Gran polémica se ha desatado a partir del Acuerdo 110622, que en su artículo séptimo menciona acerca de la evaluación: “En todos los casos en que se asiente una calificación numérica en la boleta de evaluación de las y los estudiantes de educación primaria y secundaria, la calificación que deberá registrarse no podrá ser inferior a 6”.
No es para menos, México es uno de los países más ricos del planeta, pero con uno de los presupuestos más raquíticos para educación, los maestros son de los peores pagados del mundo y sus condiciones de trabajo son deplorables en la mayoría de las escuelas, sobre todo, en las de la periferia y las áreas rurales.
Muchos de los maestros hacen un esfuerzo enorme por enseñar a los alumnos, pero la pandemia y la actual crisis económica han causado serios estragos en la educación, que de por sí ya venía mal, y esto se ve reflejado en el poco o nulo aprendizaje de los niños y jóvenes que por obvias razones no tuvieron los medios tecnológicos para trabajar a distancia; además, es de dominio público que 5.2 millones de estudiantes no acudieron a las aulas en el ciclo escolar, es decir, en los hechos desertaron de las escuelas; muchos de ellos ya no volvieron a las aulas porque sus padres perdieron el trabajo, la vida o porque sus escuelas fueron bandalizadas durante la pandemia o tuvieron que ponerse a trabajar para ayudar a la familia.
Y estos hechos que son verdades y que la Secretaría de Educación pretende que no existen. Al aprobar a los alumnos no resuelve el problema del rezago educativo, solo lo quiere ocultar, como se esconde la basura bajo los sillones, tampoco se crean hombres que aprendan el valor de la responsabilidad, y por el contrario los condena al atraso, a la mediocridad y al conformismo con vivir en la ignorancia.
Se dijo desde el año pasado que se implementaría un proceso de regularización, pasó un año y jamás hubo tal proceso y tan es así que por segundo año consecutivo no hay reprobados. De tal suerte que, si un alumno asistió un día a clases, aunque no haya elaborado actividad alguna se debe aprobar.
Coincido en que el gobierno de Morena trata de esconder datos, mentir con cifras y siempre, siempre esconder la verdad, en salud, en economía, en seguridad y en la educación, pero la verdad es cruda y se abre paso: cada día se acumulan muchos más muertos y desaparecidos que con los presidentes anteriores, es triste que los pacientes derechohabientes no obtengan completas sus medicinas, que se carezca de médicos especialistas y equipos suficientes para atender la salud de los mexicanos, y es igualmente triste ver que el futuro de nuestro país se esté rezagando por no tener en sus escuelas la infraestructura ni las herramientas para brindar una mejor educación. Y a cambio de eso se les ofrezca un 6… quizás para que no terminen como cierto presidente que duró muchos, muchos años en terminar -si es que algún día la terminó- su carrera profesional.
Los maestros que tenemos el eros pedagógico debemos protestar en nuestro quehacer diario con esta situación, ¿Cómo? Formado y moldeando estudiantes diferentes e integrales, que sí les interese aprender y tengan curiosidad por el conocimiento de las ciencias, la cultura, el deporte y las artes, que nuestro paso por la vida no sea en vano y que no sintamos vergüenza al acatar humildemente órdenes que vayan en contra de la educación democrática, crítica, científica y popular. ¡Que así sea!
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