El pasado primero de septiembre, como lo establece la ley, el presidente de la República rindió su segundo informe de gobierno, en él, sin dar datos que sustenten sus afirmaciones, dijo que su gobierno es "el mejor en el peor momento", describió un país donde el pueblo según él, está feliz, feliz, feliz, pues la corrupción se está acabando, la pandemia está "controlada", la inseguridad ha bajado, que ya no hay masacres como en el pasado reciente, y finalmente, que estamos saliendo de las dificultades económicas que generó la pandemia.
Pero, pese a toda la insistente propaganda oficial que se difunde a través de televisión, radio y redes sociales, de que este gobierno de "izquierda" está teniendo buenos resultados, dos cosas lo desmienten.Primero, los datos recientes de instituciones oficiales, como el Inegi, Banco de México y el mismo secretario de Hacienda, Arturo Herrera, dicen todo lo contrario, y segundo, la realidad misma que vivimos millones de compatriotas.Reconozca o no esta grave situación el gobierno de la 4T y sus simpatizantes, lo cierto es que México vive una severa crisis económica, de salud e inseguridad, esto sin tocar temas igual de graves como educación, ciencia y cultura, entre otros.
1. Crisis económica: El Inegi acaba de dar a conocer que, en el segundo trimestre del año, es decir en los meses de abril, mayo y junio, la economía del país se contrajo 18.7 por ciento en su Producto Interno Bruto (PIB).¿Qué significa esto? Que la recuperación del empleo está muy lejos de suceder y más aún, de generar los que cada año demandan cientos de miles de jóvenes egresados de universidades e institutos de educación superior.
Esta contracción económica se traduce en hambre para millones de familias que no encuentran la manera de hacerse de ingresos suficientes para alimentar a sus hijos, curarlos y educarlos, y mucho menos para mejorar otros aspectos de su vida, la vivienda entre ellos.A esto le sumamos los servicios de luz, agua y gas, cada día más caros.Los programas sociales del actual gobierno no son suficientes, pues además de cubrir solo una parte de la población (alrededor de 22 millones, cuando la pobreza azota a más de 100 millones de mexicanos) sus montos son muy pequeños; pongo el ejemplo de Jóvenes construyendo el futuro, que cada mes reciben 3,500 pesos, cantidad insuficiente para sacar adelante las necesidades de una persona (alimentación, transporte, pago de servicios, ropa, calzado, etc.) o bien las familias que solo reciben a través de la tarjeta del bienestar 1,600 pesos cada cuatro meses.
En el aspecto económico, el gobierno de la 4T ha sido incapaz de hacer crecer la economía, más bien, hemos retrocedido y la recuperación según expertos se estará dando hasta el 2026, los más optimistas que en el 2022, esto es así, porque el gobierno no ha logrado convencer al capital privado para que invierta y genere los empleos que la población demanda, por el contrario, ante la falta de estímulos fiscales y de otro tipo, en lo que va del año, México ha sufrido una fuga de capitales por el orden de 8710 millones de dólares según el banco de México.
2- Crisis de salud, no necesitamos mucha explicación, los números hablan por sí solos.Hasta el día de ayer México alcanzó los 6871 decesos, cifra que coloca al país en el tercer lugar del mundo en muertos por covid-19, después de Brasil y EE.UU.; Igualmente ocupamos el primer lugar en número de personal médico fallecido por la pandemia.¿Culpable? Efectivamente el Gobierno federal que no capacitó, ni protegió con equipo adecuado a médicos y enfermeras.El presidente Obrador, siguiendo el mal ejemplo de Donald Trump, desdeñó desde un principio la pandemia, y las medidas que la Organización Mundial de la Salud (OMS), recomendó para aplicarse a nivel mundial.Los países que siguieron estas recomendaciones, no tienen tan altas cifras de contagios y decesos, por ejemplo: China, Canadá, Alemania, Bélgica; y en donde los presidentes asumieron una actitud irresponsable, ahí están los resultados, EE.UU., Brasil y México con gobernantes de este tipo, ocupan los primeros lugares en decesos.Pero el presidente Obrador se niega a reconocer esta realidad, y prefiere distraer a la población con la rifa del avión presidencial, con el circo montado con el caso Lozoya y otros linchamientos mediáticos a personajes y organizaciones de la vida pública acusándolos de corrupción, sin pruebas y sin juicios que hayan concluido en sentencia de juez competente.Más temprano que tarde la realidad le cobrará al presidente estos graves errores.Por lo pronto, y desgraciadamente, quienes están pagando su mala atención a la pandemia, son miles de familias que han perdido a un ser querido porque no tuvieron la atención adecuada en los hospitales públicos, que como se sabe es en donde más decesos han ocurrido, comparado con los hospitales privados.
3. Crisis de inseguridad.En su informe el presidente no mencionó las cifras que el mismo Secretariado de Seguridad de su gobierno hizo públicas en días recientes: el primer semestre del 2020 cerró con 17,982 homicidios dolosos, colocándose como el más violento de los últimos veinte años, en feminicidios en el 2019 fueron 1006.Estos números bastan para dejar claro que este gobierno "de abrazos y no balazos", no está teniendo resultados que garanticen la paz y tranquilidad social; lacónicamente el presidente dijo que ya no hay masacres, se le "borró" en la mente el culiacanazo, los sucesos terribles que se vivieron en Guanajuato, Oaxaca y Sonora.De seguir la situación como va, sin un cambio de estrategia para combatir en serio este terrible flagelo social, que en meses pasados tocó casi a la puerta del Palacio Nacional, con el atentado al Jefe de Seguridad de la Ciudad de México, obvio también se le "olvidó" al presidente este suceso.
En síntesis, este Segundo Informe de Gobierno refleja una realidad muy distinta a la que viven millones de mexicanos, una realidad lacerante, dolorosa en todos los sentidos, y que está lejos de cambiar por las malas políticas que el presidente y su gobierno están aplicando en la conducción del país.Urge que el pueblo de México tome plena conciencia de la gravísima situación que estamos viviendo, del negro panorama que tenemos en frente, y empiece a actuar para remediar un poco la situación, en ese sentido, la alternativa a corto plazo para el pueblo, es cambiar la correlación de fuerzas en el Congreso de la Unión, que no sea el partido de Morena y sus aliados quienes tengan mayoría, y así, obligar por la vía democrática al presidente de la Republica, a rectificar el rumbo económico y social, no hacerlo, significará para el país un retroceso muy grande, del que no saldremos en decenios.Vale.
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