Nos despertamos con la noticia de que el Comisionado Estatal de Seguridad, José Antonio Ortiz Guarneros, confirmó que Morelos vivió uno de los días más violentos con 14 asesinatos, y a pesar de que el gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo argumente que todo va bien, vemos que, desde el fin de semana pasado, el estado suma 30 víctimas de homicidio, entre ellas, un niño y cinco mujeres.
Los homicidios ocurrieron principalmente en los municipios de Cuernavaca, Temixco, Jiutepec, Amacuzac, Tepalcingo, Cuautla, Yecapixtla, Tlaltizapán, Emiliano Zapata,Xochitepec y Yautepec, la mayoría gobernados por Morena.
Al referirse a la estadística de feminicidios en Morelos, Ortiz Guarneros, consideró descaradamente que: "No es que diga que vamos muy bien, no es cierto, pero tampoco estamos tan mal, lo que pasa es la manera en cómo se miden los feminicidios”.
La poca importancia que el Gobierno federal y estatal conceden a la violencia cotidiana afecta a los mexicanos, ya que el gobierno morenista de Andrés Manuel López Obrador, así como el de Cuauhtémoc Blanco, no protegen de la inseguridad a los morelenses, pero sí se encargan de difamar y perseguir a todo aquel que manifieste inconformidad o que no comparta los ideales de la Cuarta Transformación, eso sin mencionar que no se cuentan con una estrategia real para combatir la violencia e inseguridad que se han apropiado de Morelos.
Se niegan rotundamente a informar al pueblo lo que están haciendo para asegurar su bienestar, y se dedican solo a realizar su interminable campaña política de engaños y chantajes que tiene como arma principal el uso de los apoyos asistenciales, provenientes de los descomunales impuestos que diariamente paga el pueblo trabajador, como si estos programas clientelares fueran a acabar con la pobreza y, por tanto, con las causas estructurales y multidimensionales que generan los delitos y la inseguridad.
Así queda comprobada la mentira del dicho de por el bien de México, primero los pobres, y también que la Cuarta Transformación no es más que un grupo de fanáticos demagogos con poder que quiere imponer su voluntad, acumular influencia y dinero a costa, incluso, de la vida de los mexicanos.
Antorcha sostiene que es urgente que haya un cambio en el modelo económico que predomina en el país: un verdadero proyecto de nación que genere fuentes de empleo para todos aquellos que estén en condiciones y edad de trabajar, mismo que les proporcione un salario digno capaz de garantizar el bienestar de las familias; además, que se reoriente el gasto público para que se puedan resolver las necesidades de obras y servicios de la población y por último que exista una política fiscal progresiva donde paguen más impuestos los que ganan más y que viven del trabajo de los más desprotegidos.
Ahora, muchos son los argumentos para demostrar que el pueblo morelense tiene que unirse y luchar contra la crisis y la inseguridad que arrojan a la miseria y a la muerte a miles todos los días.
No hay más, tenemos que luchar para obligar a los gobiernos en turno a gastar el dinero en el bienestar de los mexicanos.
Antorcha llama a todos los pueblos que sufren estos males, a que nos unamos y exijamos un modelo económico distinto, no tenemos de otra, si las cosas siguen así, la pobreza seguirá creciendo y, por ende, las muertes seguirán al alza.
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