En los últimos días hemos visto múltiples manifestaciones de capitalinos que protestan por la falta de agua potable en sus domicilios, hace algunas décadas se decía que había escasez de agua en la ciudad, era a casusa de las sequías, dado que se mantenía en su más bajos niveles la Presa de San José, que era una de las principales fuentes de abastecimiento de agua para los habitantes de la zona metropolitana de San Luis Potosí; sin embargo, con la perforación de varios pozos profundos de agua en los distintos puntos de la capital, se logró abatir el desabasto de agua por unos años más.
El crecimiento incesante en la población en los últimos años, sobre todo, por la inmigración de miles de potosinos a la ciudad de San Luis Potosí, lugar donde se concentra la principal actividad económica de la entidad, por la instalación de grandes empresas fabriles relacionadas con la industria automotriz; trajo consigo muchos problemas de hacinamiento poblacional en los hogares, y mayor demanda de servicios públicos, como lo es el servicio del agua potable.
Al paso de los años la perforación de más pozos fue insuficiente para abastecer de agua a todos los potosinos, y peor aún, que ante al abatimiento de los mantos freáticos en el valle de San Luis, cada vez, para sacar agua del subsuelo, se necesita perforar a mayor profundidad los pozos –de entre 300 a 500 metros– llegando a mantos de agua sulfurosa o con alto contenido de flúor, que afecta a la salud de los potosinos. Poca agua y de mala calidad.
Ante la falta de fuentes más seguras y permanentes de agua en SLP, hace aproximadamente 10 años, el gobierno federal de Felipe Calderón Hinojosa apoyó con la construcción de una macro presa en los límites de Guanajuato y San Luis Potosí, denominada El Realito, que buscaría abastecer de agua a la zona metropolitana, se decía que esta presa una vez puesta en funcionamiento, abastecería de agua por varias décadas a los potosinos, pero la verdad, es que desde su puesta en marcha, -en octubre del 2012- todo ha sido un fracaso. Mala calidad del agua, tuberías y válvulas deficientes, fugas de agua por doquier, etcétera, etcétera.
Éste es lo que motivó que frecuentemente exista desabasto de agua en el oriente y sur de la ciudad, y el Interapas y la CEA, no pueden resolver nada, y prefieren tomar la conducta del avestruz, meter la cabeza en la tierra y enseñar su cola, antes que enfrentar los problemas, y es que ambos organismos del agua, funcionan con números rojos ante la falta de apoyo del gobierno estatal y federal, para invertir en obras de impacto. La reducción del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), con la eliminación del Ramo 23 que se destinaba para la realización de obras de agua potable, por segundo año consecutivo por parte de los diputados de Morena ante el Congreso de la Unión, es lo que mantiene al Interapas y la CEA, con los brazos cruzados para poder invertir en obras de infraestructura hidráulica.
En el San Luis existen fuentes de agua que no se han explotado adecuadamente para surtir la zona metropolitana, está la presa del Potosino y la del Peaje, que casi todo el año están llenas de agua, y no se pueden utilizar estos cuerpos porque no se cuenta con infraestructura para la distribución del agua. Igual, existe también un proyecto de la construcción de una nueva presa por esa zona de Escalerillas, denominada Las Escobas, y tampoco se puede echar andar su construcción por falta de recursos.
El problema del abasto de agua en San Luis es real y hace falta que las autoridades estatales, sobre todo, las que están por tomar la estafeta, no sean como las anteriores, que por no exigir al Gobierno federal los recursos que se necesitaron para obras de infraestructura hidráulica, ahora a los potosinos se les mantenga con la carencia de este vital líquido.
Nosotros los afectados por la falta de agua bien haríamos, también en salir a las calles a protestar por este derecho fundamental, que es el agua.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario