* Además de acumular rezago educativo, carecen de prestaciones sociales en empleos con bajos salarios
Nicolás Romero, Edomex. Giovanni Hernández trabaja en una tortillería ubicada en el centro del municipio. Labora de martes a domingo desde las 8 de la mañana hasta las 6 de la tarde, hora en que regresa a su casa después de dar un pequeño paseo por las calles para enterarse de las novedades en los aparadores o para comprar algunos encargos que le hicieron en su casa.
Con muchas dificultades económicas, hace tres años concluyó la preparatoria. No conoce a su papá y sólo su mamá era el sostén de la familia, por lo que el dinero no siempre era suficiente para atender las necesidades de él y sus dos hermanos pequeños, quienes cursan la secundaria.
Esta circunstancia obligó a Giovanni a buscar oportunidades laborales temporales para poder comprar los materiales que le solicitaban sus maestros.
Algunos meses después de haber egresado de la preparatoria, decidió buscar un empleo permanente en las tiendas del centro del municipio.
Por algunos excompañeros de escuela tuvo conocimiento de una oportunidad laboral pesando y distribuyendo productos elaborados con masa de maíz y, desde entonces, se encuentra aquí, a la espera de los compradores.
La situación en la que se encuentra Giovanni no es la única; sabe de otros compañeros de escuela que, como él, actualmente están trabajando en otros negocios de la zona céntrica del municipio, por razones casi idénticas a las suyas.
Este fenómeno parece ser una constante en la cabecera municipal: un gran número de negocios son atendidos por jóvenes que presentan los mismos rangos de edades, entre 18 y 23 años, quienes trabajan en el centro pero viven en las colonias populares y marginadas de la periferia, como: La Libertad, Francisco I. Madero, Granjas de Guadalupe, Azotlán, La Colmena y Jiménez Cantú, entre otras.
El problema de la falta de oportunidades laborales y su precariedad no se circunscribe al municipio de Nicolás Romero; un estudio de la organización Alianza Jóvenes con Trabajo Digno indica que 16.4 millones de jóvenes en el país enfrentan pobreza, exclusión y precariedad, y que, de los 31.3 millones de jóvenes registrados en 2023 en México, 8.2 millones tienen un empleo precario, están fuera de la escuela y acumulan rezago educativo.
Un estudio aplicado antes de las elecciones por el Centro de Opinión Pública (COP) de la Universidad del Valle de México (UVM) señala que más del 70 % de la población joven, de entre 18 y 29 años, dice que los principales problemas a los que se enfrenta son la falta de oportunidades laborales y los bajos ingresos.
De acuerdo con los resultados obtenidos en la encuesta aplicada, lo que más aqueja a los jóvenes en nuestro país es la falta de oportunidades de trabajo, con el 76.4 % de las respuestas, seguido por los bajos salarios, con el 74.3 %.
Sin embargo, la necesidad económica los obliga a enfrentarse con condiciones que no son dignas y carecen de todas las prestaciones sociales a las que deberían tener derecho: no tienen seguro social y no ganan un salario suficiente, como es la característica de los llamados trabajos informales, y tienen que aceptar el empleo por ochocientos pesos semanales porque “no hay de otra”, como dice Giovanni.
Para él, la prioridad es continuar trabajando porque en su casa tienen necesidades de todo tipo, además de que cada día las cosas están más caras.
“Me gustaría seguir estudiando, terminar una carrera; sin embargo, tal vez sea un poco más adelante. Por ahora, sólo pienso en ayudar para que mis hermanos terminen la secundaria y se estabilice la situación económica en mi casa”.
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