Este 26 de octubre, el Movimiento Antorchista realiza su II Jornada Nacional de Coros y Rondallas. Se trata de un evento que se llevará a cabo el mismo día y a la misma hora en todas las capitales de los estados de la República Mexicana; es decir, en 32 lugares diferentes.
Tendrá cinco categorías, que son Infantil, Juvenil A, Juvenil B, Libre estudiantil y Libre campesino, obrero y popular. De acuerdo con el registro de inscripciones, esperamos que participen más de diez mil niños, colonos, campesinos, estudiantes de secundaria, de preparatoria y universitarios. A todos los invitamos a esta gran jornada nacional de coros y rondallas.
Como muchos lo saben, la música ha sido fundamental en mi vida. Soy un amante de la buena música; la conozco gracias a la afición que me inculcó mi querido padre, Juan Manuel Celis Ponce, y, desde luego, gracias a las enseñanzas del líder nacional de Antorcha, el maestro Aquiles Córdova Morán, que es un estudioso profundo y difusor de la buena música de todos los tiempos.
Desde muy joven aprendí a tocar algunos instrumentos, como el piano y la guitarra, gracias a la influencia de mi padre, en un principio, y después, gracias a una de las tareas que me dio mi querida organización: presidir el trabajo de la Comisión Nacional Cultural.
Ayudar a desarrollar el trabajo cultural y artístico de Antorcha es una de las tareas que me hacen sentir feliz todos los días. Me gusta deleitarme con los bailes folclóricos, escuchar una buena declamación de una poesía escrita por un genio de la literatura, ver las pinturas y su mensaje plasmado en un lienzo, así como reír, llorar y aprender mucho con una buena puesta en escena. Todo eso me fascina, como lo saben quienes me conocen.
Pero también saben que una cosa que me llena el alma es la música: escuchar, por ejemplo, el hermoso sonido de cada instrumento en una pieza popular o de cámara, y escuchar la voz de los mejores cantantes es algo que me hace sentir muy emocionado. Yo no podría vivir sin la música.
Gracias a mi padre y a Antorcha, la música forma parte esencial de mi forma de ser, de pensar y de vivir en esta vida. Porque, como lo sabe todo el mundo, la música es alegría, es tristeza y son sonidos que encierran en sí lo más puro y complicado del pensamiento humano, porque son un reflejo de la realidad retratada por la mente humana en la poesía y en los sonidos que forman un todo general que nos complace oír.
Yo sé que a todos los mexicanos nos gusta cantar, claro que sí. Es un gusto compartido por el pueblo de México. Cuando en la radio, en internet, en la televisión, en las redes sociales, en los bailes de música ranchera o de banda o de cumbias, suena una canción que nos gusta, de inmediato comenzamos a cantarla.
Gracias a nuestra cultura y a nuestras tradiciones, somos un pueblo que canta. Y eso ha generado que en las escuelas, las colonias y los pueblos de México haya grandes cantantes, muy afinados, muy precisos a la hora de dar la nota que pide la canción, y no porque lo hayan estudiado, sino porque lo han practicado muchos años.
El Movimiento Antorchista Nacional realiza trabajo cultural en todas las zonas en donde hace trabajo político, porque arte y política no pueden vivir separadas cuando son auténticas. Hace tiempo, alguien dijo:
“Antorcha se ha preocupado por crear una corriente cultural pensada para masificar el arte, para limpiarle la polilla que le imprimen las élites ‘intelectuales’ del país y el mundo, y llevarla a vivir plenamente entre los corazones de las mayorías desheredadas de este mundo”.
Eso es lo que hace Antorcha con su política cultural, que a propios y extraños asombra. Esta es la razón por la que ahora organizamos la II Jornada Nacional de Coros y Rondallas, en los que la gente participa activamente y se fraterniza compitiendo sanamente con sus hermanos de clase.
Nosotros los invitamos a que presencien este sábado 26 de octubre los concursos en cada estado del país o a que vean las transmisiones en vivo. ¡No se lo pierdan!
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