-Los hijos del pueblo trabajador deben poner sus conocimientos al servicio de este
Olintla, Puebla. “Para poder cambiar las condiciones materiales de nuestro país necesitamos la materia prima, el elemento que haga posible el cambio y, esto solo lo puede hacer el pueblo educado y consciente. Este pueblo debe estar guiado y orientado por sus mejores hombres, por sus mejores hijos, a través de una formación crítica, científica y popular”, destacó Adalid Córdova Muñiz, integrante del comité seccional del Movimiento Antorchista en Zacatlán, Puebla.
Lo anterior, durante el evento de graduación de la generación 2019-2022 de las escuelas antorchistas de la comunidad de Vicente Guerrero, la Secundaria Técnica 119 y Bachillerato General Nezahualcóyotl.
Córdova Muñiz señaló que no se puede aspirar a una sociedad mejor, si no está orientada y guiada por la ciencia y el conocimiento profundo de las leyes que rigen a la naturaleza, la sociedad y el pensamiento, ya que es la única forma de conocer los fenómenos e intervenir para poder transformar las condiciones materiales y espirituales de los hombres.
Precisó que el proyecto educativo que se ha venido desarrollando en las escuelas fundadas por el Movimiento Antorchista, busca que los hijos del pueblo trabajador se preparen para ser los actores contribuyan al cambio profundo que requiere la sociedad; sin embargo, para ello es necesario que estudien las ciencias exactas y también las ciencias sociales, para poder conocer cómo funciona la sociedad.
“Tenemos que conocer cómo funciona la sociedad; debemos aprender a interpretar los hechos históricos, porque un pueblo como el nuestro, un pueblo que está sumido en la ignorancia y en la pobreza, no puede salir de esa esclavitud, si no conoce las causas y, por lo tanto, la solución a este problema. La educación es un arma insustituible y que es una tarea que el Movimiento Antorchista se ha echado a cuesta desde hace 48 años”, resaltó.
Finalmente se dirigió a la generación “Escuelas antorchistas, escuelas progresistas”, para invitarlos a continuar con su formación académica, para poner sus conocimientos al servicio del pueblo trabajador, de manera que sean quienes trabajen en la transformación de las condiciones materiales y espirituales del pueblo y en su liberación de la explotación de la que es víctima.
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