosos exigen sin ningún sustento real que el peso de la ley caiga contra los líderes antorchistas, a quienes acusan de lucrar con las necesidades de la gente humilde.
En sentido, nada nuevo se vive en el estado de Hidalgo, ante la ola represiva del gobierno de esta entidad, que desde el inicio de su administración se ha empeñado a destruir a sus opositores, en este caso al pueblo organizado en Antorcha, quien no ha escatimado ni recursos ni medios para lograrlo, pero éste se equivocó al creer que al no resolver la más mínima demanda que le plantearon los antorchistas, la lucha se iba a extinguir, por el contrario, se intensificó, obviamente, y como respuesta, el gobierno de los pobres, usó la fuerza pública para encarcelar contra todo derecho, a Domingo Ortega Butrón, destacado activista antorchista en Pachuca, y como líder transportista, fue llamado para supuestamente regresarle unos transportes detenidos donde se trasladó a un grupo de jóvenes que hicieron una manifestación, siendo esto un total engaño, pues fue aprendido por supuesto “ataque a las vías de comunicación”. Esto no es más que una muestra de represión política contra antorchistas que se han atrevido a levantar la voz contra la injusticia social que se comete a diario en esa entidad.
Sin duda, el injusto e ilegal encarcelamiento de nuestro compañero Domingo Ortega, por parte del Gobierno de Hidalgo, refleja la política represora del Presidente de la República, en su negro propósito de combatir a Antorcha, pues a pesar de la embestida contra la organización social y sus líderes, no ha podido demostrar ninguna de sus calumnias y mentiras, por lo que el pueblo organizado no se quedará de brazos cruzados viendo cómo se sigue cometiendo más injusticias; no descansará hasta lograr la liberación de nuestro compañero, privado ilegalmente de su libertad.
Nuestros detractores, al no tener elementos que sustenten sus acusaciones, se reducen a lanzar mentiras en la prensa con el afán de desprestigiar a los luchadores sociales, para que de manera indirecta la sociedad vea bien la manipulación del gobierno y de esa manera se justifique el encarcelamiento de los antorchistas, cuando en realidad no existe delito que perseguir; por su parte, el juez que tuvo en sus manos el caso de Domingo Ortega, se prestó al juego sucio del gobierno, atropellando toda legalidad e independencia del poder judicial.
Frente a este escenario injusto, nos queda muy claro cuál es el fondo de la represión política en Hidalgo, nos ven como una amenaza; pero nuestro único delito es luchar, durante 48 años, con el objetivo de eliminar radicalmente al enemigo del desarrollo: la pobreza. Pero contra la injusticia, la represión y la paciencia del pueblo tiene un límite y este gobierno debe medir bien el agua a los camotes, porque ha despertado del marasmo y la ignominia en el que ha sido sometido, ha cobrado conciencia para adherirse a la lucha contra la tiranía que se está cometiendo en contra de los líderes antorchistas.
Dejamos patente que, para desgracia de los enemigos del progreso, los antorchistas nos defenderemos con todas nuestras fuerzas y no nos amedrentamos, estamos claros de que sólo organizados no nos podrán doblegar, por el contrario, nos fortaleceremos más, a tal magnitud que ya estamos en condiciones para luchar por el poder político de nuestro país.
Toda nuestra solidaridad a nuestro compañero Domingo, y a todo el antorchismo hidalguense, los quintanarroenses estamos atentos y dispuestos a sumarnos al llamado de lucha. Nada ni nadie detendrá nuestra lucha, porque hoy más que nunca la llama de Antorcha está más viva y reluciente que nunca ¡Adelante antorchistas, hasta triunfar!
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