La educación, dentro de cualquier sociedad, es la primera parte de la formación del hombre que le sirve para ser alguien de provecho en la vida, pero para tener una educación de calidad debe de haber ciertas condiciones materiales para que el estudiante tenga un desarrollo de calidad en su formación académica y cada país, dependiendo de la importancia que le dé a la educación, le destina los recursos necesarios para poder cumplir con esta meta.
En el año en el que se reanudan las clases presenciales en México, el gasto publico educativo fue el más bajo de los últimos 12 años respecto al producto interno bruto (PIB), lo que reflejó el menor uso de recursos públicos para los niños y adolescentes del país, en el 2022 se destinó el 3.1 por ciento del PIB, el más bajo desde 2010.
A diferencias de los apoyos electoreros del presidente como las pensiones para adultos mayores se le destinó el 5.1 por ciento del producto interno bruto y que en los últimos siete años ha aumentado de manera considerable en este rubro, pero en educación no hay aumento significativo, al contrario, ha disminuido.
Tomando en cuenta los dos años que los estudiantes dejaron de asistir de manera presencial, hubo una deserción escolar de cerca del millón de estudiantes por falta de recursos económicos en su mayoría.
Desde la llegada de la autodenominada Cuarta Transformación, las cosas en nuestro país han ido en retroceso, y no solo con el tema educativo, también en salud, en generación de empleo, en seguridad, en la promoción al turismo, aún teniendo mayoría en las dos cámaras donde pudieran mejorar la situación, los diputados y senadores del partido en el poder no hacen más que cumplirle los caprichos al presidente Andrés Manuel López Obrador, y cada vez que se presenta el presupuesto de egresos del año siguiente, no le cambian ni una coma a la propuesta.
Y prioridades de este gobierno, como el Tren Maya, seguir inyectando dinero a un aeropuerto que no es rentable para el país, a una refinería que no ha dado ni un barril de combustible, en los apoyos electoreros como las pensiones a los adultos mayores a jóvenes construyendo el futuro, sembrando vida, entro otros y que cada año aumenta la cantidad a repartir, pero cosa curiosa, las cosas siguen de mal en peor, ya que la pobreza ha aumentado, el numero de desempleo aumenta cada día más y la inseguridad ha roto récord en lo que va del sexenio.
Urge que el pueblo sea el que gobierne este país, solo de esta manera se le dará prioridad a las necesidades básicas de la población, en este caso educación de calidad con buenas instalaciones, donde se pueda formar de una manera íntegra cada uno de niños y adolescentes.
También urge un nuevo modelo educativo que no adoctrine a los niños con ideas populistas como lo pretenden hacer con la nueva reforma educativa, se necesita una verdadera reforma donde se contemple la verdadera preparación del hombre nuevo para una sociedad más justa y más equitativa que tanta falta hace actualmente.
Por eso, los diputados de toda la oposición deben de formar un solo bloque para aprobar una presupuesto que realmente ayude a mejorar la educación en nuestro país pero sobre todo que se una educación de calidad.
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