Pese a la propaganda mediática en la que pareciera que en San Luis Potosí va todo bien, hay muchos problemas que enfrentan los habitantes de los 58 municipios del estado. La pobreza y las necesidades no se pueden ocultar con despensas y otros apoyos asistencialistas.
La realidad contante y sonante nos dice que falta atención médica pronta y de calidad para la población de menos recursos económicos; faltan medicamentos e insumos en hospitales y clínicas; escuelas y carreteras requieren mejoras; faltan servicios básicos en colonias y pueblos humildes, en fin, la lista es larga.
Lo grave de todo es que la entidad recibirá, en términos reales, menos recursos por parte de la federación, de acuerdo con el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF), que el próximo mes de noviembre empezará a ser discutido en la Cámara de Diputados.
Aunque nominalmente el estado recibirá más recursos, estos serán menores en términos reales, ya que la inflación será mayor, como explica Rubén Pacheco:
“El pasado 21 de septiembre, se informó que, aunque nominalmente la propuesta de presupuesto de egresos federal para 2024, muestra un incremento de mil 773.1 millones de pesos respecto al presupuesto aprobado para San Luis este año, el Centro de Estudios de la finanzas Públicas (CEFP) prevé una variación relativa de 1.4 por ciento a causa de la inflación (…) Recientemente, José Guadalupe Torres Sánchez, titular de la Secretaría General de Gobierno del Estado, también admitió que la inflación impactará en el presupuesto federal asignado para San Luis Potosí, para lo cual, será necesario revisar la eficiencia de la recaudación fiscal” (Pulso, Diario de San Luis, 30 de septiembre de 2023).
2024 es año electoral y se utilizarán miles de millones de pesos para que la 4T asegure su continuidad: ese es el porqué de los recortes a los estados, incluida la entidad potosina.
No se necesita gran suspicacia para entender que esta disminución en términos reales de lo que le tocará en el PEF 2024 a San Potosí obedece a que 2024 es año electoral.
Es más que claro que muchos recursos federales se destinarán a los apoyos monetarios directos como Jóvenes Construyendo el Futuro o el apoyo a adultos mayores (que pasarán de 4 mil 800 a 6 mil pesos); marcadamente de carácter electoral.
Además, se llevarán recursos a las obras faraónicas como el Tren Maya y la refinería Dos Bocas, que se han convertido en barriles sin fondo.
Pero no sólo eso. Aunque no saldrá a la luz pública, se utilizarán en campañas electorales miles de millones de pesos para que la 4T asegure la Presidencia de la república, las gubernaturas en juego, y la mayoría calificada en el Congreso. Ese es el porqué de los recortes a los estados, incluida la entidad potosina.
Sin embargo, los apoyos de transferencia monetaria no van a combatir la pobreza ni a terminar con ella. Para eso se necesita, como lo ha planteado el Movimiento Antorchista Nacional, fomentar la creación de millones de empleos bien remunerados e impulsar la infraestructura de carreteras, hospitales, escuelas, servicios básicos en colonias y pueblos.
Se requiere que al estado lleguen más recursos por parte de la federación, y que se utilicen adecuadamente; no con fines electoreros. El pueblo se debe organizar y exigir que los recursos que salen de sus impuestos se utilicen para acabar con la pobreza, y hacer de México un país modelo en cuanto al desarrollo económico y social.
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