La gran desigualdad económica que existe en México no se atenúa, no se detiene, la brecha entre un pequeño grupo de multimillonarios y una mayoría que apenas tiene para alimentar a su familia se hace cada vez más profunda; con esta realidad insultante es como recibimos la pandemia que hoy azota a México.
La covid-19, como todas las enfermedades, evidentemente golpea con más fuerza a la gente que tiene una salud pobre, a la que padece otros males como diabetes, cáncer, hipertensión, entre otros; lo anterior, como consecuencia de la pobreza, la falta de una buena alimentación que garantice el vigor para resistir el ataque del virus.En los países con menos desigualdad y un mejor sistema de salud han están teniendo menos problemas para contrarrestar el virus, ¿pero en México, en donde además de lo anterior le añadimos un pésimo sistema de salud? Las cosas se tornan aún más complicadas.El gobierno de la 4T prometió mejorarlo, ello no ha sucedido, sino que ha empeorado, por eso hoy, con toda razón, afloran las quejas del personal de salud por falta de equipo de protección, falta de instalaciones adecuadas para su buen desempeño en su tarea.
Es una vergüenza que sea a través de agencias de noticias extranjeras que nos enteremos de la realidad que se vive en nuestro país.Hace unos días, un canal británico de televisión (Sky News), evidenció la crisis que se vive en la Ciudad de México y la zona conurbada del Estado de México, los hornos crematorios están abarrotados y no se dan abasto para incinerar a las víctimas del mortal virus, porque estos hornos reciben alrededor de 600 cuerpos diarios, cifras que no concuerdan con las que reporta el Gobierno federal.Fue hasta después de esta información revelada, cuando por fin la jefa de gobierno de la ciudad de México Claudia Sheinbaum, reconoció que hay más defunciones por covid-19 que las registradas oficialmente.Es preocupante lo que está pasando en el país.Pero lo peor, es lo que viene después de la pandemia.
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (Coneval), publicó que con una caída de 6 por ciento del ingreso, la pobreza extrema (cuando el ingreso no alcanza para adquirir la canasta básica) crecerá de 21 millones de personas en el 2018 a 31.7 millones en este 2020.Además de que se perderán más de 750 mil empleos.
¿Serán suficientes los programas sociales para resolver este problema como pretende el presidente López Obrador? De ninguna manera.Primero, porque en los programas sociales solo hay 25 millones de mexicanos inscritos, cuando en el país existe más de 100 millones en situación de pobreza.Y segundo, porque no hay apoyo a los que se quedan sin empleo, ni a las pequeñas empresas para que no cierren.
Ahora, el Gobierno federal ofrece, a través del Instituto Mexicano de Seguro Social (IMSS), más de 2 millones de créditos de 25 mil pesos para microempresarios, solo se han inscrito 150 mil, además muchas solicitudes son rechazadas por la condición de mantener a su planta laboral intacta durante los últimos tres meses, algo muy difícil de cumplir si el comercio y muchas actividades están detenidas.
El presidente se está metiendo en un callejón sin salida, regalar poco dinero a 25 millones de mexicanos; las empresas que aportan a la economía y generan empleo, sin apoyo no tienen cómo sobrevivir a la emergencia.Muchas pequeñas empresas van a cerrar definitivamente y por ello, se pierden fuentes de empleo y pago de impuestos; el gobierno recibe menos dinero y cada año que pase recibirá menos impuestos y con ello cada vez menos dinero para regalar al año siguiente.
Si a un trabajador informal, que vive al día, le prohíben laborar porque tiene que seguir las indicaciones de quedarse en casa, le prohíben, también, poder alimentar a su familia.El gobierno se muestra indiferente ante el reclamo del trabajador y su familia, de que lo apoyen para sortear el confinamiento, por eso, el fracaso de las políticas del gobierno, mucha gente sale a buscar el sustento y continúan los contagios, un verdadero absurdo, una irresponsabilidad del gobierno que terminará con más pérdidas humanas.
Presionado por las empresas y por los trabajadores que siguen en sus casas sin sustento, el gobierno de la 4T tiene que ceder y reactivar la economía mexicana, permitir que los trabajadores salgan a pesar de que el número de contagios sigue creciendo. La nueva medida del gobierno parece decirle al trabajador te mueres de hambre en tu casa o sales a trabajar con el peligro del contagio, es tan brutal la salida que se asemeja a la que vivían los esclavos del mundo antiguo, eran obligados a trabajar para los esclavistas en sus grandes haciendas, si se oponían eran azotados hasta la muerte.Si los trabajadores no cuentan en sus centros de trabajo las medidas de seguridad prometidas, deben protestar, hoy la lucha del proletariado es por la vida, mañana para tomar el poder.
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