El artículo cuarto de nuestra Carta Magna dice: el varón y la mujer son iguales ante la ley, esta protegerá la organización y el desarrollo de la familia. Toda persona tiene derecho a decidir de manera libre, responsable e informada sobre el número y el esparcimiento de sus hijos.
Toda persona tiene derecho a la protección de la salud, la ley definirá las bases y modalidades para el acceso a los servicios de salud y establecerá la concurrencia de la Federación y las entidades federativas en materia de salubridad general, conforma lo que dispone la fracción XVI del artículo 73 de la constitución.
Toda familia tiene derecho a disfrutar de vivienda digna y decorosa, la ley establecerá los instrumentos y apoyos necesarios al fin de alcanzar tal objetivo. Sin duda hay mexicanos y mexicanas, niñas niños y adultos, que en la vida social y en la práctica detentan con esos derechos, para quienes es una realidad lo que dice este artículo cuarto. Sin embargo, para un gran porcentaje de los habitantes del país, todos o casi todos los derechos incluidos en este artículo, son apenas una aspiración.
La desigualdad laboral, cultural y familiar hacia las mujeres sigue existiendo claramente, y más cuando se trata de mujeres pobres. Las diferencias en los servicios de salud, particularmente en las instituciones de salud pública, son muy graves, en cuanto a la atención y a los recursos humanos, de instalaciones y de medicamentos.
El daño al medio ambiente se puede ver tanto en las ciudades grandes (marcadamente en la Ciudad de México), como en el campo con los llamados mega proyectos, entre los que destaca la explotación minera. El acceso al agua y a la vivienda digna son derechos inalcanzables para muchos mexicanos, y las malas condiciones de salud, de nutrición, de educación es para amplios sectores de la población infantil, distan mucho de la letra de este artículo.
El acceso a la cultura es para las grandes capas de la población, inalcanzable. La aplicación del artículo cuarto constitucional requiere de refuerzos organizativos de diversos sectores sociales que luchen para que las instituciones estatales cumplan con estos señalamientos institucionales.
Hoy, en pleno siglo XXI, a más de 100 años de promulgada nuestra constitución vemos con mucha tristeza y coraje que la realidad dista mucho de lo que establece la Constitución. A dos años en el poder del partido Morena "la esperanza de México” vemos que la situación todavía es peor que antes, muchos mexicanos creyeron que con la llegada de AMLO todo sería diferente, ¿pero, ¿qué ha sucedido? Aquellos apoyos, presupuestos y programas destinados a paliar un poco la miseria de nuestro pueblo, han desaparecido por completo (prospera, guarderías infantiles, enfermos con cáncer, microcréditos, etc.), además, no vemos ninguna proyección económica que permita sacar a nuestro pueblo de su miseria. No se ve claro la creación de empleos y, mucho menos, un aumento significativo en los salarios de los trabajadores, lo recaudado lejos de destinarse a educación, salud, vivienda, seguridad y cuidado del medio ambiente se destina a obras faraónicas, donde no vemos con claridad objetivos económicos claros.
La situación es difícil y la solución requiere de unidad de todos los mexicanos preocupados por un México más justo. Hoy debemos levantar nuestra voz y hacerle claridad a nuestro pueblo de que Morena no es la garantía para hacer realidad nuestra Constitución.
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