En 2001, la Secretaría de Turismo Federal (Sectur) puso en marcha el programa Pueblos Mágicos, con el fin de impulsar el desarrollo turístico en las localidades del país que se caracterizan por contar con arquitectura histórica, excepcionales paisajes naturales y tradiciones arraigas. Según datos de la Sectur, adicional a lo ya mencionado, el programa también tiene el objetivo de incentivar la economía local.
Hasta la fecha, a nivel nacional, 111 localidades cuentan con este reconocimiento, datos proporcionados por el Instituto de Geografía de la UNAM. Estos pueblos cuando obtienen dicho título reciben un presupuesto otorgado por el Programa de Desarrollo Regional Turístico Sustentable de y Pueblos Mágicos (PRODERMÁGICO), fuente antes citada. Todos estos pueblos deben contar con un comité que se encargue de regular cada una de las actividades, y es aquí en donde comienza a quedarse todo solo en letra muerta debido a que propios datos aportados por la Sectur, el 60 por ciento de estos comités están integrados por representantes de los sectores empresariales locales y el 40 por ciento por habitantes originarios cuyos ingresos están dentro de los promedios nacionales.
Este tipo de programa fue diseñado, como se dijo renglones arriba, para impulsar la economía local y beneficiando directamente a los habitantes originarios de las comunidades permitiéndoles no solo el desarrollo individual, sino también, el avance en sus comunidades, situación que no pasa en la realidad, y para muestra un botón, y hablare de la situación de la denominada “Comarca Minera”, en el estado de Hidalgo, que comprende los municipios de: Pachuca de Soto, Mineral de la Reforma, Epazoyucan, Mineral del Monte, Mineral del Chico Huasca de Ocampo, Omitlán de Juárez y Atotonilco, de los cuales solamente dos (Huasca y Mineral del Monte) están dentro de la categoría de Pueblos Mágicos, pero los cuatro reciben en promedio la misma cantidad de turistas por el simple hecho de estar dentro del mismo corredor turístico, pues según datos del Secretaria de Turismo de Hidalgo se promedian un total de 500 mil visitantes al año, y representado una derrama económica del 15 por ciento del a nivel estatal. Con estos datos y el objetivo del programa se supondría que aunque sea poco el avance y desarrollo de todas sus colonias y comunidades, pero una vez más la realidad supera al papel.
En esta ocasión me quiero referir al caso solamente del corredor Huasca-Atotonilco, en otras ocasiones ya me he referido a la situación de Pachuca y su zona metropolitana. El pasado 14 de mayo en su edición impresa y digital el diario Milenio Hidalgo publicó la siguiente nota “Habitantes de la colonia 11 de julio denunciaron que desde hace tres meses solo reciben un hilo de agua sin que la CAASIM atiende el asunto…se manifestaron mostrando cartulinas y bloqueando la carretera Pachuca-Tulancingo” a esto se sumaron las denuncias de los habitantes del cerro Cubitos quienes, el pasado 24 de mayo, se manifestaron dentro de las instalaciones de la CAASIM con pancartas y a un solo grito: “Queremos al director”, el cual obviamente nunca se presentó con el argumento ahora tan socorrido por la institución de que: “el director esta fuera por una reunión en gobierno” la información se puede constatar en un video publicado en por el diario digital Criterio Hidalgo de la fecha anteriormente citada. Aquí se demuestra el pésimo servicio ofrecido por la CAASIM para las colonias ubicadas en la capital y su zona conurbada.
A este mal servicio se le suman las decenas de peticiones realizadas por distintas colonias que piden una red de agua potable para sus colonias, tal es el caso de la colonia la Palma ubicada en el sur de esta ciudad la cual lleva 20 años sin este servicio, o el caso de Loma quienes tienen no menos de 40 años solicitando este y otros servicios igual de necesarios, también se encuentran las peticiones de Camelia, Margarita Morán, Ampl. Jorge Obispo en donde las respuesta de los funcionarios (cuando llegan a atender) es la misma “la población de la capital y su zona metropolitana ha crecido y la institución no se puede hacer cargo de ofrecer servicio a esta nueva población” y algunos al ver que este tu pueblo no solo pide sino que está organizado libre y voluntariamente en organización limpia y honesta como el Movimiento Antorchista Nacional se atreven a decir “vengan solo como vecinos el problema de la atención son las organizaciones… si ustedes ingresan los oficios con gusto se les atiende y resuelve” si lo anterior es cierto entonces amigo lector cabe la pregunta ¿por qué no atienden a los vecinos de las colonias: 11 de julio, Santa Julia, Cubitos? Ellos han acudido sin organizaciones y tampoco se les ha atendido.
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