El miércoles 6 de septiembre, se manifestaron mil atlixquenses en la cabecera, para protestar por una arbitrariedad cometida por el presidente de la junta auxiliar de San Diego Acapulco, Luis Gustavo Damián Martínez, quien cerró el pasado 25 de agosto el Preescolar de la comunidad, que lleva más de 40 años funcionando, impidiendo que los niños reciban la educación a la que tienen derecho.
Ante este abuso de poder, en la que el presidente comete el delito de despojo contra una institución educativa, las maestras y los padres de familia afectados buscaron la ayuda del Movimiento Antorchista en Atlixco. Juntos acudieron al ayuntamiento para que interviniera y hablara con el presidente auxiliar y se reestableciera el funcionamiento de la institución.
La presidencia, lejos de intervenir de manera inmediata, como lo ameritaba el caso, han hecho varias maniobras y le han dado vueltas al asunto sin hacer valer su obligación. Por ejemplo:
La primera fue negar que ellos tuvieran alguna participación y conocimiento de la acción que se había cometido, a pesar de que el presidente auxiliar aseguraba que el cierre de la institución era indicación del síndico municipal.
La presidenta de Atlixco, que dice ser respetuosa de la legalidad y defender la educación pública, afirma no tener facultades para que uno de sus funcionarios, un integrante de su gobierno, la obedezca, ¡a pesar de que está cometiendo un delito!
Segunda: el síndico pidió a los afectados, que fueran ellos quienes abrieran el preescolar. Ante esto, los antorchistas se negaron porque sabían que eso sólo provocaría un enfrentamiento innecesario con la fracción de habitantes de San Diego que, engañados y manipulados, están con el presidente. Al día siguiente, había personas armadas con palos en el preescolar para impedir que se reabriera el inmueble.
Tercera: la última indicación de las autoridades municipales fue que los antorchistas demandaran a Luis Gustavo Damián, para obligarlo a abrir el preescolar. Ante esto, los antorchistas señalaron que esa función le tocaba en el último de los casos a los padres de familia y así lo harían, pero todos los procesos legales llevan mucho tiempo y no se podía poner en riesgo la educación de los niños inscritos en el preescolar. Por ello solicitaron que mientras eso sucedía, la presidencia buscara un inmueble para rentar, en el que temporalmente los niños pudieran tomar sus clases.
Finalmente, y ante la nula acción de las autoridades, se realizó la marcha con gente de San Diego Acapulco y las maestras, apoyados por los antorchistas del municipio. Y cuál fue la sorpresa que lejos de encontrar eco en la presidenta municipal, la doctora Ariadna Ayala Camarillo, para que tomara cartas en el asunto, ésta se deslindó diciendo que ella es sólo una autoridad administrativa que nada puede hacer para que el presidente auxiliar, que sin lugar a dudas depende de su jurisdicción y de su ayuntamiento, abra el preescolar que cerró sin justificación de manera arbitraria.
Así como lo oyen: la presidenta de Atlixco, que dice ser respetuosa de la legalidad y defender la educación pública, afirma no tener facultades para que uno de sus funcionarios, un integrante de su gobierno, la obedezca, ¡a pesar de que está cometiendo un delito! Sí, un delito porque despojó a una institución educativa, porque está impidiendo un derecho fundamental de la niñez y porque está alterando la paz en la junta auxiliar, por la vía de mal informar y azuzar a la población.
Por ese motivo, los antorchistas del estado nos solidarizamos con los afectados en San Diego Acapulco, con los niños y las maestras, y quiero anunciar que nos sumaremos a su lucha hasta que se haga justicia y se restablezcan las clases y deje de afectarse la niñez del municipio de Atlixco.
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