Su afiliación al PRI, de 1977 a 1994, no lo llevó a cumplir con sus expectativas a un puesto de elección popular, por lo que tuvo que renunciar y se unió al PRD; desde ese momento, se convirtió en un político sin principios, una veleta que al ir de un partido otro, se vaticinaba a un Miguel Barbosa como un mal y soberbio gobernante. En el año 2000 fue electo para el cargo de Diputado Federal por la vía plurinominal de su nuevo partido, del cual también fue Senador en 2012.
En 2017 rompe con el PRD, sumándose a la campaña de Andrés Manuel López Obrador, entonces candidato a la Presidencia de la República por su propio partido, Morena. Barbosa buscó la gubernatura en las elecciones de julio de 2018, pero perdió contra la exgobernadora Martha Erika Alonso Hidalgo que, trágica y misteriosamente, murió junto con su esposo Rafael Moreno, a escasos meses de tomar el poder.
Después, el Congreso Local nombró a un gobernador interino y posteriormente aprobaron la convocatoria para elecciones extraordinarias a realizarse el 2 de junio de 2019. Barbosa confirmó el 7 de febrero que buscaría participar, nuevamente, abanderado por Morena y de donde resultó ganador; obviamente, con todo el espaldarazo económico y político de Palacio Nacional, ya había bastante dinero para la compra de votos. El 13 de junio finalmente el INE le entregó la constancia que lo acreditaba como gobernador electo.
Es así como el estólido Miguel Barbosa, uno de los políticos más rancios de la historia moderna, se ha convertido en uno de los peores gobernadores en todo México. De acuerdo con una encuesta realizada por Arias Consultores y Revista 32 en marzo de 2020, a casi un año de su llegada a Casa Aguayo, los poblanos reprobaban su combate a la corrupción, la entrega de apoyos sociales, economía, salud y seguridad, de la mano con otros mandatarios morenistas.
La ola de malos resultados ha crecido de manera constante y difícilmente se puede ver un acierto del gobierno morenista de Puebla. La amenaza, represión y persecución políticas las ha convertido en sus mejores herramientas para mantenerse en el poder; además, son pruebas fehacientes de la intolerancia a la crítica y a la indiferencia cuando de exigirle resultados se trata. Barbosa, en palabras de sus gobernados, destruye a Puebla y lo está convirtiendo en una entidad inseguridad, con más pobreza y miseria nunca antes vistas.
Arias Consultores, en su evaluación que hizo del 22 al 28 de diciembre del 2021, hace no menos de un mes, ubica a tres gobernadores de Morena como los peores: David Monreal, de Zacatecas; Cuitláhuac García, de Veracruz y el poblano Miguel Barbosa, quien apenas tienen 13.5% de aprobación contra un 72.7 de poblanos que rechaza y desaprueba su gestión y un 13.8% le es indiferente la forma de gobernar del morenista. Por ejemplo, a la pregunta de ¿Crees que tu gobernador dice la verdad o miente?, el 83.7 por ciento (8 de cada 10 poblanos) asegura que Barbosa Huerta es un mentiroso; y cuando se pregunta ¿Cómo se considera que se encuentra la entrega de apoyos a sectores vulnerables?, el 26.1% dice que bien, contra un 54% que dice mal y un 19.9% que no lo sabe; en la realización de obra pública el 77.8% (8 de cada 10 poblanos) dice que está mal. Uno esperaría que al menos en su “gran bandera” de gobierno de ¡El combate a la corrupción! los datos le favorecieran, pero no, resulta que el 84% de los encuestados asegura que no se ha hecho nada en este terreno.
En materia de seguridad la inconformidad social ha generado escándalos nacionales, en este rubro la encuesta destaca que el 90.8% (9 de cada 10 poblanos) asegura que hay un Puebla inseguro. Recordemos que en febrero de 2020 fueron asesinados tres estudiantes de medicina de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y de la Universidad Popular del Estado de Puebla (UPAEP) en el municipio de Huejotzingo; ante la inacción del gobernador y la Fiscalía del Estado, miles de estudiantes de todas las universidades de Puebla marcharon por la ciudad, paralizando la movilidad en la capital poblana, sumándose a ellos conductores de UBER que también exigieron el esclarecimiento del asesinato de uno de sus compañeros. Ese estallido social enfureció al mandatario que solo salió a responder con un “ustedes no me van a enseñar”, culpando a gobiernos pasados, igual que su jefe político nacional, AMLO, haciendo mutis.
Pero el olvido hacia sus gobernados también ha sido la otra cara de su mala administración. Tras el paso del huracán “Grace” miles de familias resultaron damnificadas y sin apoyos. El campo poblano, resintió pérdidas económicas que llevó a la escasez de productos en todas las regiones de la entidad, elevando sus costos y haciendo imposible su adquisición. Las denuncias que clamaban por ayuda fueron muchas y el gobierno, nuevamente, inmuto, indolente e insensible ante la tragedia humana.
Hoy se da otro hecho que tiene una total desaprobación de la sociedad. Un bebé que fue exhumado en la Ciudad de México resultó tirado en la basura del penal de San Miguel. ¿Qué pasó?, ¿Quiénes son los responsables?, ¿Qué dice el gobierno? Muchas incógnitas, pero lo único que hace el gobierno es amenazar a periodistas y activistas que, gracias a la presión social y los medios de comunicación, han obligado a apresurar las investigaciones de esta historia que tiene paralizado y conmocionado a Puebla y a todo México. Él se decía experto en seguridad, pero a la hora de actuar, esa pericia y experiencia han brillado por su ausencia. Miguel Barbosa es el gobernador que nadie quiere y ya todos esperan la oportunidad para que se vaya de Puebla.
La ambición de poder y de control político se suma a la fallida política del morenismo. Los pleitos legales, otro ejemplo, en la Universidad de las Américas de Puebla (UDLAP) tienen la marca del Estado. En síntesis, buscan el control absoluto para afianzar su poder y ganar nuevamente la gubernatura en 2024. Sin embargo, el desgaste político saldrá muy caro; la población del país y en especial la de Puebla comienza a repudiar a los gobernantes morenistas. Esa soberbia e ignorancia para gobernar de Barbosa, uno de los hombres más cercanos al presidente, dejará claro el fallido experimento de la 4T en Puebla.
Por lo pronto, alguno de sus asesores más cercanos debería decirle a Miguel Barbosa que la inconformidad social escala, que no es bueno jugar con lumbre porque se va a quemar debido a que la situación del país no está como para seguirse sintiendo un dictadorzuelo; que la realidad, tarde o temprano, lo golpeará y los poblanos no le van a perdonar nada porque muy rápido están cobrando consciencia del desastre político, de las violaciones a la ley, de las represiones políticas y su pésima forma de gobernar que lo llevarán directito al bote de la basura de la historia, donde ya nunca más podrá salir. Por el momento, querido lector, es todo.
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